¿Sigue con ganas de saltar al césped? Tuve la suerte de enfrentarme varias veces al Real Madrid, unas con mejor y otras con peor final. Pero siempre fueron partidos emocionantes. Cada jugador vibra por este tipo de enfrentamientos, pero al mismo tiempo somos conscientes de lo que nos espera.
¿Cómo recuerda aquellos enfrentamientos? El primer partido importante fue la semifinal del 76. Martínez les adelantó en el Bernabéu y luego Gerd Müller puso las tablas. La vuelta en Múnich la ganamos por 2-0. Fue algo especial, porque el ambiente en el Olímpico no era comparable al del Allianz, pero aquella noche ardía. También me acuerdo de unos cuantos amistosos con resultados ridículos. Les ganamos 9-1 en pretemporada y Breitner no paraba de insultarnos. Se sintieron ofendidos e incluso llegaron a echar al entrenador unos días después.
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Rummenigge con el redactor de AS, José Carlos Menzel La venganza no tardó en llegar. Nos invitaron al Trofeo Bernabéu un año más tarde. Acabé jugando con Augenthaler de central, porque con Camacho como rival sólo era posible sobrevivir si batías el récord en salto de altura. A esa altura iban las patadas.
Los ánimos parecen haberse calmado a lo largo de los años. Mantengo una gran amistad con Florentino Pérez y Pedro López, tenemos los mismos intereses en varios aspectos, con lo cual la relación es muy buena. Obviamente, sobre el terreno de juego será diferente.
Últimamente ha elogiado al Real Madrid en varias ocasiones. ¿Por qué? Porque me resulta fácil. Es el club más popular, más conocido y en los años más recientes también el más exitoso del mundo. Solo hay que tener en cuenta su facturación para darse cuenta lo bien dirigido que está el Madrid por parte de Florentino. No es casualidad que también ganen en el campo.
¿Se lleva tan bien con Florentino cuando sale el nombre de Lewandowski? Lo primero es que nunca pronuncio ese nombre, lo segundo es que ambos sabemos lo que es y lo que no es posible. Sabe que no nos vamos a deshacer de jugadores de los que no nos queremos deshacer. En Madrid no es diferente. Los clubes en la élite europea se respetan y saben lo que es posible. Dos años atrás les vendimos a Kroos y ellos a Xabi, un intercambio de jugadores de lo más satisfactorio.
¿No le pica ver a Kroos triunfando en Madrid? Aquí era un jugador top y en el Real Madrid se ha convertido en un jugador de nivel mundial. Tenía un año más de contrato y no llegamos a un acuerdo. Por eso teníamos claro que había que vender a Toni para que no se pudiera marchar gratis. Toni ya era un gran jugador cuando estaba aquí, pero Xabi Alonso supuso un gran fichaje para nosotros.
¿Se puede comparar la historia de ambos clubes? Sin duda. Igual que nosotros, el Real Madrid es un club que ascendió por fuerza propia. Sin ayuda de nadie. Ellos comenzaron en los sesenta con Di Stéfano, nosotros más tarde, en los setenta con Beckenbauer. Pero ambos clubes presumen de tradición. Y no necesitaron a ningún magnate que les trajera el maná.
¿Que se le pasó por la cabeza en el sorteo de cuartos? Que hubiera podido ser un sorteo mejor. (Risas) Por un lado te alegras, por el otro lado también hubiera sido un partido bonito para Gales.
¿Un jugador blanco que le imponga respeto? Teniendo en cuenta la estadística, pues Cristiano Ronaldo. Si marcas tantos goles año tras año y te dan el Balón de Oro en cuatro ocasiones no es casualidad. Además se ha ganado muchas simpatías aquí en Alemania. Siempre le consideramos un gran jugador, pero aparentaba tener un carácter curioso. Todo eso cambió durante la Eurocopa, cuando posó para un selfie e hizo de entrenador en la final después de lesionarse. Me pareció ser un gran tipo. Gerd Müller no era diferente, estaba entre el cielo y el infierno. Cielo, cuando marcaba de uno a tres goles. Infierno, cuando no marcaba en tres partidos. Este tipo de jugador, que acostumbra a marcar en cada partido, es así, pero estoy convencido de que en Madrid saben lo que tienen en Cristiano.
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DIARIO AS ¿Pegaría en el Bayern? Hay jugadores que son de un club. Messi es del Barcelona, Müller del Bayern y Cristiano del Real Madrid. Podría jugar donde quisiera, pero donde está ahora mismo es donde debe estar.
Igual que Lewandowski en el Bayern. Nada que añadir (risas).
¿Merece Lewandoski un Balón de Oro? Necesita un año estelar. Con Ronaldo no fue diferente. Ganó la Champions con el Madrid, batió el récord de goles o conquistó la Eurocopa con Portugal. Necesitas firmar una gran temporada en un equipo y también a nivel personal. Robert está haciendo un gran año, pero aún no ha acabado. Lo que me gusta es que sea un jugador que aspire a ese trofeo, es muestra de su ambición.
¿Le tranquiliza tener a Ancelotti en el banquillo frente al Madrid? Cuando has entrenado recientemente a un equipo que no ha cambiado mucho sabes cómo late su corazón, en este caso el del Real Madrid. Pero en los tiempos que estamos estoy segurísimo que Zidane también sabe cómo late nuestro corazón. Anda motivado. Noto una diferencia entre Carlo y Pep: cuando nos enfrentamos a ellos tres años atrás Pep estaba sobremotivado, en cambio Carlo expresa sus ambiciones de otra manera.
