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REAL MADRID

Ramos al equipo y afición: "Hay que ser indestructibles"

El capitán del Real Madrid y la Selección habló para el programa 'Universo Valdano' de Bein. Repasó toda la actualidad, desde las polémicas de Piqué al estado del equipo
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Ramos al equipo y afición:
"Hay que ser indestructibles"

El canal beIN LaLiga ha ofrecido una entrevista de Sergio Ramos con Jorge Valdano dentro del programa 'Universo Valdano'. El capitán del Real Madrid y la Selección habla de su relación con Piqué. El de Camas asegura que las declaraciones de Piqué hacen daño, pero que él debe evitar responder y mantener una actitud más moderada como portador del brazalete de ambos conjuntos. Además, repasa todo lo que rodea al Real Madrid. Así transcurrió la entrevista entre Valdano y Ramos:

Jorge Valdano: Siempre estás enterado de toda la actualidad.

Sergio Ramos: Como bien dices, a mí siempre me ha gustado estar en la actualidad. Sea bueno o malo, como decía mi abuela, por lo menos que hablen.

J.V: Atrevimiento desde siempre.

S.R: Me ha tocado evolucionar y aprender muy rápido porque el fútbol te va dando palos duros y te toca aprender porque si no te vas quedando atrás. Desde que empecé todo ha sido un cúmulo de sueños alcanzados que no me ha dado tiempo a disfrutarlos, pero me ha mantenido en la actualidad día a día. He sido siempre una persona con mucho carácter y siempre he dicho lo que pienso en cada momento. Ahora la experiencia te hace contar hasta 10 y decir las cosas de otra manera y poco a poco lo he ido sobrellevando y he mejorado en ese aspecto.

J.V: Empezaste muy joven en primera división.

S.R: Tuve la suerte de debutar con 17 años en Primera, que eso está al alcance de muy pocos. Estoy muy agradecido a Caparrós, que fue el primer entrenador que apostó por mí, que era un chaval que como se dice en mi tierra no había jugado ni con focos. Tener el atrevimiento de apostar por un chaval joven con fichajes de renombre como el de Alves en su día, que lo dejó en el banquillo por poner a Sergio Ramos, un chaval de la cantera que tenía proyección, pero que todavía no era nadie, pues es un acto que siempre voy a agradecer a Joaquín.

J.V: Apostaste por el fútbol, te gustaban mucho los toros.

S.R: Sí, me gustaban mucho los toros porque mi pueblo, Camas, es un pueblo muy taurino. Tenemos dos grandes figuras del toreo como Paco Camino y Curro Romero y estaba ahí, entre medias. Pero mi madre me dijo te pido por favor que disfrutes dándole a la pelota y no me hagas pasar malas tardes. Quería soñar, quería ser algo y es cierto que eran las dos cosas que más me tiraban. Tanto la pelota como el mundo del toreo es un feeling que se tiene desde pequeño y que intentas luchar por el sueño que quieres alcanzar.

J.V: Dejar los estudios por el fútbol te resultó difícil al ser una persona curiosa.

S.R: En mi caso como fue todo tan rápido. A los 14 años Manolo Jiménez me sube al Sevilla B, y el Sevilla B es ya algo más profesional. Entrenabas todas las mañanas y en horarios como a día de hoy, no por las tardes. A los 14 años tomar la decisión de dejar los estudios que es habitual para un niño, que tus padres siempre priorizan siempre eso, llega un momento en el que te tienes que plantear si dar el paso o no. En mi caso tuve que empezar a entrenar por la mañana con el B, a los 15 ya juego partidos amistosos con el primer equipo, con 16 Joaquín me sube a entrenar con ellos y jugaba con el filial. Son muchos cambios para un niño de solo 14 años. Entrenaba por las mañanas e iba al colegio por las tardes, pero con un ritmo de entrenamiento tan alto y lo que necesita un deporte de élite que es prácticamente vivir por y para el fútbol. No tienes tiempo. Tienes que entrar a las 15 de la tarde al colegio para salir a las 20. Prácticamente llegaba a las 14 o 14 y media a mi casa. Comía y estaba muerto. Me quedaba dormido en las clases, incluso a mi padre le llamaban para decírselo. Ya no es que no es que no quiera estudiar o no tenga tiempo para hacer los deberes, es que me cuesta trabajo...

