En el verano de 2013 el Málaga acordó con el Real Madrid el traspaso de Isco. La operación se cerró en 30 millones de euros. Florentino Pérez acordó con Vicente Casado, entonces director general del Málaga, que el pago de la mencionada cantidad se haría de la siguiente manera: 27 millones de euros al contado y tres por objetivos.
Y dichos objetivos se fijaron. El Real Madrid pagaría en los cinco siguientes años (hasta el 30 de junio de 2018) un millón por cada título de Liga que ganase. En realidad, el club blanco ofreció al Málaga la posibilidad de cobrar por Champions obtenida. Pero el Málaga prefirió el torneo de la regularidad. Desde entonces, el Madrid ha sido dos veces campeón de Europa y ninguna de Liga. Ha dejado de cobrar dos millones. El domingo puede recibir uno si se proclama campeón.
En aquella negociación, el Málaga tenía una opción preferencial sobre jugadores del Real Madrid. Los malaguistas pidieron a Morata y Jesé, mientras que el Real Madrid ofreció a Cheryshev. Aquello jamás se llevó a efecto. Lo que sí se acordó con el paso del tiempo fue la actual cesión del canterano Diego Llorente. El defensa podría prolongar su estancia en La Rosaleda.