Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ARGENTNA

El origen de los apodos del fútbol argentino

Repasamos cuáles son los principales apodos de los grandes clubes del fútbol argentino y su origen. Xeneizes, millonarios, pincharratas, taladro...

Imagen de la grada de La Bombonera durante el partido frente a Defensa y Justicia
ALEJANDRO PAGNIAFP

Boca Juniors: Xeneize

Boca Juniors fue fundado por jóvenes provenientes de Genova, Italia. El barrio de La Boca está muy cerca del puerto, por lo que en la época en la que se fundó el equipo, había una gran cantidad de inmigrantes genoveses. En busca de trabajo, de una nueva vida, muchos italianos se desplazaron a Buenos Aires. Por ello, una gran cantidad de genoveses se hicieron aficionados al club. En genovés, el dialecto de la región, "xeneize" significa genovés, por lo que desde los medios de comunicación y “Xeneize” quiere decir genovés en el dialecto de esa región.

River Plate: Millonarios

El apodo de River Plate surge en los comienzos del profesionalismo argentino, en los años 30. Durante esos años River revolucionó el mercado de traspasos, pagando grandes cantidades de dinero por varios futbolistas para su equipo, cuando esto todavía no estaba del todo instaurado en los clubes del fútbol local.

San Lorenzo: Ciclón

A San Lorenzo se le empezó a llamar 'El Ciclón' porque un periodista de la época, Hugo Marini, lo utilizó para referirse a la contundencia con la que el equipo atacaba y ganaba en los años 30. Las goleadas que conseguía hicieron que se le llamara 'El Ciclón de Boedo'. Otro motivo para su aceptación por parte de los aficionados fue que con ello se opone a su eterno rival, Club Atlético Huracán.

Gimnasia y Esgrima La Plata: Lobo

El club se fundó en 1887, pero el apodo de “lobo” no apareció en escena hasta después de 60 años después. El autor fue el dibujante Julio César Trouet, que trabajaba para el diario "El Día" de la ciudad de La Plata.

Resulta que hasta 1953 el dibujo de un carnicero identificaba al club, pero al propio Trouet le parecía que le faltaba algo y se puso a crear uno nuevo. La idea de 'El Lobo' surgió porque la cancha de Gimnasia estaba situada en pleno bosque de la ciudad. Además, el equipo era reconocido por su astucia y rapidez, al igual que el animal.

Eso no fue aceptado de inmediato por los hinchas, sino que fue a partir de la gran campaña del año 1962, en la que Gimnasia terminó tercero en el torneo, por primera vez desde que el fútbol es profesional en Argentina, el apodo y el club se hicieron prácticamente sinónimos para los simpatizantes del fútbol.

Newell's Old Boys: Lepra y Rosario Central: Canalla

La historia de estos apodos es un mito urbano. No hay fechas exactas ni pruebas documentales, pero se cree en esta leyenda sin ningún tipo de duda.

Se dice que en una ocasión un grupo de Damas de Beneficencia del Hospital Carrasco de la ciudad de Rosario se propuso realizar un partido de beneficencia para los enfermos de lepra. Para ello debían convocar a los dos principales clubes de Rosario: Newell’s Old Boys y Rosario Central. Por un lado, Newell's aceptó la invitación, mientras que su rival no lo hizo. Desde entonces, conmenzaron a dirigirse entre sí con los apodos ya conocidos de manera peyorativa.

A día de hoy, cada uno se presume de sus apodos: la 'Lepra' y el 'Canalla'.

Racing Club: Academia

Surge a partir de 1913, cuando Racing comenzó su racha de 7 títulos consecutivos. Pero, en realidad, el apodo nace en 1914 cuando Racing terminó el campeonato de forma invicta con 11 victorias y un solo empate. Además, un año más tarde repitió el título con 22 triunfos y 2 empates, con 93 goles a favor y sólo 5 en contra. A partir de esto, se comenzó a decir que el equipo era una 'Academia de fútbol'.

Banfield: Taladro

A finales de 1938, un grupo de socios de Banfield le propuso al joven empresario Florencio Sola hacerse cargo de la presidencia de la institución. El momento era el peor: la entidad ya no tenía equipo de fútbol, no contaba con apenas socios y estaba al borde de la desaparición. Pese a ello, Sola aceptó el desafío.

Para afrontar el campeonato de Segunda División de 1939, obtuvo la cesión de muchos jugadores que eran suplentes en Primera y montó un equipo de gran calidad con el que se consagró campeón y, por consiguiente, el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.

En 1940 Banfield renovó completamente su plantilla e hizo una sorprendente campaña, teniendo en cuenta su condición de club recién ascendido. Finalizó en décima posición, con muy buenos resultados como las victorias 7 a 3 a Atlanta, 6 a 1 a Tigre, 5 a 0 a Newell’s, 5 a 0 a Lanús (su clásico rival), además de triunfos ante Independiente y River.

Precisamente por estos abultados resultados, un conocido periódico, 'El Pampero', bautizó al equipo con el apodo de "el Taladro", por la manera en que 'agujereaba' las porterías contrarias.

Vélez Sarsfield: Fortín

Vélez recibió su apodo por su estadio de fútbol, y este a la vez, por una doble razón. El estadio de Vélez estaba ubicado en el barrio de Villa Luro, en la ciudad de Buenos Aires. Se inauguró el 16 de marzo de 1924 y era famoso por haberse jugado allí en 1928 el primer partido nocturno en la historia del fútbol argentino.

El 13 de julio de 1932 el periodista Hugo Marini, en el diario Crítica, escribió una pieza sobre el partido que debían disputar al día siguiente Vélez y San Lorenzo con el título: "¿San Lorenzo hará rendir mañana el "Fortín de Villa Luro?".

Para titular así, el periodista se inspiró, por un lado, en las cuatro torres de iluminación que rodeaban al estadio y que parecían ser las atalayas de un fortín. Por otra parte, el equipo estaba invicto en ese torneo en su casa, con cinco triunfos y un empate, entonces escribió que la cancha de Vélez era impenetrable, al igual que un fortín.

Como anécdota cabe decir que ese partido lo terminó ganando San Lorenzo 4 a 1, pero eso no impidió que el apodo de “Fortín” quedara guardado para siempre en el corazón de los hinchas.

Estudiantes de La Plata: Pincha Rata

El mote de “pincharratas” acompaña a la institución desde hace muchísimos años. Sin embargo, hay dos versiones sobre el origen del apodo. Una versión tiene que ver con estudiantes de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que practicaban a la hora de realizar experimentos con roedores. Varios de ellos, de hecho, formaban parte del club.

En cambio, la otra versión, y quizás la más extendida, tiene que ver con un hombre nacido a finales del Siglo XIX.

Felipe Montedónica fue fanático desde la fundación misma del club, y empezó a ir a la cancha después de cumplir 13 años. En una entrevista brindada al diario “El Tiempo”, en 1980, Montedónica contó que trabajó desde 1910. “Yo tenía un hermano chico, con el que trabajaba en el Mercado. Como había allí muchas ratas, mi hermano y yo las corríamos con un pinche, con un tenedor grande. Y fue así, por esas cosas de chicos, que tanto a él como a mí nos pusieron el sobrenombre de pincharrata”, contó.

Cada vez que podía iba a las canchas alrededor de la provincia, en tren y con más de un centenar de fanáticos. Con el paso del tiempo lo fueron reconociendo cada vez más hinchas, y el mote de “pincharrata” se extendió a toda la afición de Estudiantes.