J.V: Me cuesta trabajo verte como un muerto, te veo tan superdotado físicamente...

S.R: Eso sí, pero el nivel de exigencia de un chaval de 14 años compitiendo con gente de 30 y de 20, pues el ritmo es muy alto. Yo físicamente estaba muy bien, pero el cuerpo necesita descansar, necesita comer bien y necesita entrar en una dinámica de élite que no es habitual en un niño. Con el tiempo pues afortunadamente el Madrid no solo me ha hecho crecer como futbolista, sino como persona. Me ha ido educando y para mí es un privilegio. A día de hoy si tengo más tiempo para organizarme, para intentar ahora aprender inglés, intentar formarme leyendo mucho... Poco a poco he ido cumpliendo mi sueño, mis objetivos y no descarto el día de mañana, cuando termine mi etapa como futbolista, focalizarme en mi aprendizaje, en mi formación, que para eso siempre ha tiempo.

J.V: Decisiones como dejar los estudios por el fútbol provocaba debates familiares. Tu siempre le has dado mucha importancia a la familia.

S.R: Yo siempre antes de dar un paso siempre he escuchado a mis padres, a mi hermano que siempre ha sido la persona que ha estado más cercana a mí, y obviamente siempre han respetado mi decisión. Pero en esa época era un niño y fue una opinión general de la familia. Es ahora o nunca, el niño está creciendo, puede dar un paso enorme de cara al mundo del fútbol y hay que aprovecharlo. Si después se tuerce el tema lo metemos de nuevo en el colegio y que tenga tiempo para su formación.

J.V: Llegas al primer equipo siendo lateral derecho, en quién te fijas. Lo tuyo ha sido un proceso largo de aprendizaje.

S.R: Siempre he tenido una persona de tu quinta, Pablo Blanco, que siempre me decía que en el mundo del fútbol hoy en día no hay laterales- Yo decía que me gustaba estar en las posiciones de 3 arriba. Yo venía de las categorías inferiores siendo extremo, pivote y si me gustaba estar en contacto con el gol. En esa época que cogíamos a equipos y goleábamos con una diferencia enorme, pues me gustaba tener ese protagonismo, ese gol, esa dedicatoria a tu padre, a tu madre...

J.V: Qué raro que te convencieran...

S.R: Al final poco a poco si me fueron retrasando, de defensa, me ponían de central, de lateral... Y Pablo me lo decía mucho, hazte un buen lateral derecho, que a día de hoy hay muy pocos y quizás sea un camino más fácil para triunfar. Me focalizaron un poco ahí y poco a poco debuté en primera, tuve la suerte de venir aquí... Y esa ventaja que tuve de pequeño de ser polivalente a la hora de un entrenador decir jugar aquí o jugar allí. Recuerdo una vez con Caparrós que se complicó un partido y me puso de delantero y como esa en la cantera te puedo decir infinidad de partidos que se complicaban y me iba arriba y nos quedábamos con uno menos tras. Siempre tuve ese pellizco goleador o es alma de 9 que a día de hoy he podido mantener y he ayudado a mi equipo en momentos muy determinantes.

J.V: Su salida del Sevilla. Polémica.

S.R: Han pasado muchos años y es cierto que quitando este último partido en Copa que tuve un gesto que marcó mucho a cierta gente, pero no se explicó bien mi salida. Se explicó y se malinterpretó porque en esos momentos interesaba contarlo así para proteger la imagen del presidente y al final lo vas dejando pasar. Yo soy sevillista, mi familia es sevillista y eso por mucho que piten o por mucho que opinen no lo va a cambiar nadie. AL final lo dejas al margen, intentas que con el paso de los años cambien. No ha sido así, pero el sevillismo tiene mi respeto, aunque hay una parte que me ha insultado, que no ha parado en cada visita que he hecho. Más actos que he tenido yo a nivel personal, simbólicos con el sevillismo con el caso de Antonio Puerta, no ha sido en ningún momento para cambiar nada porque es algo que me sale de dentro, actuar de esa manera. Soy como soy y tengo la conciencia muy tranquila. Me hubiese gustado que fuera de otra manera, no fue así, pero tampoco he podido hacer nada más.

