Llega el colista al campo del líder. Lo que a priori se paga poco o nada a favor del Levante en las casas de apuestas. Pero Muñiz no se fía. El Nàstic ha demostrado en las últimas semanas que está muy vivo. Y como alertó el propio técnico esta semana, son un equipo diseñado para estar arriba y pelear por el ascenso. Como hizo el año pasado. A los granotas les toca hoy arremangarse y resetear el tropezón del pasado fin de semana en Alcorcón. Porque además, el calendario se les empina luega con rivales de la zona alta.
Campaña no está. Y a ver cómo se soluciona. El sevillano es la brújula del líder granota. Muñiz tiene fonde de armario. Y en Orriols no gana cualquiera. Otra cuestión es qué partido plantee el Nàstic. Merino ha conseguido enlazar cuatro semanas sin perder. Pero la mala noticia es que ni aún así han sido capaces de abandonar el farolillo rojo. Están a tiro eso sí. De ahí que quizá un punto en un campo así les pueda saber a gloria. Sea como sea, no será un trámite para los de casa.
‘All in’. Para el Nàstic cada partido es como si fuera el último. Tres puntos que no vuelven y necesitan como el comer. Merino acude con bajas a un Ciutat donde nadie ha ganado todavía. Eso impone ya de inicio. Y ver enfrente a uno de los pichichis de Segunda, también. Roger empezó fuerte el 2017 y tras tres partidos viendo puerta ahora lleva dos sin ‘mojar’, lo que quiere decir que cada ves está más cerca el día en que vuelva a desenfundar sus pistolas. Ahora, que los de Tarraco llegan con un Emaná dispuesto ser el heroe de la remontada en la tabla que signifique una histórica salvación. Y como dicen en Orriols: “Queda mucho todavía”.
