366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 20 DE DICIEMBRE
Un decreto españoliza los nombres (1940)
Este día se emitió la circular federativa 6/1940, que en su apartado quinto expresaba: «En virtud de la disposición dictada por el C.O.E.C.N.D. y de acuerdo con las disposiciones superiores, todos los Clubes sujetos a la disciplina de la Federación procederán a suprimir de su denominación todo vocablo extranjero, y a reformar aquellas cuya construcción no sea gramaticalmente correcta en nuestro idioma. Por ejemplo, no podrán utilizarse la denominación "X Fútbol Club", sino "X Club de Fútbol" o simplemente "Club X", ni tampoco los vocablos Racing, Athletic, Sporting, etcétera, que deberán ser sustituidos por los castellanos correspondientes». Esta circular respondía al Decreto Ley de la Jefatura del Estado, que erradicaba el uso de extranjerismos en todo el territorio español. La Delegación Nacional de Prensa y Propaganda del Ministerio del Interior se lo había trasladado al Comité Olímpico Español-Consejo Nacional de Deportes para que se impusiera en todo el ámbito deportivo antes del 1 de febrero de 1941.
Y es que la nomenclatura de casi todos nuestros clubes guardaba aún remembranzas de su origen inglés, muy lógicas por otra parte. Ingleses habían sido los impulsores de la mayoría de nuestros clubes, y cuando no, lo habían sido estudiantes españoles que habían regresado de la isla de los inventores con el fenomenal juego metido en el alma. Así que teníamos Athletic de Bilbao y Athletic de Madrid (Athletic Aviación Club para entonces), Racing de Santander o de Ferrol, Sporting de Gijón o Fútbol Club Barcelona (o Madrid F. C.), que tuvo que pasar a llamarse Club de Fútbol Barcelona, construcción más acorde con la lengua del imperio, como se decía entonces. La preocupación del régimen por recuperar términos más españoles se extendió a otros aspectos de la vida civil, como los hoteles, donde los llamados hotel Palace, por ejemplo, pasaron a llamarse hotel Palacio. (Y en algún caso que llegué a ver en una capital de provincia, hotel Palas, no sé si en honor a Palas Atenea o a la compañera del pico.) El cambio de nombre de los clubes dio lugar a que en muchos casos los clubes pasaran a ser conocidos por el nombre de la ciudad, en lugar de por su nombre real, salvo por sus propios aficionados, que coloquialmente les seguían llamando como siempre. Por ejemplo, en Bilbao siempre dijeron el Athletic, mientras en el resto de España pasamos a conocerlo como el Bilbao. Lo mismo pasó con Racing y Santander o con Sporting y Gijón.
Este decreto ley estuvo vigente hasta el 18 de julio (precisamente) de 1972. A partir de entonces, todo el que quiso recuperó su nombre inglés anterior, y así lo hizo la mayoría. No el Atlético de Madrid, que mantuvo su nombre «españolizado», quizá en un intento más o menos consciente de distinguir su personalidad de la del club bilbaíno, que fue su matriz original.