J.V: No dijiste nada para ayudar al Sevilla, no crear polémica y se ha vuelto en tu contra.

S.R: Sí, no se aclaró bien en su día que lo mío no fue un pago de cláusula, fue un acuerdo que hubo entre el Madrid y el Sevilla. Se vendió de otra manera para que la gente no se le echara encima y con el paso del tiempo sí es cierto que la cosa se enfrió bastante porque la gente poco a poco fue sabiendo la verdad. En estos últimos tiempos por mi dedicatoria después del gol a una parte de los ultras del Sevilla por los insultos y por las faltas de respeto a mi familia, tuve ese acto de rebeldía, pero por supuesto el sevillismo va a tener todo mi respeto hasta el último día de mi vida.

J.V: Llegar a los 19 años al Madrid. Dificultad.

S.R: Yo creo que tiene un par de visiones distintas. En el sentido de que habían pagado mucho dinero por un chaval joven que prácticamente no había hecho nada en el mundo del fútbol. Para mí era un reto personal querer demostrar ese agradecimiento al presidente por el esfuerzo que hizo trayéndome a este club. Y después también tenía una tranquilidad tremenda sabiendo que estaban todos los galácticos y si perdíamos prácticamente de mí no se iba a hablar. En ese aspecto me sentía protegido porque sabía que estaba Raúl, estaba Ronaldo, estaba Beckham, estaba Roberto, Iker, estaban todos de los cuales iban a hablar antes que de un chaval joven que acababa de llegar. Yo creo que esa fue una de las cosas que me hizo jugar con mucha tranquilidad, con mucha confianza en mí mismo y con muchas ganas e ilusión de comerme el mundo. De querer demostrar el esfuerzo que habían hecho en mí y que aquí no tiene que venir siempre un defensa veterano, con experiencia... sino que el joven que se lo curra, pone humildad y pone trabajo y pone sacrificio, al final tiene muchos matices para acabar triunfando.

J.V: De lateral a central. Adaptación.

S.R: Como era un puesto que había alternado muchísimos años atrás, no me costaba para nada adaptarme incluso en un mismo partido que empezaba de lateral y terminaba jugando de central. No era algo que me costase ningún esfuerzo. Conforme fueron pasando los años lo que más he podido perder quizás sea velocidad. No tengo la misma rapidez que tenía cuando llegué, que perdía 3-4 kilos por partido de subir y bajar la banda. Pero sí es cierto que ganas en experiencia, en posicionamiento táctico... que por mucho que quiera un joven sí tiene mucho que aprender y eso te lo da el tiempo, los partidos y en eso sí me siento un privilegiado. Es una inversión, invertí velocidad, pero gané experiencia.

J.V: Condición de defensor y visibilidad de cara a los más pequeños. Ejemplo a seguir

S.R: El Madrid genera la repercusión mundial que tiene cualquier pequeño acto que puedas tener, no solo dentro del campo, sino fuera. Todo se magnifica, todo tiene una repercusión global muy importante, por eso tienes que cuidar a la perfección cualquier mínimo detalle de una acción que puedas hacer. En ese aspecto todo te hace madurar por 10. Lo que puedes madurar en cualquier otro sitio, en el Madrid los palos que te pegan son por 100. Por lo tanto, te hace más fuerte y te hace saber bastante más rápido que en cualquier otro sitio.

J.V: Liderazgo, ejemplos que tuvo para ejercer la capitanía.

S.R: Yo creo que he aprendido de muchísimas personas. Tanto del entrenador que confió en mí, como el que no confió en mí, con el que me ponía de titular que fueron casi todos, como un par de ellos que no me pusieron.

J.V: Tienes memoria para eso

S.R: Sí, sí, tengo memoria. Soy un poco rencoroso...

J.V: No te recuerdo de suplente

S.R: Un año que tuve un accidente de joven con la moto y me invité una parafernalia, una mentirijilla para intentar hacer ver que no era un accidente de moto, pero se enteraron y me puso de suplente todo el año. Me dijo que me dedicase plenamente al fútbol y que dejase cualquier otra cosa.

