La ley del Pucela: si marca Jose, los blanquivioleta ganan
El canterano del Valladolid lleva ocho goles, repartidos en siete partidos, en los que el equipo ha conseguido la victoria en todos ellos.
En Murcia volvió el mejor Jose. Ese que deslumbró en el inicio de temporada del Real Valladolid, el que luego sufrió el mal de la intermitencia provocado por una rotura de fibras que le frenó, dejándole cuatro semanas fuera de las convocatorias. El sábado ante el UCAM firmó una gran primera parte, con una asistencia a De Tomás para que empujara el primero y una magnífica jugada con mejor disparo para sellar el segundo tanto del equipo. Lástima que en el descanso tuviera que ser sustituido con una sobrecarga que no debería apartarle del siguiente partido.
El caso es que Jose se asienta como máximo artillero del conjunto blanquivioleta con ocho dianas. Le ha marcado al UCAM, Rayo, Mirandés, Mallorca, Nastic, Alcorcón y Oviedo y el dato es claro: siempre que Jose anota su equipo gana y siempre que ha marcado ha sido saliendo de titular. El canterano suma ya 21 partidos disputados, sólo en dos ha salido desde el banquillo y ha repartido sus goles, cuatro en la primera parte y los otros cuatro en la segunda.
Es cierto que esta lejos de los dos futbolistas que lideran la tabla de anotadores, justo con el doble de goles que Jose, 16. Uno de ellos, Roger, volvió a marcar este fin de semana en la victoria del líder incontestable Levante ante el Córdoba por 3-1. El otro Joselu no lo consiguió en la derrota del Lugo, próximo rival del Valladolid, ante el Elche.
De Tomás, enchufado.
Especial atención en esta faceta merece Raúl de Tomás, el sábado firmó su sexto gol en Liga con tan solo 910 minutos disputados. De esta manera iguala su marca del pasado año en el Córdoba. El delantero ha jugado 22 partidos, pero sólo en ocho de ellos ha sido titular. El del sábado fue su segundo gol saliendo en el once, el otro no sirvió para que el Valladolid ganara al Huesca en Zorrilla, 1-2. Ahora parece que definitivamente ha llegado su momento, pero tendrá que seguir demostrando su rendimiento con 90 minutos y dejar la etiqueta de jugador revulsivo, por cierto muy avalada por los números. Herrera le pide trabajo y, de momento, el jugador se está esforzando en la tarea, aunque su objetivo está en la portería contraria.