La gente llegó a la Kazán Arena a ver a Cristiano Ronaldo, pero aunque no les falló y fue votado como el Jugador del Partido, terminaron de pie aplaudiendo la garra y el futbol colectivo de México, quien sobre la hora, con un remate del nuevo central del Roma, Héctor Moreno, terminó rescatando el 2-2 y logró la división de puntos en el estreno de ambas selecciones dentro de la Copa Confederaciones 2017.
Lo de Cristiano, para no variar fue mágico. Después de terminar una larga temporada europea como Campeón de LaLiga y bicampeón de Europa, era de esperarse que no brindara un juego tan físico; pero con su magia, su capacidad de anticiparse a las jugadas y su clase, le bastó para crear la primera oportunidad de gol para Portugal, que acabaría empujando Quaresma.
Con el balón en los pies, México fue muy competitivo y, sobre todo en la primera mitad, complicó el accionar del monarca europeo, que no podía salir de su propio terreno de juego. Pero cuando los de CR7 superaban la media cancha, los nervios se nos ponían de punta a todos los mexicanos, pues nerviosos atrás no ofrecieron un buen cotejo. Antes del primer tanto luso de la Copa, llegó la primera jugada polémica de la Copa, pues el gol que ya festejaba Pepe con el banquillo, a los 20 minutos, fue revisado por el VAR y México que agachaba la cabeza, recuperó las pulsaciones, el balón y el ánimo.
Al minuto 34 de la primera mitad se rompió la defensa mexicana y de fea forma. Primero, Carlos Salcedo se quedó corto y dejó que Cristiano avanzara con balón controlado y a velocidad, por la banda izquierda. El peligro puso nerviosos a los tres zagueros que quedaban en el fondo; Diego Reyes lo embistió, igual que Layún y hasta Héctor Moreno, quien desatendió la llegada de Quaresma por su espalda. La visión de Cristiano le ayudó a observar a su compañero y dejarle un bombón, que el veterano Quaresma aprovechó y agradeció, primero quitándose a Ochoa con la sola recepción y luego, empujando “suave-suavecito” al fondo del marco mexicano.
Pero México no se dio por vencido y ocho minutos más tarde, después de fallar un cabezazo frente a la puerta de Rui Patricio, Chicharito tuvo una segunda oportunidad. Para no variar lo asistió Carlos Vela, quien aprovechó un error defensivo de Raphael Guerreiro (a lo Salcedo) para matarla de pecho y ponerle medio gol al del Bayer Leverkusen, quien festejó de nuevo un gol importante en su historia con la Selección Mexicana.
Para la segunda mitad, los de Fernando Santos adelantaron líneas para apretar la salida mexicana y la respuesta de la banca tricolor (este domingo de blanco) fue sacar a su comandante, Vela, posiblemente por cansancio, y darle su lugar a Giovanni dos Santos; pero no el Gio del Mundial de Brasil sino una nueva versión que no tiene potencia y al que le sobran kilos.
En la recta final del partido parecía que ambas selecciones se conformaban con el empate, pues los nuevos valores de Fernando Santos, Gelson Martins, André Silva y Adrien Silva, no lograron desbordar a la defensa mexicana. Solamente parecía, pues vino el desborde esperado de Martins por la banda derecha; su centro fue malo y retrasado, pero un corte inoportuno y técnicamente mal ejecutado de Héctor Herrera le dejó el esférico en bandeja de plata a Cedric, quien agradeció el obsequio resolviendo el partido . Bueno, al menos eso parecía a falta de cinco minutos.
Faltaba lo mejor para los cerca de dos mil mexicanos en las gradas de la Kazán Arena, pues en el descuento Moreno vendría a rescatar el primer gran resultado de la era Osorio, con un brillante cabezazo.