¿Es la principal diferencia entre ambos? Los dos son grandísimos entrenadores, pero con carácteres bien distintos. Pero que no quepa la menor duda de que hemos y seguimos beneficiándonos del estilo que impuso Pep durante sus tres años en Munich.
¿Está contento con lo que es el Bayern de hoy? Podemos estarlo. A nivel nacional siempre fuimos punteros, a nivel internacional tuvimos altibajos, pero a día de hoy hemos acabado instalándonos en la élite europea. Lo que hemos de hacer es mantenernos ahí arriba, y para ello debemos hacer fichajes inteligentes, trabajar con entrenadores buenos y seguir con esa seriedad que nos define en cuestiones financieras. Tuvimos suerte de haber podido contar con gente de la talla de Uli Hoeness, Karl Hopfner o Franz Beckenbauer que pusieron cada uno su granito de arena.
¿Cree que la hegemonía española en Europa disminuirá? No lo creo. Es algo que se lo han currado y a día de hoy son, con diferencia, la nación futbolera número uno del mundo en cuanto a clubes. Todos hicieron un gran trabajo, y no sólo me refiero a Madrid y Barcelona, sino también a Atlético, Sevilla o Villarreal. No es casualidad que sumen éxito tras éxito en Champions y Europa League, es la recompensa del gran trabajo realizado a nivel de canteras y de clubes. Tienen un don a la hora de confeccionar plantillas y formar entrenadores.
¿Qué puede aprender la Bundesliga de La Liga y al revés? Lo que me gusta en España es que son meticulosos a la hora de trabajar para el éxito. Y después, cuando llega, no cesan. Siguen empujando. En cuanto a lo financiero no hay mucha diferencia entre ambas ligas. Barcelona y Madrid están al nivel de Bayern y Borussia Dortmund. El Sevilla, por ejemplo, genera menos dinero que cinco o seis equipos de la Bundesliga. Podemos aprender mucho de los españoles, ellos nos admiran más por temas de organización, estadios y espectadores. Barcelona y Atlético están restaurando o construyendo sus estadios, algo que le ayudará a evolucionar.
¿La Bundesliga es menos competitiva que La Liga? Pienso que existen algunos equipos como Wolfsburgo, Gladbach, Leverkusen, Schalke o incluso el Hamburgo que no están rindiendo a su nivel. En cuanto ellos vuelvan a rodar, la Bundesliga volverá a ser más disputada.
¿Por qué será la Champions la mejor competición a partir de 2018? Porque hemos cambiado varios puntos. Primero, la fase de grupos donde las cuatro grandes naciones tienen cuatro participantes asegurados, algo que ayudará a subir el nivel de la fase de grupos. La UEFA se ha dado cuenta de que la fase de grupos termina después de la cuarta jornada, con lo cual el interés de los espectadores y los ingresos por márketing y, sobre todo, por televisión disminuyen. La UEFA se vio obligada a hacer algo y ha actuado bien. Incluso aquellos que gritaban que los ricos iban a hacerse más ricos y los pobres más pobres se vieron obligados a cambiar de opinión. El gran cambio está en el nuevo reglamento en cuanto a los participantes, una modernización que le dará más calidad y emoción a la Champions. Además, todos los clubes terminarán ingresando más dinero, también los que disputen la Europa League y los que caigan eliminados en la fase de grupos. Todos los campeones de las ligas europeas tendrán la posibilidad de disputar la Champions, eso también fue un punto importante en la agenda de Ceferin.
¿Se ha tomado las palabras de Ceferin como una crítica? Vi su discurso ayer en el avión y vi que me denominó como una leyenda y dijo que le gustaba. Además dijo que ellos, al igual que nosotros (ECA), también quieren volver a poner el fútbol en un primer plano. Tengo muy buena relación con él y trabajaremos de la mano por el bien del fútbol en Europa. La UEFA es, con diferencia, la federación más exitosa del mundo. Hemos de trabajar para que no cambie.
¿La Superliga, por tanto, ya no es tema? En absoluto. Tuvimos varias propuestas en el pasado, pero los clubes grandes en Europa saben de la responsabilidad que tienen en cuanto al bienestar del fútbol europeo. Lo que nos importa verdaderamente es que tengamos una Champions sana y que a partir de 2018 sea aún más sana.
¿Qué opina de China y Estados Unidos? Me parece estupendo que el fútbol esté creciendo en EEUU, con el béisbol en Alemania no pasa lo mismo. Son los dos países más importantes en cuanto a la economía y sobre todo en China se está impulsando el fútbol a través de la política. Y me parece bien.
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Rumennige con Goyo Benito en el Trofeo Bernabéu del año 1981. Toda una vida dedicada al gol Karl-Heinz Kalle Rummenigge fue un delantero hábil, incisivo y versátil cara a la portería contraria. Nacido en Lippstadt el 25 de septiembre de 1955, los focos se centraron en él tras un partido en el que su equipo marcó 16 goles en un partido Ficharía por el Bayern con 19 años. Su primer sueldo, 8.000 marcos (unos 30.000 euros), enfadó a Beckenbauer (“No se le puede pagar tanto a un juvenil”, vino a decir). Estaría hasta 1984: marcaría 217 goles en 422 partidos. Ganaría dos Bundesligas, dos Copas, dos Copas de Europa, una Intercontinental y dos Balones de Oro seguidos (1980-81). Luego se iría al Inter (1984-87, 42 goles en 107 partidos) y al Servette (1987-89, 34 en 64), donde colgaría las botas.