Flavio Conçeiçao: el ‘nuevo Redondo’ de los 27 millones €
El centrocampista llegó procedente del Deportivo de la Coruña como el gran sustituto del argentino pero nunca llegó a ser titular y se acabó marchando por la puerta de atrás.
Flavio Conçeiçao es uno de los puntos negros de Florentino Pérez en lo que a fichajes se refiere. Aterrizó en la capital española como petición expresa de Vicente Del Bosque pero su rendimiento dejó mucho que desear tras tres campañas en el conjunto madridista.
El brasileño debutó en el fútbol profesional en el Río Branco de Sao Paulo, donde completó dos grandes temporadas que le valieron para firmar por el Palmeiras. Allí coincidió con Roberto Carlos y Rivaldo, con Wanderlei Luxemburgo en el banquillo, haciéndose un hueco en el centro del campo y llamando la atención de varios clubes europeos. Fue el Deportivo de Lendoiro quien acabó llevándose a este completo mediocentro, que defendía y se sumaba con facilidad al ataque.
El equipo coruñés desembolsó alrededor de 6’5 millones de euros para traer a Flavio Conçeiçao a la Liga española. Allí encontró acomodo con el gran Mauro Silva como compañero en la medular y empezó a ser un fijo en la selección brasileña. Fue en la 199-2000 cuando obtuvo su culmen con los gallegos al llevarse la liga guiados por Makaay, Djalminha, Fran, Donato y compañía. Su (más que) correcto rendimiento despertó el interés del Real Madrid, quién no dudó en abordar su fichaje.
Aquel Real Madrid venía de un cambio de presidente (primer año de Florentino Pérez al mando) pese a haber levantado la octava Copa de Europa de su historia. Luis Figo se convertía en el fichaje más mediático hasta ese momento pero los blancos tenían la necesidad de sustituir al que había sido su hombre clave en el centro del campo los últimos años: Fernando Redondo. Florentino no dudó y junto a Claude Makelele llevó a Chamartín a Flavio Conçeiçao, pagando 27 millones de euros (unos 4.500 millones de pesetas), el tercer fichaje blanco más caro hasta ese momento (tras Figo y Anelka).
La presencia del brasileño en las alineaciones se vio muy mermada por las lesiones. Varios meses de baja en su primera temporada debido a una pubalgia que cortó de raíz su progresión y, de paso, su propia confianza ante el reto de jugar en el Real Madrid. Su segunda campaña comenzó aún peor, una rotura parcial del tendón de Aquiles le mantuvo alejado de las terrenos de juego pese a quedarle en consuelo de disputar unos minutos en la final de Glasgow en la que el Real Madrid conquistó la novena.
Su tercera y última temporada, la 2002-2003, fue donde más a gusto se sintió jugando 21 partidos de Liga y 8 de Champions (a ello favoreció la llegada de su amigo Ronaldo al equipo blanco) pero no fue suficiente para convencer a los técnicos. Con la marcha de Del Bosque y la llegada de Quieroz, el Real Madrid le buscó una salida y se acabó marchando cedido al Borussia de Dortmund en su último año de contrato. En total anotó únicamente dos goles en su etapa madridista (1 al Zaragoza en la Supercopa y otro al Sevilla en Liga).
Tras finalizar su vinculación con el club de Concha Espina, Flavio Conçeiçao se fue a Turquía, a las filas del Galatasaray, en donde permaneció una temporada antes de firmar por el Panathinaikos griego, donde acabaría colgando las botas en el año 2006.