J.V: Eso enseña también, ¿eh?

S.R: Sí, por eso digo, aprendí tanto de los entrenadores que confiaron y me pusieron, que fueron muchos afortunadamente, tanto como del que no me puso. Todo fue un aprendizaje.

J.V: Y jugadores.

S.R: Jugadores también estoy muy agradecido. Como hablabas Jorge de líder, yo creo que líder se nace, pero a lo largo del tiempo uno se hace. Yo siempre de niño tuve un carácter, tuve una actitud. En el colegio, por ponerte un ejemplo, siempre me posicionaba del niño que se burlaban, del niño que le intentaban pegar, pues yo con mi forma de ser que siempre estaba con los más atrevidos, con los que llevaban un poco la batuta. En ese sentido yo me ponía del lado del chaval, no lo tocaba nadie porque si no sabían que tenía que ir a frente conmigo. En ese aspecto va en la forma de ser de cada uno. A lo largo de mi carrera he aprendido de muchísima gente. En el Sevilla B me acuerdo de Juanjo Bezares, que jugó en el Cádiz, me trató como si fuera un hermano. Hacía hincapié en los canteranos cuando había jugadores que no tenían tanto protagonismo como él y a nosotros ni nos miraban. Al fin y al cabo, vas aprendiendo y uno piensa, si en el día de mañana me toca estar ahí, debo mirar a los chavales como Bezares, no como otros que prácticamente no nos dan ni los buenos días y nos miran por encima del hombro. En ese aspecto después en el primer equipo, Darío Silva, que a día de hoy es amigo íntimo, Pablo Alfaro y Javi Navarro. Es gente que ha sabido manejar un vestuario, que he podido absorber la energía positiva, sus conocimientos, su manera de manejar todo eso y poco a poco me he ido nutriendo de lo mejor.

J.V: Es raro que un chico de 17 se fije en gente tan veterana.

S.R: Mi padre siempre hizo hincapié en ese aspecto. Venía mosqueado del entrenamiento y no me ha gustado y no le he respondido por respeto. Me iba intranquilo a casa, me iba con un pellizco en el estómago y mi padre siempre al día siguiente me decía vete y habla con el míster y le dices lo que le tengas que decir. Lo coges a solas y que vea que te quedas tranquilo. No te vayas siempre a casa con algo dentro que puedas decirle y él te pueda ayudar. Y en ese aspecto mi padre me decía pégate a ese o pégate al otro que vas a aprender. Darío Silva ya en su última etapa en el Sevilla ya me decía illo, tu haz lo que yo no hago, haz todo lo contrario. Y yo no tenía carnet de conducir, me esperaba porque sabía que yo terminaba el entreno y me iba al gimnasio y me decía que no me preocupase. Después lo veías en el coche con los pies arriba bebiendo mate y leyendo la prensa esperándome. Darío Silva que ha sido una figura mundial y eso me ha ido formando de tal manera que, a la hora de llegar al Madrid, también tratar con Raúl, con gente veterana, capitanes... Casillas después en la selección. Poco a poco te vas creando una forma de ser gracias a todos, pero con tu propia personalidad.

J.V: Rasgo tuyo de decir las cosas cara a cara sigue dando resultado.

S.R: Sí, pero el tiempo a veces te hace contar hasta 10, decir las cosas de otra manera. En el Madrid aprendes, porque cualquier cosa que puedas decir es titular mañana. Si puedes dejar respuestas y opiniones neutras que no puedan repercutir ni en ti ni en el Madrid, pues mejor. Poco a poco te vas creando un equilibrio a novel de entrevistas que sacas el capote y te lo llevas a tu terreno.

J.V: Carrera en la selección. Gol simbólico en Dinamarca. Ese día nació algo nuevo en la selección.

