NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MÓNACO-DORTMUND | LACOMBE

"En Mónaco me preguntaban por qué hacía jugar a Aubameyang"

Guy Lacombe, extécnico del gabonés en el club monegasco, analiza a su exjugador antes del regreso de este a Mónaco con el Borussia Dortmund.

Guy Lacombe da órdenes durante un partido como entrenador del Mónaco.
BERTRAND LANGLOISAFP

Técnico reconocido en Francia, Lacombe tuvo a sus órdenes al delantero del Dortmund en 2010 y vio en él un potencial que pocos creyeron cierto. Ahora, con 61 años, es responsable de formación de técnicos franceses en la FFF. Fue también tutor de Zidane en su inicio en el Castilla. Con mucho cariño, Lacombe repasa los primeros pasos de 'Zizou', al que sigue llamando 'Yazid', como lo hacía en el Cannes al inicio de los años 90.

- En 2010, el Mónaco, club al que usted entrenaba, logra la cesión de Aubameyang. ¿Qué le gustaba de este jugador que era casi desconocido?

- Venía de una buena temporada en la segunda división con el Dijon, donde había marcado ocho goles y otra donde había jugado poco en el Lille en Ligue 1. Pero, cuando los dirigentes me propusieron tenerle cedido con opción de compra, lo vi con buenos ojos. Veía un potencial importante en él, aunque los dirigentes poco a poco me dijeron que era demasiado torpe. A veces confundía velocidad y prisa, pero era sólo por su juventud y no por sus cualidades. Tenía buena técnica; sólo necesitaba tranquilidad y tiempo.

- ¿En que posición le hacía jugar?

- En los 19 partidos que jugó actuaba como extremo derecho por su velocidad, por su manera de moverse sin el balón y por su buen físico, porque tiene mucha resistencia. Recuerdo que, dos meses después de su llegada, les dije a los dirigentes que le comprasen, ya que costaba poco más de un millón de euros, pero no me hicieron caso y a mitad de temporada, cuando me despidieron (el equipo estaba decimoséptimo y había sido eliminado de la Copa de Francia por un conjunto amateur), rompieron su contrato y Aubameyang se fue al Saint-Étienne.

- Sus dirigentes habían dicho que era un jugador «patético»...

- No sé si usaron esa palabra, pero es verdad que a veces fallaba goles cantados. Pese a ello, yo miraba también el hecho de que había logrado generar esas ocasiones. Es alguien a quien le gusta el fútbol y sabía que mejoraría, ya que había marcado solamente dos goles con nosotros. El problema del Mónaco en este periodo no era él, sino el centro del campo. No teníamos la calidad suficiente, según mi opinión. Intentamos fichar a Valbuena, que jugaba en Marsella, pero al final no pudimos hacerlo. Creo que Aubameyang sintió que no tenía la confianza de sus dirigentes en Mónaco. Muchas veces me preguntaron por qué le hacia jugar y esto le perjudicó. Al final su futuro me dio la razón.

- ¿Le sorprendió su gran papel en Saint-Etienne y luego en el Dortmund?

- Tuvo meses complicados, pero después cogió confianza en su juego y cambió de dimensión. Es un jugador con una gran alegría de vivir, que siempre se entrena con una sonrisa. Para un técnico, eso es increíble, así que no me sorprendió su explosión. Además, tiene a su alrededor a su padre, Pierre Aubameyang, que conocía el mundo del fútbol, y eso le ayudó. Creo que si le hubiéramos comprado, habría triunfado en el Mónaco. Pero no fue así.

- Le siguen grandes equipos europeos, como el Madrid, por ejemplo. ¿Puede triunfar en un club tan importante?

- Ya está en un gran club, pero hay clubes con más dinero que podrían hacerle ser un jugador aún más grande. Con las cifras que tiene, es normal que los más grandes se interesen por él y le veo capacitado para triunfar en esos clubes.

- ¿Usted mantiene contacto con él?

- No, cuando estaba en Saint-Étienne era más fácil, pero ahora que juega en Alemania es más complicado.

- ¿Cómo ve la eliminatoria entre Mónaco y Dortmund después de la victoria del club del Principado en Alemania?

