Marcelo Díaz certifica el pase del Celta ante el UCAM
Un partido de poco fútbol y que decidió el internacional chileno Marcelo Díaz con un espectacular gol de falta.
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La considerable superioridad técnica del Celta fue suficiente para que los vigueses eliminaran al UCAM Murcia y accediesen a la ronda de octavos de final de Copa del Rey. Sirva como ejemplo el único tanto del partido. Una genial combinación entre Tucu Hernández y Rossi obligó a Morillas a cometer una clamorosa falta al borde del área. Desde la frontal, Marcelo Díaz ejecutó con maestría a balón parado. Superó la barrera con un sutil toque y alojó el balón en la red. La especialidad del chileno en este tipo de lanzamientos ya le valió en su día la salvación al Hamburgo. Ayer significó la clasificación céltica para la siguiente ronda copera. Una vez refrendada la ventaja que ya traían del partido de ida, los vigueses controlaron el partido a su antojo. No sufrieron absolutamente nada en defensa y buscaron con paciencia la portería contraria.
A pesar de la diferencia técnica, el UCAM actuó con una enorme dignidad. En ningún momento se dio por vencido, a pesar de que el marcador le era muy adverso, y puso todo su orgullo encima de la mesa. Seguro que el debutante Francisco salió satisfecho de Balaídos con la actitud de sus jugadores. Con ese ímpetu y esa garra tendrán muchas opciones de salvar la categoría.
Pasividad. La cómoda ventaja en el marcador llevó a los jugadores del Celta a la indolencia, algo que no gustó nada a la grada, que en el tramo final del encuentro dedicó algunos pitos a su equipo. Los vigueses se dedicaron a mantener la posesión del esférico y se olvidaron de generar ocasiones de ataque. Incluso algunos futbolistas tuvieron pérdidas absurdas, producto de la pasividad. El UCAM aprovechó esas recuperaciones para lanzar contragolpes e Imaz desperdició una clara ocasión para empatar en el último suspiro. Al final, el Celta logró el pase a octavos sin pena ni gloria. La calidad fue decisiva.
