Zidane y la Juventus vuelven a cruzar sus caminos en Cardiff
El entrenador del Real Madrid jugó la final de la Séptima como jugador de la Juventus, que no ha ganado el título desde que fichó al francés.
Zidane entró el año pasado en el olimpo de entrenadores que conquistaron la Champions tras haber sido campeones como jugador. En Cardiff puede inaugurar otro olimpo: el primer entrenador que gana dos Champions consecutivas. Para ello tendrá que superar a una vieja amiga, la Juventus. El francés se ha enfrentado seis veces a su exequipo: cuatro como jugador (dos victorias de local y dos derrotas como visitante) y dos como segundo entrenador de Ancelotti (triunfo en el Bernabéu y empate en Turín).
El ahora entrenador del Real Madrid llegó a la Juventus cuando el Calcio era el lugar en el que había que estar y la Serie A miraba por el retrovisor a un pujante campeonato español que comenzaba a venderse como La Liga de las Estrellas. La Vecchia Signora, campeona de Europa, se fijó en un joven del Girondins de Burdeos con peinado de tendencia monacal que llevó al equipo aquitano al subcampeonato de la UEFA previo golazo al Betis en el Villamarín.
En Turín estuvo un lustro que coincidió con la Edad de Oro de la selección de Francia. Los dos veranos que estuvo con Les Bleus siendo bianconero cruzó de vuelta los Alpes para reincorporarse a su club con la Copa del Mundo y la Eurocopa bajo el brazo. También recogió un Balón de Oro y levantó dos Scudettos. Pero la Copa de Europa se le negó dos veces. Dortmund y Real Madrid se interpusieron en su camino.
Nunca volvió a estar tan cerca de la Champions en el viejo Delle Alpi. Su anhelo de levantar La Orejona se reactivó tras leer una servilleta manuscrita por Florentino Pérez. “¿Quieres venir al Real Madrid?”, le escribió el coleccionista de Galácticos. Zidane no dudó en su respuesta afirmativa. “Fue uno de los días más felices de mi vida”, comentó años más tarde siendo ya entrenador del Castilla.
Fue el fichaje estrella para la temporada del Centenario. Y la Champions vino a sus manos a la primera intentona, respondiendo a la llamada de su mítica volea en Glasgow en el momento cumbre del Madrid de los Galácticos.
La Juve se cruzaría un año más tarde en su camino, reclamando lo que Zidane no le había dado. El Madrid cayó eliminado en semifinales. Turín marcó el principio del fin de Del Bosque y de aquel majestuoso equipo en el que Zidane era el paladín de la finura y la elegancia. El Madrid ganó 2-1 en el Bernabéu, pero la Juventus remontó la eliminatoria en la vuelta (3-1). Los Galácticos, como la carrera del francés, perduraron tres años más de blanco, pero solo sumarían dos nuevos títulos a las vitrinas del Bernabéu: el alirón entonado semanas después y la Supercopa de España de ese mismo 2003. Dos temporadas más tarde, comenzó la travesía por el desierto del Madrid en octavos de la Champions. Los blancos volvieron a ganar en casa (1-0), pero la Juve remontó una vez más (2-0) en el choque de vuelta en Italia.
Cerrada su carrera como futbolista profesional, se ha vuelto a cruzar con la Juventus en dos ocasiones. En 2013 vistió ambas camisetas en el Corazón Classic Match, el partido benéfico que el Bernabéu acoge cada final de temporada. Meses más tarde siendo ya segundo de Ancelotti en el inicio de su meteórica carrera como técnico, se enfrentó a la Juventus en la fase de grupos del año de la Décima. Victoria blanca (2-1) en el Bernabéu y empate (2-2) en Turín meses antes del antológico gol de Ramos en Lisboa.
Cuatro Champions del Madrid y dos finales perdidas por los italianos desde aquel choque de Amsterdam, la Juventus desea interponerse entre Zidane y los anales y conquistar la Champions que le es esquiva desde que unió su destino al del galo.