- El 2-3, fuera de casa, es un gran resultado. Hubiera sido mejor el 1-3, eso seguro, y habrá que tener cuidado. Me recuerda a cuando entrené al Sochaux y logramos un 2-2 allí (en 2004, en la segunda ronda de la UEFA). Ganábamos 2-0 y al final lograron el empate. En la vuelta, ganamos 3-0 y no estaba tranquilo hasta que marcamos un nuevo tanto. Tengo mucho respecto por el fútbol alemán, es muy ofensivo y puede poner en dificultad a muchos equipos. La eliminatoria no está sentenciada todavía, sobre todo después de lo que ocurrió en el primer partido con el atentado. El Dortmund tiene ganas de revancha.

- Si se clasifica, ¿ve al Mónaco con opciones de ganar la Champions?

- Quedarán otros tres grandísimos equipos, pero el Mónaco ha mostrado todas sus virtudes en varios partidos. Tienen grandes jugadores, un equipo sólido y fuerte. Si no hay ausencias por lesiones o amonestaciones, tienen sus posibilidades. Puede ser el año del Mónaco.

- Vamos a hablar ahora de su papel en el mundo del fútbol. Usted se ocupa en la Federación de la formación de los técnicos y hace un poco más de un año le tocó observar a Zidane en el Castilla, ¿verdad?

- Sí, fui a Madrid para verle en acción con sus ayudantes y hablamos mucho. A veces necesitaba que le tranquilizaran y ser respaldado para encontrar soluciones… Ha hecho las cosas en orden y es un modelo para los demás. Ha sido ayudante y después se fue a entrenar al equipo reserva de un gran club; eso fue una buena idea, le permitió aprender la tarea de entrenador con 70 u 80 cosas que decidir cada día. Con el primer equipo, las decisiones son un poco más importantes, pero es el mismo problema, ganar los partidos, y el mismo deporte. Yazid acertó con esta decisión. No fue fácil, pero ha trabajado mucho y ha sido recompensado. Igual le pasó como jugador: tenía talento, pero fue uno de los mejores porque trabajó mucho.

- ¿Fue él quien le pidió venir a Madrid?

- No, está incluido en la formación de la Federación francesa de fútbol: ir a ver los entrenadores. Fui también el tutor del exjugador del Bayern, Willy Sagnol, por ejemplo.

- ¿Cómo ve a Zidane en este momento?

- Vi al Yazid que conocí en el Cannes, cuando lo entrené en el centro de formación. Claro, no era el mismo jugador, pero tenía los mismos valores: discreción, mucha atención a los consejos, respeto… Es alguien que escucha mucho y conserva las cosas que le damos. Volver a verle en el centro de entrenamiento del Real Madrid junto a David Bettoni, al que también entrené, fue un orgullo increíble. Pensar que estos dos que tenía conmigo en el equipo reserva del Cannes en 89-90 entrenan al Real Madrid es un orgullo inmenso. Cuando les miro, no tengo 61 años, sino 12 (se ríe).

- ¿Le sorprendieron sus éxitos como entrenador?

- Un entrenador debe estar en el sitio justo en el momento adecuado. El Real Madrid para Yazid era el mejor sitio. Conoce el club como pocos, tiene buena relación con el presidente, fue jugador, ayudante, entrenador del Castilla... A lo mejor en otro equipo hubiera podido tener más dificultades. Pero es un entrenador diferente, habla mucho con sus jugadores y ellos tienen mucho respeto hacia él por su gran carrera. Y como no ha cometido ningún error, ha guardado esta confianza del grupo. Pocos pueden entrenar al Madrid y Yazid es uno de estos grandes. De momento, está bien en LaLiga y en Champions, pero quedan los últimos partidos, los más importantes.

- En el Real Madrid es complicado quedarse mucho tiempo en el banquillo. ¿Podría lograrlo Zidane?

- Es su gran reto. Ya ha marcado la historia del Madrid ganando la Champions, pero si sigue manteniendo su gran relación con Florentino Pérez, puede marcarla aún más, siendo un entrenador que dure varias temporadas.

- ¿Y después? ¿Será seleccionador de Francia?

- Me gustaría. No ahora porque Deschamps está haciendo un gran papel, pero sí cuando él deje el cargo; pienso que el mejor colocado es Yazid. Y me parece que le interesa, pero no ahora. Cada cosa a su tiempo.