De momento no pasa de ser una coincidencia. El tiempo dirá si se convierte en algo más, pero más de uno ve en la leyenda del entrenador interino una señal. Craig Shakespeare, el técnico que sustituyó a Ranieri en febrero, cuando el italiano fue despedido por sorpresa, empieza a recordar a otros dos casos que también ocuerrieron en un club inglés.
Hablamos del Chelsea y lo ocurrido en las temporadas 2007-08 y 2011-12. En ambas el técnico que comenzó la campaña fue despedido antes del final de la temporada. Sus sustitutos fueron fueron nombrados en principio de forma interina y luego confirmados. En el primer caso el técnico destituido fue Jose Mourinho y su lugar fue ocupado por Avram Grant. En el segundo el despedido fue André Villas-Boas, y su sustituto, Roberto di Matteo, su segundo.
¿Qué tienen ambos en común? Que siendo entrenadores en principio temporales, llevaron a los blues hasta la final de la Champions. El primero no pudo alzar el título tras caer ante el Manchester United. El segundo sí que hizo historia convirtiéndose en el entrenador de la primera Champions del Chelsea. Evidentemente poco tiene que ver el caso del Leicester con los del Chelsea, pero la leyenda del interino ya da esperanza a los aficionados foxes.
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El capitán del Leicester City, el jamaicano Wes Morgan, aseguró este martes, después del histórico pase a cuartos de final de la Liga de Campeones, que el conjunto inglés volvió "a conseguir lo imposible".
"Es increíble, todavía no me lo creo. Somos unos novatos en la Champions League y, pese a que no esperábamos llegar tan lejos, aquí estamos", dijo Morgan, autor del primer tanto de su equipo en la victoria 2-0 sobre el Sevilla, tras el encuentro.
"Debe ser una de las mejores noches en la historia del club. No estoy seguro de que volvamos a tener una así, pero lo hicimos. Demostramos a mucha gente de lo que somos capaces y volvimos a conseguir lo imposible", agregó el veterano zaguero.
El Leicester, que llegaba tras caer por 2-1 en el Ramón Sánchez Pizjuán, derrotó 2-0 al Sevilla en el encuentro de vuelta en el King Power Stadium y avanzó por primera vez en su historia a cuartos de final de la máxima competición continental.