Thiago se doctora en una noche mágica para el Bayern

Tan solo diez minutos le hicieron falta al Bayern para abrir la puerta a cuartos ante un Arsenal que se vio contra las cuerdas cuando el campeón alemán pisó el acelerador. El conjunto gunner había logrado empatar el tanto inicial de Robben, pero tres tantos de los teutones en apenas diez minutos dejaron la eliminatoria prácticamente sentenciada en una noche en la que el imperial Thiago de una vez por todas cumplió las expectativas de ser el líder de este Bayern.
El Bayern no era el mismo equipo que en las jornadas previas de Bundesliga. Tenía el balón. Lo movía con seguridad. Encontraba la profundidad. Y no tardó en encerrar al cuadro gunner en su área. Vidal avisó a Ospina con un zurdazo desde fuera del área y en el segundo intento llegó el gol.

Pero el cuento de hadas termino de manera repentina. Koscielny le robó el balón a Lewandowski cuando éste estaba a punto de despejar el esférico en su propio área. La consecuencia fue que el patadón del polaco no se lo llevó el cuero, sino el galo, con lo cual Mazic señaló al punto de penalti. Era el momento de Alexis. El primer intento lo detuvo Neuer, en el segundo no remató bien, pero el tercero lo clavó. Empate y silencio absoluto en el Allianz.
Pudo haber sido peor. Xhaka y Özil tuvieron el segundo en sus pies, pero fue el Bayern quien había merecido un penalti tras una mano de Bellerín en el área. Mazic no lo vio, centrando el desprecio del coliseo bávaro en su persona. Lo que no sabían los de Wenger: Habían despertado a la furia muniquesa. El Bayern salió de los vestuarios como una bala y trituró al Arsenal en apenas diez minutos. Un gran cabezazo de Lewandowski y un doblete de Thiago, liderando el centro del campo bávaro de manera estelar, volvieron a desatar la locura en el Allianz que no se podía creer lo que estaba pasando. Y menos cuando Müller terminó con su sequía goleadora (llevaba sin marcar desde diciembre) y puso el quinto. A pase de: Thiago. 5-1. Manita y aviso: El Bayern ha vuelto.