Marta: "Sigo al Real Madrid por Cristiano, por su mentalidad de querer ganarlo todo"
Marta, ganadora de cinco Balones de Oro, repasó con AS los momentos más importantes de su carrera y habló de fútbol, su vida. Hoy se mide con España, a la que elogia por su progresión.
Usted es la jugadora más conocida de la selección brasileña y también del fútbol femenino. ¿Se siente un icono?
No. Me gusta que las personas me elogien, es interesante, pero no me gusta hablar de mi misma como un icono. Claro que sé la importancia que tengo dentro del fútbol y es una motivación para hacerlo siempre mejor dentro y fuera del campo, pero yo me considero una persona normal.
Pero hay mucha gente que cuando piensa en fútbol femenino piensa en Marta…
Creo que es fruto del trabajo que hago con tanto amor, cariño y dedicación. Y lo hago exactamente para que la gente se acuerde de mí de esta manera. Para que ayude en el crecimiento del deporte, principalmente entre los más pequeños, que se animen a practicar deporte. No es sólo en el fútbol sino en el deporte en general. Mi idea siempre fue dejar una huella positiva por donde he pasado. Creo que es por eso que la gente me ve con buenos ojos y eso me deja muy contenta, la verdad.
Esta alegría, simpatía y humildad siempre fueron una marca suya. ¿Siempre fue una preocupación mantener una buena imagen también fuera de los campos?
Yo siempre fui así y que la respuesta sea así de buena me deja muy feliz. Porque ésta fue mi actitud desde el principio. Por más fama o éxito que un deportista tenga en lo que hace, no es suficiente. Tienes que dejar cosas positivas. No puedo querer ser mejor que tú sólo porque yo juego mejor al fútbol. Quiero siempre ser mejor en lo que hago para incentivar a las personas que también busquen ser mejores en lo que hacen. En su trabajo, en la vida... No me gustaría salir en la prensa por algo que no fuera positivo. Por eso me importa tanto la imagen que dejo, para transmitir este mensaje y estos valores. Siempre fue así y ojalá sea para el resto de mi vida.
Mucha gente se pregunta ¿cuántos años tiene Marta?. Cuando se enteran que tiene 31 la respuesta es siempre de sorpresa: ¿Sólo?…
¡Gracias a Dios! (se ríe)
Eso demuestra que lleva mucho tiempo en el fútbol…
Empecé muy temprano. Por eso la gente cree que yo soy más mayor. Llegué a la selección muy temprano. Con 15 años ya estaba en las inferiores. Con 17 años, en la Absoluta. Y llegué en el momento de la transformación del fútbol femenino y fui creciendo con él. Juego desde hace muchos años y ojalá pueda jugar muchos más. Para eso trabajo mucho, para garantizar que mi carrera sea lo más larga que pueda en el más alto nivel.
Usted fue muy joven jugar a Suecia…
Fui a Suecia en 2004 y estuve ahí cinco temporadas seguidas. Llegué con 17 años, cumplí 18 allí, dos semanas después de llegar. Mi vida pasó por una transformación. En Brasil yo entrenaba tres veces a semana y jugaba torneos amateurs. No había entonces los torneos que existen hoy, la Copa de Brasil, la Liga, el Campeonato Paulista. Entonces fue en Suecia donde aprendí a vivir para el fútbol, que tenía que cuidarme, despertar temprano, hablar con la Prensa, participar en los compromisos del club, con patrocinadores. Mi formación como atleta fue gracias a mi mudanza tan joven a un país donde yo tenía que competir con atletas de alto nivel, lo que me obligaba a tener que estar en mi mejor nivel para poder destacar.
Usted habla del cambio deportivo, pero el cambio de vida, personal, de dejar un país tropical como Brasil para ir a vivir en los países nórdicos debió de ser muy difícil.
Fue muy intenso. La diferencia es brutal. Llegué en pleno invierno sueco, al norte del país. Cuando bajé del avión lo que vi me chocó mucho. Era de día y no había luz solar. Todo el rato nublado, oscuro. Metro y medio de nieve. ¿Habré venido al lugar correcto?, me preguntaba. No tenía ropa adecuada para enfrentar aquel clima y sentía mis huesos crujiendo. Pensaba: ¿Cómo vamos a jugar con este frío? ¿Dónde vamos a jugar? ¡Voy a morir de frío!. Pero es que había llegado en invierno, cuando no hay fútbol. La pretemporada se hace en locales cerrados, con calefacción. Cosas que fui aprendiendo con el tiempo. Viendo que no era para tanto. Y conociendo también las cosas buenas, la calidad de vida que existe allí. Además de tener la oportunidad de vivir de mi trabajo. Claro que la diferencia del sueldo entre el fútbol femenino y masculino es grande, pero yo ahí estaba viviendo de mi trabajo. Entonces lo positivo superó siempre lo negativo. Hizo que me olvidara que la comida era diferente, que el idioma era distinto y fui adaptándome. Y como dentro del campo de juego la comunicación era muy buena, facilitó todavía más el ciclo de adaptación.
