Tres zarpazos liquidan al Eibar

El Athletic liquidó al Eibar con tres zarpazos. No fue su mejor partido, lastrado como estaba por las bajas de sus dos bastiones, Raúl García y Aduriz, pero le bastó para tumbar a los de Mendilibar con una mezcla de calidad e inteligencia. Beñat abrió el marcador con una falta magistral, Williams lo amplió en un contragolpe racial y después de que Enrich sembrase la incertidumbre, Muniain puso el 3-1 definitivo en el descuento, gracias a un pase de oro del debutante Villalibre. La maldición de Mendilibar en San Mamés sigue viva. Ocho derrotas en ocho partidos.

Los leones se colocan séptimos a dos puntos de Champions, igualados en la Europa League con Villarreal y Real Sociedad, que juega este lunes. Fue una tarde redonda para los rojiblancos, el único equipo de la zona alta que ha ganado en esta jornada. Sabedor de que les faltaba presencia en el área, Valverde apostó por Williams como ariete y el plan le funcionó en la segunda parte, con un tanto a la contra que dejó malherido a los guipuzcoanos y casi un segundo, que desató la ira de San Mamés después de que el Eibar no devolviese la pelota que había lanzado fuera al Athletic para atender a Iñaki, que había quedado claramente dañado en la acción. El público se enfadó con los de Mendilibar, que ya se sabe que no echan el balón a la banda para atender a un adversario, pero sí debieron devolverlo por el golpe que le dio Lejeune después de chutar. Llegó la electricidad al derbi con 45 minutos de retraso.

Y es que San Mamés no salió del bostezo hasta que Beñat se sacó una falta sublime, esquinada, para mandarla a la red junto a la escuadra derecha de Riesgo. Fue en el minuto 42, cuando el Athletic se puso por delante gracias al detallazo de calidad del ex del Betis.

Lo demás, hasta entonces, había sido una broma de fútbol. Los leones tenían la brújula extraviada. Apenas las arrancadas de Muniain sembraban algo de incertidumbre, También el empuje de Balenziaga, suelto porque Pedro León no bajaba con él, le llevó a poner un centro a la cabeza de Sabin Merino que salió fuera. Esa acción y un tiro cruzado de Williams, que actuaba de ariete, fueron los únicos sustos para Riesgo hasta el gol de Beñat.

El Eibar aún era peor. Expuso bien poco hasta que se vio por detrás en el marcador y entonces se vieron las costuras a sus lentos centrales. Asustó con un disparo de Adrián a la madera, pero estaba en fuera de juego, y apenas con una indecisión de Laporte.

La segunda mitad fue otra. El Athletic sabía que podía matar al contragolpe a los armeros y se aprestó a ello. Muniain tocó un balón para Williams, que salió en carrera diagonal para dejar en cueros a Lejeune y batir por bajo a Riesgo.

El derbi parecía sentenciado, pero el Eibar, hasta entonces inferior claramente, no se rindió. Inui chutó por primera vez a puerta. Arrizabalaga estaba ahí. Y los visitantes acortaron distancias en una acción en la que Pedro León por fin le ganó la posición a Balenziaga, encontró a Inui en el segundo palo y el japonés dejó de cabeza para que Enrich, también con la testa, empujase el balón a las mallas. Quinto gol del ariete, que está haciendo una gran temporada.

El Eibar desperdició su gran oportunidad de empatar en el minuto 81, poco después del follón con Williams. San José se durmió con una pelota en en el medio campo e Inui obligó a Arrizabalaga a hacer una buena parada. Estrada Fernández perdonó al rojiblanco la segunda amarilla por agarrón.

Txingurri volvió a atinar haciendo debutar a Villalibre por un exhausto Williams. El delantero de Gernika rompió al espacio, lo que más le gusta, y regaló a Muniain el 3-1. Iker le abrazó como si fuese su hijo.