Carcela González: “De niño me apodaban Roberto Carlos”
Su regreso tras la Copa de África ha sido fundamental para el cambio del Granada: fue titular ante Las Palmas y ante el Betis y los seis puntos se quedaron en casa.
Las cosas cambian cuando está Carcela González en el campo. Es competitivo, tira del carro, contagia a sus compañeros y conecta con la grada. Tiene ese don, ese gen ganador que se transmite. A veces precipitado, a veces errático, es verdad, pero cuando entra en contacto con el balón se hace el silencio, como si todos en Los Cármenes aguardaran algo. Siempre pasa algo cuando está Carcela: asistencias, cambios de ritmo, recortes, disputas enconadas… y goles. Es un fútbol vibrante.
En una entrevista en los medios oficiales del club reveló que “cuando era pequeño jugaba como lateral izquierdo y me apodaban Roberto Carlos”, y a raíz de ahí se empezó a fijar en él “y me empezó a gustar por su manera de jugar, cómo corría, por sus piernas fuertes y siempre tenía una sonrisa. Yo sonrío siempre porque creo que detrás de todo lo malo siempre se saca algo bueno”.
Su regreso tras la Copa de África ha sido fundamental para el cambio que está experimentando el Granada: fue titular ante Las Palmas y ante el Betis y los seis puntos se quedaron en casa. Tuvo un papel estelar en la noche del viernes al abrir el marcador justo cuando el Granada pasaba por un momento delicado y Rubén Castro había puesto un nudo en la garganta. Demostró personalidad, calidad y sangre fría al definir con maestría ante Adán y empezar a allanar el camino de la victoria. También fue determinante ante Las Palmas, primero participando en la jugada del gol de Pereira y después, con intensidad y liderazgo durante toda la noche. Y todo esto, sin estar pletórico de forma.
En la entrevista reconoció que además del fútbol “me encanta tocar el piano, cantar y ver películas”, apuntó que “cuando estamos en la mesa y todo el mundo habla de fútbol, yo hablo de otra cosa”, y de su futuro cuando deje el fútbol dijo que “todo lo que quiero es una granja en Marruecos con un tigre, un mono, gatos, llena de animales, y un estudio para cantar”. También se dirigió a quienes manifiestan comportamientos racistas en el deporte. “Para mí todos somos iguales sea cual sea el origen, la piel, el país o la nacionalidad, Quienes se comportan así son ignorantes”, dijo.