S.R: Yo creo que allí se empezó a fraguar el sello de fútbol español, pero se fraguaba ya desde el Mundial de Alemania en el 2006, cuando caímos con la Francia de Zizou. Poco a poco, había una mezcla de gente joven y gente veterana muy buena, pero nos faltaba todavía esa picardía, esa experiencia que tenían otras selecciones. Conforme pasaron esos dos años se veía a una España sólida, con un equilibrio dentro del juego, con un dominio increíble ante selecciones de muchísimo nombre y poco a poco yo creo que los resultados no fueron casualidad. Había un respeto enorme a nuestra selección porque yo creo que teníamos jugadores que no sé si saldrán más en el mundo del fútbol, pero que marcaron una época y a mí en primera persona me tocó disfrutar de la mejor época del mundo del fútbol español.

J.V: Consciencia de ser una leyenda. Lo que te tocó vivir no lo ha vivido nadie. Vosotros ocupáis un lugar muy serio en la historia del fútbol.

S.R: Somos conscientes de que hemos vivido una época única. Eurocopa, Mundial y Eurocopa es...

J.V: Algo más, ser una referencia del fútbol.

S.R: Además de todo eso, coincidir con la mejor época donde el fútbol español ha creado una escuela y estar dentro de eso... No sé si leyenda porque siempre me intento resetear cada año y olvidar lo que he ganado para levantarme con la misma ilusión que llegué el primer día al Madrid para querer ampliar mi CV, querer seguir creciendo y mejorando no solo como futbolista, también como persona. Y si el día de mañana eso te engloba como un mito, como una leyenda y ser un ejemplo para los chavales que quieran crecer y quieran ser algo en el mundo del deporte pues para mí es un auténtico lujazo.

J.V: Nivel fútbol español, el mejor. Lo peor es que la opinión pública no ha madurado como maduró el fútbol, pero me temo que los jugadores tampoco hayan madurado a la misma velocidad. Polémicas arbitrales, instalar discurso arbitral. Árbitros más importantes que el juego. Reunirse con Piqué para dejar las historias arbitrales a un lado.

S.R: Al final hay que darle la mayor importancia al juego, al fútbol y contra más se hable de los árbitros le das más importancia. Yo siempre lo he dicho, de los árbitros contra menos se hable mejor. Son personas y se pueden equivocar igual que cualquier de nosotros. Salvo cualquier opinión personal de cualquier jugador yo creo que intentan ser neutros, intentan ayudar al juego. Como bien dices se está perdiendo la esencia del fútbol cuando se está hablando de los árbitros, de lo que ayudan, perjudican, benefician...

J.V: En un fútbol con CR, Messi y con tanta estrella, hablar de persecuciones arbitrales no es una buena idea.

S.R: No solo los jugadores, que a veces nos equivocamos hablando de los árbitros, pero como dices la prensa también le da un valor añadido que no habría que darle. Hay que darle más importancia al juego, al resultado, lo que ha sido toda la vida. Pero sí es cierto que esta época la prensa ha cogido un papel cada vez mayor y poco a poco hay que decir cosas, haya que vender periódicos, haya que sacar cosas que no sean del juego, que quizás no venden tanto, pero forma parte de este mundo.

J.V: Dotes diplomáticos. Piqué y su discurso contra los valores del Madrid. No entró al trapo.

S.R: De Piqué te podría decir 20000 cosas, pero normalmente antes de salir a rueda de prensa después de un partido o cualquier entrevista que vayas a hacer pues más o menos sabes los temas que te pueden tocar, te informan de la actualidad por si hay alguna pregunta que no te coja de nuevas. Ese día, después del partido de Francia, yo no sabía nada, Piqué había salido justo 10 minutos antes que yo y cuando salí te encuentras con el alboroto de todo el mundo. Sabes lo que ha dicho Piqué, y yo digo no tengo ni idea, pero me pusieron al día, pero Piqué ya tiene muchos años y mucha experiencia.

J.V: Pero ese día la experiencia la pusiste tú. Tenías que dar un discurso que no fuera hiriente para Piqué, pero a la vez defender a tu equipo.

