Cuando todavía quedan cuatro jornadas para acabar la primera vuelta, la Liga portuguesa ya ha dicho adiós a ocho entrenadores, el mismo número que en el total de la temporada pasada y más que los principales campeonatos ligueros de Europa. El torneo nacional luso destaca en número de despidos por delante de la Bundesliga alemana, con seis ; de la Serie A italiana, con cinco ; de la Liga española y la Ligue One francesa, todas con cuatro , y de la Premier League inglesa, con apenas uno . La última víctima del baile de banquillos en los equipos portugueses fue José Peseiro , que abandonó esta semana el Sporting de Braga tras ser eliminado de la Copa de Portugal en casa, competición en la cual son los actuales campeones. Peseiro -ex adjunto de Carlos Queiroz en el Real Madrid- deja el Braga tras una fuerte contestación de los aficionados, a quienes no les gustó ser eliminados por un equipo de segunda división, el Sporting da Covilha , e incluso intentaron invadir la entrada del estadio mientras gritaban críticas hacia el técnico. Además de la Copa, tampoco consiguieron ir más allá de la fase de grupos de la Liga Europa, aunque en la Liga lusa no están haciéndolo mal y son cuartos a seis puntos de la cabeza. Aunque todavía no hay un sustituto oficial para Peseiro, la prensa lusa especula con que su sucesor será el portugués Jorge Simao , que actualmente entrena a otro equipo de primera división, el Desportivo de Chaves . Antes de Peseiro, siete de sus colegas dejaron sus respectivos equipos, el primero de ellos a mediados de septiembre, cuando sólo se habían jugado cinco jornadas. Entonces, el técnico brasileño Paulo César Gusmao rescindió por mutuo acuerdo con el Marítimo tras perder cuatro de los cinco partidos en los que dirigió al equipo. Actualmente, el portugués Daniel Ramos tiene el timón del equipo del archipiélago luso de Madeira y ha conseguido colocarle en la novena posición. A inicios de octubre fue el turno del español Julio Velázquez, que comandaba al histórico Belenenses y dejó el equipo en la séptima jornada a pesar de que estaba en octava posición, para firmar por el Alcorcón apenas unos días después. Todavía octavo, el portugués Quim Machado se encarga ahora del equipo del célebre barrio lisboeta. Fue justo tras una derrota en la Copa de la Liga con el Belenenses , días después de la salida de Velázquez , cuando el boliviano Erwin Sánchez abandonó el banquillo del Boavista . Sánchez , figura icónica del segundo equipo de la ciudad de Oporto -como jugador ganó la única Liga de la historia del club- dejó al Boavista en la duodécima plaza tras siete jornadas. El portugués Miguel Leal cogió las riendas del equipo, que ahora figura decimotercero. El pasado 10 de noviembre fue el Rio Ave quien despidió a su entrenador, el luso Nuno Capucho, que como futbolista ganó una Liga Europa en el Oporto comandado por José Mourinho. Capucho dejó al equipo en duodécimo lugar tras diez jornadas y eliminado de la Copa. Hoy, bajo la dirección del portugués Luís Castro , el Rio Ave aspira a los puestos europeos y está en la sexta posición. Días después, el portugués Pepa dijo adiós al Moreirense tras ser eliminado de la Copa y ser decimosexto en Liga, equipo que ahora figura apenas una plaza por encima y está bajo las órdenes de Augusto Inácio , vieja gloria del Oporto y el Sporting. A finales de noviembre el portugués Carlos Pinto dejó los mandos del Paços de Ferreira , que había sido su primera experiencia en la primera división lusa, tras caer en la Copa y estar decimoquinto en la tabla liguera. Ahora entrenado por Vasco Seabra , antiguo adjunto de Pinto, el club está en decimotercero lugar de la clasificación. El séptimo entrenador en caer fue el brasileño Fabiano Soares , que dejó el pasado 12 de diciembre el banquillo del Estoril . Soares, que en su larga carrera como entrenador y jugador pasó por equipos españoles como el Compostela y el Celta de Vigo, dejó al Estoril undécimo en la Liga y en manos del español Pedro Gómez Carmona, que llega a Portugal procedente del equipo técnico del Valencia.