Mertens asalta el Olímpico y da moral al Nápoles para el martes

El Nápoles canceló las decepcionantes derrotas ante Atalanta y Juventus con un ilusionante triunfo en el campo del Roma, donde no ganaba desde hace seis años. Un 1-2 que llegó gracias a un doblete de Mertens tras una actuación sólida, manchada por un gol en el 89' de Strootman que hizo rozar la remontada a los locales. El triunfo, a pesar de eso, llegó y consiente a los rivales del Madrid de preparar el choque de Champions con extrema tranquilidad, alejando las polémicas de los últimos días. Para los giallorossi, en cambio, segunda decepción de la semana tras el derbi copero perdido ante el Lazio.

Sarri dio la sorpresa saliendo de inicio con el '95 Rog, autor de una gran actuación ante la Juventus y titular por primera vez en la Serie A. Justo su falta de minutos fue uno de los motivos de las quejas de De Laurentiis, y el segundo gran partido del croata parece darle la razón al mandatario. Spalletti, por su parte, optó por un 4-2-3-1, con El Shaarawy. Nainggolan y Perotti por detrás de Dzeko. Tras un primer tramo muy igualado, con la presión alta de ambos equipos atascando cualquier espacio (y un gol de Perotti anulado por una clara mano del argentino), un gran pase vertical de Hamsik rompió el partido. El eslovaco, en el 26', puso a Mertens solo ante Szczesny, al que el belga superó con una suave vaselina.

El gol le dio confianza a los de Sarri, que antes del descanso también lograron el segundo con el mismo Mertens, anulado por una falta del delantero a Fazio. El Roma, casi sin ideas, apenas creó peligro, y nada más empezar la reanudación encajó el segundo, esta vez legal, siempre de Mertens. El punta partenopeo recibió un perfecto centro de Insigne desde la izquierda, y empujó entre palos sumando 21 goles en este curso, el mejor de toda su carrera. Después dio el susto al retirarse con molestias en el gemelo izquierdo. En principio, Sarri le retiró por precaución de cara al partido del martes ante el Madrid.

Spalletti intentó cambiar el rumbo del partido sacando a Bruno Peres y Salah en el lugar de El Shaarawy y Fazio, pero consiguió muy poco. En la segunda mitad hubo más patadas que fútbol: muchas entradas duras y pocas ocasiones para volver a meterse en el partido. Reina sacó de los apuros a los suyos con un par de atrevidas salidas, pero en su único error (un mal pase) le regaló a Salah una ocasión para el 1-2, que el egipcio no aprovechó, topándose con el palo.

El partido parecía acabarse ahí, pero faltaba el asalto final giallorosso. Lo armó Strootman, que marcó tras un centro de Perotti y encendió el Olímpico en el minuto 89. Los seis minutos de tiempo añadido fueron un monólogo de los locales: un increíble paradón de Reina, que desvió en el travesaño un chut del mismo Perotti, evitó la remontada, y el pitido final desató la fiesta azzurra. De Laurentiis, de regreso desde Estados Unidos (se espera su encuentro con Sarri, con el que no habla desde el lío del Bernabéu), celebró en las gradas un triunfo que le acerca al segundo puesto y que puede ser decisivo también para el Scudetto. Mañana con una victoria ante el Udinese , la Vecchia Signora aumentaría su ventaja sobre la Roma a 10 puntos. Un paso más para su sexto alirón consecutivo.

Sigue el partido de vuelta de octavos de final de Champions League entre Nápoles-Real Madrid.