S.R: A veces yo soy muy temperamental, pero cuando llevas el brazalete tienes que opinar de otra manera. Hay que mantener un poco la unión de la selección. El buen ambiente yo creo que es la clave del éxito y eso no se puede perder. Yo creo que Piqué salvo alguna opinión personal no tuvo ninguna opinión mala de ningún compañero del Madrid, pero obviamente cuando ataca al Real Madrid, a nuestro escudo, a nuestra institución pues salpica al resto. Son cosas que se pueden evitar, que no lo debería, pero yo creo que Geri cuando esta todo tranquilo pues necesita ese plus de alboroto para que se hable un poco. Yo como capitán debo mantener el equilibrio y el buen ambiente dentro de nuestra selección porque si no lo mejor es que no viajemos a Rusia y nos quedemos aquí.

J.V: Abanderado del Madrid. Central único por su olfato goleador y relevancia en partidos importantes.

S.R: Yo creo que en esos minutos tan precisos de los que estamos hablando es de los momentos en los partidos en los que es más fácil desconcentrarte. El que va ganando ya está pensando en levantar la copa y abrir la botella de champagne... En ese aspecto es cuando hay que ser más optimista, hay que creer más en uno mismo, es cuando más te tienes que acordar en lo que te ha costado llegar hasta allí y yo es algo que siempre lo tengo. Es como un pensamiento que unifica todo lo que te acabo de contar en una sola acción, una sola jugada que puedas tener. Aprovecharla bien y aprovechar también esa falta de concentración que puede tener. Eso le añades también que el ADN madridista te obliga a luchar hasta el final, hasta el último segundo que pueda ser posible. Mi forma de ser y mi forma de pensar es lo que te lleva a que si hay una posibilidad pues poder alcanzarla.

J.V: Actitudes que hacen falta en un momento así. Salto, fe, frialdad...

S.R: Como he dicho antes Jorge, el Madrid te educa. Cada trampa del Madrid es un foso de 40 metros en vez de un foso de 10 que puede tener otro equipo. Cuando has pisado ya el foso de 40 tres veces pues te hace actuar de otra manera. En los momentos donde hay más presión, hay más riesgo deportivo, donde más te juegas, donde te juegas un título, es donde me siento más cómodo. Es como si estuviese en casa. En ese aspecto, cuando he tenido que pegar una Panenka o en momentos donde la gente hablaba mucho y mi corazón latía al mismo ritmo.

J.V: Ese fue un acto más de imprudencia. A mí se me sobresaltó el corazón. Tras fallar el penalti ante el Bayern, como se mete en este lío.

S.R: Cuando llegas tan joven al Madrid esos obstáculos que vas teniendo te hacen aprender de tal manera que hay veces que como dices, el reloj tic tac, no se altera, va al mismo ritmo. Incluso a nivel personal. Cuando tengo un problema lo interiorizo mucho y no lo suelo expresar. Hay veces que incluso con mi mujer me dice parece que eres de piedra.

J.V: Aprendiste a...

S.R: Sí, a no saber expresarlo porque obviamente hoy en día si lo sacas ya saben dónde atacarte. Hay que mantenerse al margen. Me sigo considerando igual de sensible, humano y cercano que cuando llegué.

J.V: Aprendiste a contenerte, ¿no?

S.R: Sí, obviamente sí. Aprendí a contenerme, aprendí a expresarlo de otra manera para no darle facilidades al rival.

J.V: ¿Cómo te quitas el estrés?

S.R: Sobre todo, en casa, con la gente más cercana que ha estado allí en los momentos malos. Cuando fallas el penalti y suben 15 de tu familia para luego irte a cenar y resulta que al final te vas a casa a cenar y pides cualquier tipo de comida basura para airearte y para desconectar. Ellos son en los que me refugio, en los que les puedes contar algo más, pero no suelo abrir mi corazón a mucha gente por mi forma de ser y porque obviamente en el mundo en el que vivimos.

J.V: Les abres tu corazón y tu cuerpo entero, porque todos tus tatuajes...

S.R: Para mi es fácil definirme porque los tatoos son prácticamente mi vida, todos tienen un por qué y ahí es más fácil conocerme.

J.V: Es un libro abierto

S.R: Totalmente, es más fácil conocerme viendo mis tatoos, pero hay que conocer la historia, que muchos no lo saben.

