CAFÉ, COPA Y FÚTBOL | NACHO GARCÍA VEGA
“Simeone nos ha mostrado al mejor Atlético de la historia”
Treinta años no es nada y ahí está Nacha Pop para demostrarlo con su nuevo disco. Una de las bandas clave de la Movida vuelve a la escena.
Desvelemos un misterio, Nacho García Vega, ¿siendo usted tan rojiblanco la chica de ayer es el Atlético de Madrid?
Uy, yo creo que era del Atleti, sí, pero son conceptos diferentes. La chica de ayer es una chica y el Atleti es el equipo de mis amores, todo corazón y con una historia apasionante.
¿Qué le inspira el Atleti?
Es algo que te acompaña toda la vida, me enamoré del Atleti cuando era un crío y ya nadie me va a sacar de esa carretera. Forma parte de mi familia.
¿Alguna vez soñó con meter un gol vestido de rojiblanco?
Hombre, alguno metí de pequeño vestido con esa camiseta. He pisado varias veces el césped del Calderón, la primera en 1985, en una sesión de fotos. Una revista norteamericana hizo un reportaje sobre grupos de la Movida y le citamos en el Manzanares. Y de paso, pude lanzar un par de penaltis.
¿Es usted de los furibundos antimadridistas o su pasión atlética es más templada?
Reconozco que no soy furibundo anti casi nada, incluido el Real Madrid. En este caso, me parece absurdo repudiar hasta ese punto de furia a un equipo al que adoran muchos amigos tuyos con los que pasas la vida, sería una manera de hacerte un harakiri mental que no me va.
¿Con que jugador del Atleti se cambiaría la camiseta?
Con muchísimos, ahora mismo con Fernando Torres porque representa mucho del espíritu del Atleti, pero, no sé, con Kiko, Caminero, Pantic, Ayala, Futre, Gárate, Alemao, Luis, Manolo, Miguel Ángel Ruiz y, no sé, me podría tirar horas citando glorias atléticas de mi vida. Y, por supuesto, con Griezmann.
¿Le ha escocido que el nuevo estadio del Atleti se llame Wanda Metropolitano?
Bueno, lo de Wanda, en fin, cosas de los nuevos tiempos, pero yo siempre tuve claro que el nuevo estadio del Atleti tenía que llevar el nombre de Metropolitano, es la palabra que mejor le va. No se le puede poner el nombre de una persona porque no hay nadie, por si mismo, que defina la historia entera de este club. Se habla de Luis Aragonés, pero no sé hasta qué punto Luis Aragonés es más importante que otros futbolistas del Atleti. Metropolitano es el nombre ideal.
¿Usted por qué es del Atleti?
Todos sentimos los colores de nuestro equipo desde que somos pequeños por la influencia familiar. Mi madre era muy forofa, mi padre menos, y mi primo Antonio también era muy atletista, pero nunca fuimos antimadridistas. Lo último que haría en mi vida sería mosquearme con alguien cercano porque fuera de otro equipo.
En sus primeros años del Liceo Francés, ¿antes de agarrar la guitarra, jugaba al fútbol?
Estábamos todo el día jugando. Volvíamos de clase los seis hermanos y sólo teníamos una idea en la cabeza, jugar un partido. Jugábamos en el patio de mi casa, cerca de la Plaza de Castilla, hasta que se hacía de noche y no se veía nada. Entonces, encendíamos las luces del salón de la casa para que alumbrara un poco el jardín y seguir jugando, aunque fueran cinco minutos más. El fútbol era una obsesión hasta que dejó paso a la música.
¿Cree que el Atleti del Cholo es el mejor equipo de la historia del club?
Creo que sí ha sido el mejor de la historia. Recuerdo aquel Atleti de los setenta, que era formidable, y lo mal que lo pasé cuando perdimos la final contra el Bayern. Ese equipo era muy bueno también. Ahora ocurre que para un equipo como el Atleti es más difícil ser sólidos y fiables sin interrupción. Barça y Madrid se refuerzan año tras año y se agrandan las distancias con el resto de equipos, por eso me parece más heroico lo que ha logrado el Atlético en estos años del Cholo.
¿Piensa que el Cholo está dando sus últimos conciertos con el Atlético de Madrid?
No, yo quiero pensar todo lo contrario. Es verdad que estamos atravesando un bache pero el Cholo ha hecho tanto por el equipo que goza de mi total confianza. Creo que el Atleti volverá a resurgir con fuerza.
¿Ha quedado desvirtuado el himno del centenario de Sabina cuando se refiere a la leyenda negra del equipo y a esa peculiar manera de perder?
Yo no me identifico mucho con ese mensaje porque es ridículo llamar pupas a un equipo que siempre ha estado entre los tres o cinco primeros. Desde luego no es el equipo más afortunado del mundo pero también forma parte de nuestro ADN, de esa forma de ver la vida que tenemos los atléticos.
Después de 30 años Nacha Pop vuelve con otro disco, ‘Efecto inmediato’, ¿qué queda de los Nacha Pop de los 80?
Queda mucho del espíritu, y aunque Antonio Vega ya no está entre nosotros y Carlos Brooking se ha retirado de la música profesional, quedo yo con todas las energías del mundo. En este disco late el auténtico Nacha Pop con un toque más actual, pop y rock en estado puro.
Uno de los temas promocionales se llama ‘Tu mejor momento’, ¿lo dice por usted?