¿Y en Suecia encontró la aceptación que, por increíble que pueda parecer, no tenía en Brasil, un país donde estaba mal visto el fútbol femenino?
Sí. En Suecia existe una igualdad mucho más grande en todos los niveles de la sociedad, no sólo en el fútbol. Nada más llegar ahí me di cuenta que los padres llevaban a sus hijos al estadio. Los equipos eran mixtos en los colegios, chicos y chicas. Todo mezclado. Y no eran sólo las chicas que me venían a pedir un autógrafo, a sacar una foto. Los chicos también. Eso es una motivación extra para trabajar, para crecer como atleta.
Además viene de Dois Riachos, Alagoas, un pueblo muy pequeño y pobre del noreste de Brasil donde estaba mal visto jugar al fútbol y que le ha tenido que romper muchas barreras.
Principalmente en aquella época, cuando yo empecé. Hoy ya se empiezan a notar los cambios. Existe una aceptación más grande. Varios clubes ya empiezan a tener escuelas de fútbol para chicas, que aceptan chicas en sus canteras. En mi pueblo entonces era peor todavía, era la única chica que jugaba. No tenía otra opción que jugar con los chicos. Para muchos aquello era un absurdo, porque no era normal ver a una chica en un ambiente que era considerado para chicos.
¿Y los chicos le dejaban jugar?
Ni siempre. Pero yo peleaba con ellos. La verdad es que ellos se quejaban porque cuando íbamos jugar los torneos en la región, contra equipos de otras ciudades, los rivales les ridiculizaban por tener una chica en el equipo. Decían que eran tan malos que tenían que tener a una chica para poder ganar. Y se sentían humillados por eso. Además porque yo destacaba, fui goleadora, ganaba trofeos... Y los chicos tenían muchos celos porque no aceptaban que yo pudiera alcanzar este potencial sólo por ser mujer. Y yo probaba lo contrario. Que el prejuicio era infundado.
Brasil se volcó con la selección femenina el año pasado, durante los Juegos Olímpicos de Río. Una foto que ya es histórica es de un niño brasileño que borró el nombre de Neymar de su camiseta y escribió Marta. Aunque no hubieran ganado una medalla (perdieron contra Suecia en la semifinal). ¿Fueron los JJ OO el paso final que faltaba para que Brasil abrazara de una vez a su selección femenina?
Fue muy importante. Los últimos años estamos viendo una mejora general en la selección. Cuando yo comencé faltaban un montón de cosas, incluso material deportivo. Jugábamos con la misma camiseta años seguidos. La camiseta oficial y el chándal de entrenamiento no cambiaban, eran siempre los mismos. Hoy tenemos todo bien, como los chicos. Cambió mucho, principalmente la aceptación y apoyo del público. Lo más importante. Entonces aunque no ganáramos el oro, que para nosotros era el objetivo, sentimos que el público nos abrazó. Que vieron nuestra entrega. El amor y el placer que tenemos por jugar el fútbol y por representar a nuestro país. Algo que siempre fue así, pero que el público no había tenido la oportunidad de verlo desde cerca antes. Fue la oportunidad de presentarnos ante nuestro país.
¿Qué dolió más? ¿Esta derrota contra Suecia o aquella derrota contra Alemania en la final de Mundial de 2007?
Dolió más ésta, en los Juegos. Todas las derrotas son difíciles, porque siempre jugamos para ganar todo lo que disputamos. Pero es que estábamos en casa. Fuimos muy bien en la competición. Sabíamos que jugar contra Suecia no sería fácil porque ellas ya habían perdido contra nosotras en la fase de grupos y que iban a jugar con once jugadoras en la defensa. Por saber exactamente que iba a ser así y no lograr ganar fue muy frustrante. Sigo haciendo preguntas de las que nunca voy a tener respuestas. Son cosas del fútbol donde, aunque sepas que un equipo es superior, el inferior siempre tiene la oportunidad de salir con la victoria.
Hasta muy poco tiempo, Marta fue la única futbolista (hombre o mujer) del mundo con cinco balones de oro. Y también es la jugadora mejor pagada del mundo. ¿Hay mucha diferencia entre este el status que tiene Marta y el que tienen jugadores como Cristiano Ronaldo y Messi?
