Si la semana pasada al Barça le correspondió un “arrepentido” que pasó de futbolista expulsado a árbitro como Szymon Marciniak, hoy quien dirige el Barça-Juventus en el Camp Nou es un millonario. Según estimó en 2016 el portal holandés quotenet.nl, Bjorn Kuipers (1973) tiene amasada una fortuna de unos nueve millones de euros. En esa cifra se estiman unas ganancias procedentes de varios negocios, especialmente el franquiciado de varios supermercados de la conocida cadena holandesa C-1000. Licenciado en Dirección y Administración de Empresas, Kuipers también es propietario de una peluquería en Oldenzaal, la localidad de unos 30.000 habitantes donde nació.
Kuipers, hijo de árbitro, empezó jugando en KVV Quick’20, un club semi-amateur de su ciudad. Pero sus intereses iban en otra dirección. Primero, en su formación académica. Se graduó en la Universidad Radboud de Nimega. Kuipers está envuelto en un par de polémicas que tocan de cerca al Barça o a sus jugadores. En 2010, fue designado para un caliente Ajax-PSV en el que Luis Suárez mordió el hombro derecho de Otman Bakkal y no expulsó al futbolista, que repetiría el episodio varias veces. Kuipers no se percató de la acción, lo que le granjeó duras críticas de la prensa. Además, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions 11-12, el holandés señaló un penalti por agarrón de Nesta a Sergio Busquets que indignó a Allegri. Este se quejó de que el colegiado podría haber parado la acción antes de que la pelota se pusiese en juego. El Barça acabó ganando 3-1 y en semifinales.
Kuipers, árbitro experto, dirigió también la final de la Copa Confederaciones 2013 que jugaron la Brasil de Neymar y España (3-0), la final de la Europa League de 2013 (Chelsea-Benfica) y la final de Champions de Lisboa de 2014 entre Real Madrid y Atlético.
