El juicio de Lucas queda visto para sentencia
El jugador del Atlético y su expareja admiten que hubo un forcejeo por una discusión de celos. Las defensas han pedido la libre absolución.
Esta mañana se ha celebrado el juicio oral por delito de lesiones a Lucas Hernándezy su pareja, Amelia de la Ossa Lorente, por el incidente entre ambos que tuvo lugar la madrugada del 2 al 3 de febrero. Antes de que arrancara el proceso, en el juzgado número 25 de la calle Manuel Tovar (distrito Fuencarral El Pardo, los abogados de ambos intentaron llegar a un acuerdo con la fiscalía para que no se celebrara juicio, aunque esta propuesta fue rechazada.
La fiscalía mantiene su petición de 7 meses de cárcel para el jugador y cuatro meses para De la Ossa, más otros dos, por un delito de daños en el vehículo del futbolista, argumentando que existió "una agresión recíproca".
Antes del comienzo del juicio la pareja del futbolista pidió que se suspendiera debido a que sigue teniendo dolores en el costado que achaca a los acontecimientos del 6 de febrero, pidiendo al juez ser examinada por un médico forense, posibilidad que declinó el día del incidente y que el juez le ha denegado.
El juicio, instruido por el juez Borja Vargues, duró una hora y media. Además de los acusados, testificaron cuatro miembros de cuerpos de seguridad del estado, dos policías locales de Las Rozas y dos guardias civiles, una médico del Hospital Puerta de Hierro, y una médico forense que testificó por videoconferencia.
En su declaración, Lucas explicó que, ante la gran cantidad de llamadas que tenía de su pareja, decidió volver a casa al pensar que había algún problema. Al llegar al domicilio, según su testimonio, encontró a su pareja "fuera de sí" esperándole, que le golpeó con una cartera y rayó su coche, y ha dicho que la cogió de la cadera para meterla dentro de la casa.
Por su parte Amelia de la Ossa aseguró en su declaración que el jugador le dio "una paliza", que la introdujo en el vehículo y Lucas le propinó un puñetazo y la tuvo encerrada 15 minutos. Posteriormente la habría sacado del mismo y la habría zarandeado entre el coche y la pared, por lo que pidió el teléfono a su empleada doméstica y llamó a la Guardia Civil.
Tras escuchar los testimonios, el juez decretó que se mantenga en vigor la orden de alejamiento mutua de 500 metros. Tanto la defensa del jugador como la de su pareja pidieron que, en caso de que haya sentencia condenatoria, se cumpla en trabajos para la comunidad. Tras la vista el caso quedó visto para sentencia, que se espera sea conocida en un plazo de 1-2 semanas.