La diferencia existe porque sabemos que existe una gran diferencia entre el fútbol femenino y el masculino. Las formas de valorar el masculino y el femenino. Mucha gente me critica porque yo nunca gané un Mundial. Pero Messi tampoco ha ganado nunca un Mundial. Él tiene cinco Balones de Oro como yo, pero veo que la gente me critica mucho más a mí que a él. Porque me gustaría a mí tener la misma estructura, sueldo y soporte que los chicos. Y no lo tenemos. Jugamos porque nos gusta el fútbol y es lo que sabemos hacer. Aunque no es algo a lo que le dé mucha importancia porque si empiezo a pensar en todos los problemas y barreras que todavía existen para el fútbol femenino sería imposible seguir adelante.
Muchos de estos futbolistas, con lo que han ganado en su carrera, podrían no volver a trabajar nunca. ¿Es el caso suyo?
¿Yo? (se ríe) Imposible. Claro que no. La diferencia económica es muy grande. Nosotros pasamos una vida entera para ganar, a lo mejor, lo que muchos de ellos ganan en meses. A lo mejor si juntamos el sueldo de todas las chicas no llegamos a lo que ganan ellos en un año. Pero es algo que no podemos parar a pensar tampoco, porque si no dejaríamos de seguir peleando por mejorar.
¿Qué piensa sobre el hecho de que el Real Madrid no tenga un equipo femenino?
Me suena que se lo están planteando. Es muy importante para el desarrollo del fútbol femenino que clubes grandes como el Real Madrid tengan un equipo femenino. Pero es algo que tiene que venir del propio club. Por eso yo creo que nuestra preocupación tiene que estar en cuidar a los clubes que sí tienen y apoyan al fútbol femenino, para que sigan teniéndolo y apoyándolo. Porque hablamos mucho de Barcelona o Real Madrid, pero nos olvidamos de los clubes medianos y pequeños que tienen equipos femeninos y casi no se habla de ellos. Entonces hay que apoyar al fútbol femenino en general, no un club u otro.
¿Se ve un día jugando en España?
Nunca se sabe. A lo mejor dentro de unos años. Yo es que no pienso mucho en dónde jugaré en el futuro. El foco hoy lo tengo en mi nuevo club, el Orlando Pride. En los proyectos que tenemos para el fútbol femenino en Estados Unidos y que me ilusionan muchísimo. Lo que me han ofrecido ahí es algo nuevo en mi carrera, que nunca tuve la oportunidad de vivir en otros clubes. El Orlando invierte en el fútbol. No existe diferencia entre el masculino y femenino en la estructura del club. Y eso es muy bueno porque es sentir que nuestro trabajo es tan valorado como el de ellos. Es una motivación para que más clubes hagan lo mismo.
¿Marta es más del Real Madrid o más del Barça?
Yo siempre seguí ambos clubes porque me gusta mucho ver y seguir fútbol. Pero los últimos años he seguido más de cerca al Real Madrid porque tengo una vía de comunicación más fácil con algunos jugadores del club y porque admiro mucho a Cristiano Ronaldo. Su dedicación a su profesión, a su trabajo, la mentalidad que tiene de querer ganar absolutamente todo, de cuidarse, de ser un atleta. Entonces él es el jugador que más sigo. Cuando él jugaba en el Manchester United yo seguía al Manchester United. Entonces hoy yo sigo más al Madrid y apoyo más al Madrid por él. Pero me encanta ver al Barcelona también. Para mí Neymar fue el mejor jugador del Barça en la temporada. Yo no soy de un equipo, me gusta ver fútbol y disfrutar del arte de los mejores del mundo. Si me sigues en Instagram vas a ver que siempre estoy viendo fútbol. Un día, de tercera división brasileña. Otro de la liga femenina. Otro de la Champions. Otro del campeonato sueco, estadounidense. De verdad que veo y disfruto de todo.
¿Si es de Cristiano Ronaldo, habrá disfrutado de su temporada con el Madrid, no?
Todo ser humano pasa por altibajos. Pero lo que veo en Cristiano es una capacidad inmensa de superarse en los momentos más difíciles, más bajos. Que siempre está concentrado en su objetivo. Está siempre muy seguro de sí mismo en lo que hace. Él entiende que su potencial es muy grande y que tiene capacidad de dar la vuelta a una situación de dificultad. Lo que me impresiona es todas las veces que necesitan de él, él está ahí. No falla. Fue lo que pasó este año. En los últimos partidos de la temporada Cristiano fue súper decisivo para el triunfo del Real Madrid en la Champions. Y como soy una persona que admira mucho a su fútbol, me quedé muy contenta, la verdad.
Hoy juega contra la selección española. ¿Cómo ha visto a España en los últimos años?