J.V: ¿Tú eres de premeditar? ¿De programar tú vida? ¿Te ves en el mundo del fútbol dentro de algunos años? ¿Dentro del Madrid?

S.R: Soy de premeditar, pero también soy muy imprevisible. Por lo tanto, hoy pienso blanco y mañana negro. Nunca sé lo que puede llegar a pasar. Es cierto que a día de hoy me siento en pleno meridiano de mi carrera. Creo que puedo estar unos cuantos años más a buen nivel y mientras me siga despertando con esa ambición, con esa ilusión de querer seguir mejorando y me vea capacitado para mantener mi nivel, pues yo creo que debo de aprovechar estos años de fútbol que son magníficos, porque cuando se van acercando tus últimos años todo el mundo está pensando ya que si entrenador o me voy a vincular al mundo del deporte... Disfrutemos el día que es lo más maravilloso que este deporte nos da. Soy feliz haciendo lo que hago y mientras siga teniendo pues voy a seguir disfrutando. Me gusta entrenar, sí por supuesto, el día de mañana no lo descarto porque va muy en mi forma de ser.

J.V: Además, si eres de mirar y aprender, has estado con muchos de los mejores entrenadores de estos tiempos.

S.R: Me gustaría el día de mañana. No lo descarto y seguramente esté vinculado al mundo del fútbol y si puedo hacerlo de técnico pues por qué no. Ayudar a gente y marcarme también como reto lo que he hecho de jugador, pues empezar otra etapa me gustaría. No lo descarto.

J.V: Tienes 31 años, pero la gente no se imagina todavía tu final.

S.R: El fútbol nunca sabes lo que te depara. Lo que te digo, Jorge. Disfrutar, ser feliz. No se vive mejor, porque me lo dicen todos, que en esta ciudad tan bonita como Madrid. A dos horas de mi casa, en Sevilla, con una familia recién formada, un clima espectacular y en el mejor equipo del mundo. Qué más se puede pedir. Voy a estirar la cuerda hasta el máximo mientras el físico me lo permita. Hay muchas maneras de dejar el fútbol. Todo el mundo habla de Zizou en su día que está para jugar tres años más, pero el decidió eso. Va acorde a la manera de sentir y la manera de pensar de cada uno.

J.V: A mí me da la sensación de que tú eres de los que se beben la última gota.

S.R: Yo creo que sí. Por qué desaprovechar tus últimos minutos de fútbol, cuando ya tendrás tiempo para entrenar, ya tendrás tiempo para tomarte un año sabático... Yo me organizo y me planifico muy bien cada día y obviamente lo sacrifico quizás quitándole horas a mi familia, pero es una pequeña inversión que en cinco años y creo que me lo van a agradecer y pueden esperar.

J.V: Impacto de tus hijos.

S.R: Muy bien, ha llegado muy bien porque obviamente te da una tranquilidad, una estabilidad, un equilibrio y yo creo que detrás de una gran figura del fútbol siempre hay una gran mujer. En mi caso tengo una grandísima mujer, más bonita imposible para mí...

J.V: No, no, para todos, para todos. Aclarémoslo

S.R: Me ha hecho crear una familia con dos niños maravillosos como Sergio y Marco y yo creo que tener un equilibrio, una estabilidad y una tranquilidad en casa pues te hace madurar. Como jugador te asienta, te saca tu mejor estado físico, tu mejor puesta en escena a nivel futbolístico y yo creo que estos últimos años pues también tengo que agradecer mucho a mi mujer, a mi familia, que también mantuvo mi entorno mis primeros años. Ahora todo cambia, pero los sigo manteniendo bastante cerca. Me siento un privilegiado de tenerlos a todos. Eternamente agradecido a la labor de cada uno en cada momento de mi vida profesional.

J.V: En qué momento está el vestuario del Madrid. Convivencia.

