EI Real Valladolid afronta el encuentro ante el Cádiz como un primer examen parcial, como esas pruebas que hay en la universidad entre los meses de enero y febrero que son capaces de medir tu aprovechamiento, tu evolución en el curso. Los pucelanos, pese a haber perdido cinco partidos seguidos, ocho de 20 en total, pueden acabar la primera vuelta en puestos de promoción, lo que se podría catalogar como positivo. Para ello, necesita vencer en Cádiz, mejorar su rendimiento a domicilio, donde sólo ha sumado ocho puntos de 30 posibles.
No lo tendrá nada fácil. Sigue el Cádiz en estado de gracia, venciendo por inercia en el Martínez Valero después de hacer un partido malo para lo que venían mostrando los amarillos. Una victoria que no ha evitado al cuerpo técnico gaditano trabajar a lo largo de la semana los diversos errores que se cometieron en tierras ilicitanas. Las ausencias de José Mari y Garrido debilitan el centro del campo, perdiendo solidez y capacidad de crear juego, teniendo Cervera que buscar soluciones para reordenar la sala de máquinas. Eddy Silvestre, que jugará seguro, parece que tendrá un papel fundamental en el terreno de juego, quedando la duda de sus acompañantes. Mantecón y Abdullah podrían ser quienes le acompañen, quedando Rafidine como más adelantado.También podría contemplarse el doble pivote conformado por Abdullah y Eddy, dejando a Rubén Cruz como mediapunta. Muchas incógnitas para un once que será desvelado a última hora, al igual que la convocatoria final, ya que Cervera ha citado a diecinueve futbolistas para la cita de mañana.
Sin cambios. Por su parte, Paco Herrerano tiene la intención de hacer muchas variaciones. Recuperado de su gripe Juan Villar, que vuelve al Carranza, formará en la delantera junto a Jose y Mata, por lo que De Tomás deberá esperar su oportunidad en el banquillo. La otra gran duda está en saber si Alex López entra en el once o no. Si el gallego, tres partidos sin jugar, vuelve al equipo inicial será por uno de los hombres del centro del campo: Leao, Jordán o Míchel, aunque la sensación es que es difícil que haya cambios.