Sobreviviente de Chapecoense pensó que se había lesionado
El futbolista Hélio Neto, sobreviviente del accidente aéreo que sufrió la Chapecoense, dijo que soñó que el avión iba a tener un accidente y no quería viajar.
Neto se enteró este lunes de la muerte de la mayoría de sus compañeros, según el testimonio del médico Carlos Mendonça, responsable de darle la noticia, publicado hoy por medios brasileños.
El equipo de médicos que lo atiende en un hospital de Medellín tomó la decisión de comunicarle lo ocurrido al jugador ya que éste empezaba a hacer preguntas, según el testimonio.
Inicialmente habían decidido no decirle nada al futbolista, que no recordaba nada, por temor a un posible shock psicológico que afectase su recuperación.
"Teníamos desde hace algunos días dificultades con Neto", citó el portal "O Globo" a Mendonça. "Estaba desconfiado porque tenía muchas lesiones, que no eran compatibles con un partido de fútbol. Eso estaba generando un trastorno para la familia, principalmente para la esposa", agregó el médico.
"Su padre me dijo que estaba llegando al límite", explicó también Mendonça. "En común acuerdo la psicóloga, hablamos".
Según el médico, Neto lloró y aseguró que había soñado antes de emprender el viaje a Colombia que el avión en que viajaba se caía y que le había dicho a su esposa por eso que no quería volar. "Fue una cosa chocante", citó el portal UOL las palabras de Mendonça.
El médico y el portero Jackson Follmann, otro de los sobrevivientes de la tragedia, visitaron a Neto en el hospital antes de que Follmann volviera el lunes a Brasil.
"Somos sobrevivientes, celebra la vida", contó Mendonça que le dijo Neto a su compañero de equipo. Follmann fue el primero de los cuatro brasileños que sobrevivieron al accidente en volver a su país.
Hoy fueron repatriados también el jugador Alan Ruschel y el periodista Rafael Henzel, que viajaba junto con el equipo a Colombia. Neto permanecerá aún en Colombia por su estado de salud delicado.
El avión de la aerolínea boliviana LaMia se estrelló en la noche del 28 de noviembre poco antes de llegar a Medellín debido a la falta de combustible, cuando trasladaba al plantel del "Chape" para su partido de ida de la final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional.
La tragedia en la que murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores del modesto club de provincias brasileño, enlutó al deporte mundial.