Lo digo por mí y por muchos de mi generación que se han acobardado un poco al llegar a una cierta edad y se echan a un lado. Es un grito de ánimo para toda esta gente que duda sobre si su tiempo se ha terminado. Pues yo reclamo que no solo se ha acabado el tiempo de toda esta gente sino que ahora es su mejor momento.
En el regreso a los estudios de grabación de Nacha Pop, ¿hasta dónde pesa la ausencia de Antonio Vega?
Pesa todo lo que puede pesar la ausencia de alguien que fue el alma del grupo pero, de alguna forma, él está presente porque el proyecto de este disco fue de los dos cuando nos juntamos en 2008. En algunas de las canciones del disco él intervino y tocó la guitarra. Antonio tenía mucha ilusión en sacar material nuevo.
El momento de tedio, de control de la sociedad por parte de los gobiernos, lo políticamente correcto.. ¿tiene que ver con que el personal siga fijándose en aquellos años de la Movida?
Es posible, se recurre con frecuencia a los 80 porque hay un vacío de explosión creativa, cultural, musical…, pero yo siempre he tenido la sensación de que aquella energía y poderío de los 80 nunca se han ido. Hablando de música, ese ritmo de los 80 tiene un magnetismo bárbaro que sigue seduciendo a la gente. Y no solo en España, ocurre en el resto de Europa también. La corriente New Wave inglesa o norteamericana es invencible. Algo hay en esa música tan directa, canciones de tres minutos, con desparpajo y divertidas que nos han salvado de ese estado de languidez en que naufragó la música, y la cultura y la sociedad en general, de los años 90 en adelante.
Ejemplo de ese espíritu enérgico, de mantenerse en primera línea de combate son, sin duda, los Rolling Stones.
Estoy de acuerdo, ahí están los Stones y, a lo mejor, ni ellos saben por qué. Y ahí estaré yo apoyándoles, hay gente que no tiene esa energía, pero, en fin, qué le vamos a hacer.
¿Le ha costado asumir que Nacha Pop es una marca y sus seguidores reclamaban su regreso a las pistas?
Yo no podía seguir desdoblándome entre Nacho García Vega y Nacha Pop, entre otras cosas porque Nacha Pop es el proyecto de mi vida y en este disco hay sangre y corazón de todos los que han pasado por el grupo a lo largo de su historia, el primero de todos, Antonio Vega, por supuesto. Nacha Pop desde luego es una marca, es mi marca y es mi nombre. De hecho, mi apodo de niño era la Nacha Pop, de ahí el nombre del grupo.
Y todo empezó aquella tarde de septiembre de 1980 en Vistalegre cuando actuaron de teloneros de Los Ramones. ¿Qué recuerda de aquel momento?
Se cruzan todo tipo de recuerdos tremendos, muchos surrealistas. Por ejemplo, José Luis Gil, que era presidente de Hispavox, se puso a cargar y descargar el equipo de sonido, como un pipa más, y otros directivos también tiraron del carro. Al verles arrimar el hombro de esa manera porque la causa lo requería comprendí que ese día era distinto. Los Ramones llegaron a Madrid en el momento justo y nosotros estábamos allí con ellos, el grupo de mis amores. Se armó una buena en la plaza porque se llenó hasta arriba, se quedó gente fuera, y los de dentro gritaban: “¡Que entren los de fuera! ¡que entren los de fuera!” Movida de verdad, aunque el movidón fue el que montó la Policía, que se despachó a gusto con el personal.
‘La chica de ayer’ va camino de convertirse en un clásico, si no lo es ya, y alguna vez le he escuchado decir que no ligaba del todo con el estilo rockero de Nacha Pop.
-Es verdad, esa canción ya es un himno a pesar de que su ritmo de balada no casaba con nuestro espíritu, pero siempre hemos sido muy abiertos a todos los estilos. Nosotros tocábamos canciones más cercanas al punk-rock, como ‘Gasoleo meo’, que nunca salió en el primer disco, como ‘No te quiero, nena’, ‘Nadie puede parar’ o ‘Mujer de cristal’. Pero incluimos ‘La chica de ayer’ porque teníamos claro que cabía en nuestro repertorio, de ahí nuestro atrevimiento. No era nuestro estilo, pero conseguimos que también lo fuera. Pero ‘La chica de ayer’ no fue número uno hasta 1988, cuando salió nuestro disco de despedida. El primer gran éxito de Nacha Pop fue ‘Grité una noche’, en 1986.
En ese viaje vuestro y de tantos artistas de la Movida se cruzaron de forma maldita las drogas, ¿tuvo la heroína, por ejemplo, la gran culpa de la destrucción de tanto talento?
Echarle la culpa a la heroína es muy infantil, es como echarle la culpa a la pimienta de las úlceras de estómago. Fue el precio a pagar por un estado de libertad que permitió a la gente elegir su camino. Si lo que quieres es meterte heroína hasta arruinar tu vida es triste pero no deja de ser una decisión personal. Puede que en los 80 la gente tuviera menos conocimiento del riesgo que corrían pero siempre he creído que nadie se ha metido en eso sin saber lo que podía acarrear.
Para rematar, ¿qué está más cerca un nuevo éxito de Nacha Pop o que el Atlético gane una Champions?
Pues mira, yo sueño con Nacha Pop tocando dentro de poco en la fiesta de celebración de la Champions del Atleti, con eso te lo digo todo.