S.R: Muy buena. A mí que me toca capitanearla y llevar una parte del timón de la mejor forma posible pues intentamos que haya una unión y una fluidez buena dentro del equipo. Una harmonía, un buen ambiente que al final para triunfar, Jorge, yo creo que es la clave del éxito. Solidaridad con el compañero, si tú no puedes correr, corro yo por ti. Hoy tu no entrenas pues yo entreno por ti y por el otro. Yo creo que esos pequeños detalles hacen que poco a poco se cree un ambiente bueno y que se cree prácticamente lo que hemos visto estos últimos años. Que sea Gareth, sea Cris, que sean croatas o sean españoles, que por encima de todo ello haya un objetivo que sea ganar y que sea indiferente. Que todos somos igual de importantes, tanto el que juega más, como el que juega menos y que seamos prácticamente como hermanos porque al final pasas más tiempo con tus compañeros que con tu familia. Por lo tanto, cuando ha habido un problema como en todas las familias se ha arreglado y es lo único que nos queda. Compaginar la juventud con los veteranos, con esa experiencia, con ese conocimiento y entre todos buscar el equilibrio de una plantilla que pueda competir como las mejores del mundo.

J.V: Un mensaje de optimismo para el madridismo en esta época en la que se decide todo.

S.R: Ahora es cuando se cuece la buena carne. O se te pasa y se quema o te comes la carne en su punto. Yo creo que llega el momento donde a mí obviamente más me motiva, más tranquilo me siento y en se aspecto mi tranquilidad intento transmitírsela a otros compañeros que en ese sentido no tienen tantos años, pero sí esas ganas y esa ambición que hemos tenido todos. Por lo tanto, yo creo que el madridismo está a expensas de lo que pueda pasar, pero si vas al Bernabéu te invade esa transmisión de ilusión y de confianza en el equipo. Y yo creo que, entre la afición y nosotros, los jugadores, tenemos que ser un equipo indestructible. En ese aspecto intentar conquistar algo, que al fin y al cabo lo que marca el fútbol son los títulos. De nada vale jugar muy bien y que te metan tres. Por lo tanto, prefiero jugar mal, ganar 0-1 y que la gente se vaya contenta a casa.

J.V: Pero no, el Madrid...

S.R: El Madrid está obligado a jugar bien porque lo ha hecho durante muchos años.

J.V: Es más fácil ganar jugando bien.

S.R: Sí, pero hoy en día si preguntas si prefieren jugar la final de Champions muy bien y perderla, yo creo que...

J.V: Sí, de eso no tengo ninguna duda, pero por eso hablamos antes que la gente antepone el equipo al juego y al fútbol.

S.R: Nosotros creo que tenemos una grandísima plantilla para jugar bien al fútbol, para hacer disfrutar al espectador, no solo al del Madrid. Y estamos en ello, estamos llegando de la mejor manera. Creo que físicamente llegamos en un momento muy, muy bueno y sobre todo con la plantilla al completo. Eso hace que haya competencia, que la gente se apriete. El que se siente titular y el que no. Todos tienen hueco, Zizou con rotaciones está haciendo que todo el mundo esté metido y llegamos en muy buen momento para poner esa carne en el asador.

J.V: Me da mucha pena terminar esta entrevista, esta conversación porque contigo, cada respuesta provoca 3 nuevas preguntas. Que sepas que te tengo una gran admiración profesional, eres un crack y te tengo una gran admiración personal porque has ido madurando de la manera correcta y proyectas una imagen del futbol, del Madrid y de la sociedad wque me parece que es muy importante. Todo eso lo has cocinado tu solo, para seguir con el símil gastronómico y tiene mucho valor. Ha sido un placer tenerte hoy

S.R: Te lo agradezco, yo creo que el respeto es mutuo, desde que llegué al Real Madrid, tuvimos una gran suerte de estar muy cercanos, esos primeros años, tus consejos sobre todo cuando empecé, uno nunca lo olvida. No te conocí como futbolista, pero sé de ti obviamente por mi viejo que me puso al día de quién tenía al frente. Y como te he dicho, siempre he hablado maravillas, no solo por lo que viví contigo, sino por lo que he dicho siempre al resto, no hay persona que pueda transmitir de mejor manera el mundo del fútbol y obviamente con un diccionario y un vocabulario que ayuda a aprender en cada entrevista a cualquiera que te escuche: en ese aspecto un admirador desde hace mucho tiempo y una pena que el Real Madrid perdiera una persona como tú y un place igualmente.

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