Está creciendo y evolucionando mucho y creo que se debe al apoyo de los clubes españoles, a la liga española. Hace unos años ni oíamos hablar de que existía liga de futbol femenino aquí en España. Hoy todo el mundo ya sabe que existe y que la calidad ha mejorado mucho. Los clubes están ofreciendo buenas condiciones y estructura. El mismo Barcelona tiene a siete chicas de la selección española jugando juntas, lo que ayuda a la selección nacional. Y las españolas tienen buena técnica. Es sólo una cuestión de incentivo y de dar continuidad al trabajo. Hace unos años era una selección normal y hoy ya figura entre las diez mejores del mundo. Y todavía queda mucho margen de mejora. Sólo necesitan que les sigan apoyando y trabajando su potencial.
Muchas las conoce, ya ha jugado con Jenni Hermoso y Vero Boquete…
Sí. Las conozco bien. Como dije, tienen muy buena técnica. Vero es una jugadora que tiene una visión del juego fantástica. Jenni es una futbolista que destaca por las jugadas individuales, de arrancada y habilidad. Son la referencia del fútbol femenino español pero hay muchas otras que son muy buenas futbolistas. Incluso tiene Martas… (ríe)
Escuchándole hablar, con todo el conocimiento que tiene y esta pasión por el fútbol, veo una futura entrenadora…
No voy a dejar el fútbol, de esto no tengo dudas. Pero entrenadora yo no sé... Porque es muy exigente y yo quiero seguir con esta carita de 20 añitos (se ríe). Cuando eres entrenadora envejeces antes, salen las canas. Demasiado estrés.
Brasil tiene, desde noviembre, su primera entrenadora de la historia, Emily Lima. Es un paso enorme hacia delante, ¿no?
Ella lleva años trabajando con el fútbol femenino. Fue entrenadora del mejor equipo de Brasil y nos sentimos muy orgullosas de ella. Fue un paso más, una caída de un prejuicio que existe de que la mujer no puede hacer eso o aquello. Lo único que pedimos es tiempo. Tiempo para desarrollar nuestro trabajo. Porque hay una confusión muy grande entre las formas de trabajar el fútbol masculino y el femenino. Un entrenador tiene diversas opciones para formar una selección masculina. Un sin número de jugadores en todas las posiciones. El fútbol femenino no tiene el mismo número de clubes y de futbolistas de alto nivel. Son muchas menos jugadoras y para encontrar las piezas necesarias para montar una selección exige tiempo y cuando encuentras hace falta mucho trabajo para que ella sepa sus responsabilidades y su valor para el grupo. Cómo tiene que estar física y mentalmente. Es un trabajo casi de formación, muy distinto del fútbol masculino. Por eso necesita tiempo.
Ha estado en todas menos una ceremonia de los Balones de Oro, cinco como ganadora y las otras entre las tres mejores del mundo. ¿Qué se siente?
Que me hacen gastar mucho dinero con vestidos y zapatos (se ríe). Es siempre un placer y un honor. Da igual los años, una vez que estás ahí y empieza la ceremonia los nervios son los mismos. Piensas en lo que vas a decir si ganas. Es un momento muy especial, fascinante, para una atleta que siempre soñó llegar ahí, entre los mejores. Y a cada año que pasa, cuando llegas ahí, la sensación es la misma: ¡Guau! ¿De verdad que estoy aquí?!. Con la cantidad de gente que existe en este planeta tú eres uno de los mejores en lo que haces. La mejor del mundo entre tantas jugadoras increíbles. Es un momento muy mágico.
¿Piensa en el futuro?
Mi futuro es ahora. No vale de nada pensar en el futuro, si me olvido de hoy. Y todos los días me pregunto qué puedo hacer para ser mejor hoy: dedicarme, cuidarme. Yo no tengo más esta ambición de ser la mejor del mundo. Quiero siempre tener esta sensación de que estoy entre las mejores y en el más alto nivel. Es eso lo que me motiva. Pero para eso hace falta una dedicación diaria. Yo ya no tengo 20 años. Tengo 31. Entonces a lo mejor cosas que hacía con 20 yo ya no puedo hacer. Perder noches de sueño, no alimentarme bien, no estudiar a fondo las rivales y sus debilidades. Cuando tenía 20 años daba igual quien tenía por delante. Hoy en día hace falta un trabajo mucho más intenso para poder jugando en alto nivel.
¿Qué España espera encontrar?
Un equipo muy bien organizado tácticamente. Un equipo sólido, técnico y que sabe cuidar la posesión del balón. Creo que será un partido muy intenso y una excelente oportunidad para dar continuidad al trabajo de nuestra nueva entrenadora.
¿Y qué espera de España en Eurocopa?
Llega fuerte. Pero también Alemania, Suecia… Para mí es maravilloso ver esta progresión de España. Está viviendo lo que vivió Francia hace unos años. Francia tampoco era una potencia europea y hoy es una de las mejores selecciones del mundo. España hoy está viviendo esta transformación y eso es bueno para todo el fútbol femenino, que cada vez más países jueguen en alto nivel.