Martín Rodríguez salva a Chile, que jugará contra Portugal

Un gol del jugador de Cruz Azul en el 61' empató el partido y evitó la eliminación de su selección, que pasa a semifinales de la Confederaciones.
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MoscúActualizado a 25 de junio de 2017 19:11 CEST

SERGEI ILNITSKYEFE

Chile se enfrentará a Portugal y Cristiano Ronaldo. No porque lo quisiera, sino porque le apareció en el camino un obstáculo no contemplado. La inspirada Australia hizo ver mal a Chile y le robó un empate 1-1 en el Spartak Arena de Moscú. Con ello, la Roja quedó segunda en el Grupo B, con cinco puntos, detrás de Alemania que sumó 7. Y deberá jugar el miércoles ante los lusos.

Australia entró a toda máquina, con una presión no muy pulcra. Cometió cinco faltas en los primeros cuatro minutos de partido. A Chile le costaba despertar, pero a los siete minutos se acercó a la portería de Maty Ryan. Desborde de Fuenzalida, volea de Vidal, el portero que repele brillantemente y Vargas se sorprendió con el rebote. Fue clarísima.

Ahí fue cuando Chile entibió motores y comenzó a jugar como se le había visto en los partidos previos. Alexis Sánchez andaba buscando su gol 39 con la Roja. A los 11 minutos le contuvo Ryan y el rebote pilló fuera de juego a Vargas. Más tarde cabeceó incómodo un centro de Vidal y a los 25', por intentar acomodarla, le ganó Milligan. Pidieron penalti, pidieron el VAR, pero finalmente fue falla del tocopillano por no rematar antes. Los australianos, un tanto impotentes ante el toque, mostraron el lado recio. Luongo le dio un patadón a Vidal y Cahill le entró con fuerza desmedida a Aránguiz.

Chile levantó un poco el pie del acelerador y dejó crecer a los australianos. Claudio Bravo evitó el gol de Luongo con un achique veloz. Era la campanada de alerta. A los 41', el portero se retrasó a la hora de salir, buscó por el medio a Vargas y perdió la pelota. Se vino el ataque en bloque de los aussies. Sainsbury, como eventual delantero centro, no se atrevió a definir y se la pasó a Cahill. El rechace de Gonzalo Jara rebotó el un adversario y le cayó a Troisi, quien la tocó suavemente para superar a Bravo. Australia se ponía en ventaja y los chilenos no podían creer lo que veían.

La Roja reaccionó y Fuenzalida no alcanzó a conectar en el área chica. El gol fue un golpe difícil de digerir. Sainbury tuvo el segundo, en plena área chica, con una volea que se fue a las nubes. Con ese gol, Chile quedaba eliminado de la Copa Confederaciones.

En el descuento, Pizzi envió a la cancha a Martín Rodríguez por un bajo Fuenzalida y a Pedro Pablo Hernández por Aránguiz, quien durante el primer tiempo recibió dos patadones que lo tenían a maltraer.

Martín Rodríguez, salvador

Arturo Vidal se avivó en un saque de costado y Vargas casi marca de no mediar la gran parada de Ryan. Sánchez lo tuvo a los 58 minutos en una jugada confusa y volvió a responder el portero de los oceánicos. Al otro lado, Kruse falló solo ante Bravo y Troisi, autor del primer gol, casi acierta desde fuera del área.

Pizzi estaba molesto. Miraba al banco y vociferaba. Fue en ese momento cuando vino la resurrección de los rojos. La ganó Vidal con una aplaudida palomita desde el suelo. Centro de Mena, rechaza la defensa, la devuelve de cabeza al área chica Vargas. Martín Rodríguez, quien había iniciado la jugada, la mete ante Ryan. Gol de Chile, no muy estético, pero fue el desahogo.

Vargas pudo anotar el triunfo. Alexis se la cedió y, con el arco desguarnecido, cabeceó desviado. Después de ver la repetición en la pantalla, Vidal y Hernández fueron a reclamarle el VAR al árbitro, por una mano de un defensor australiano. Australia perdió a Sainsbury, su mejor hombre en defensa, y entró Wright. A los 72', McLaren desvió desde el área chica y en la jugada siguiente Vidal quedó en inmejorable posición de remate. Luego Sánchez corrió por el medio, pero remató demasiado arriba.

No fue un día de inspiración para la Roja. Australia la hizo ver mal. Las individulidades no aparecieron. Llega a semifinales gracias a la cuenta de ahorro. Los espera el campeón de Europa y el futuro Balón de Oro. Una linda prueba para ver si el juego soñado de Chile logra despertar de la pesadilla.