Alcaraz: “No tenemos derecho a desmoralizarnos”
El técnico del Granada mantiene que “tenemos tiempo suficiente para salir de ahí”. El entrenador quiere que la grada no pierda el ánimo por los resultados.
Seguir creyendo es ahora mismo el primer objetivo del Granada. Conseguir que no se pierda la fe, transmitir que todavía hay esperanza, que la salvación es posible, es el mensaje que propaga Lucas Alcaraz y creen firmemente dentro del club. Conseguir que la grada no baje los brazos y que el corazón rojiblanco siga latiendo a pesar de soponcios como el de Balaídos es primordial ahora mismo. La fe que profesan en la Ciudad Deportivo no es una impostura, es sincera, sin embargo todos son conscientes de que los resultados negativos se multiplican y de momento no hay nada que echarse a la boca más que el sermón de la esperanza. Ante el último golpe a la moral rojiblanca, Lucas Alcaraz se mantuvo firme y rotundo al afirmar que “no tenemos derecho a desmoralizarnos”. Como si no hubiese espacio en esta aventura para los débiles, como si lamerse las heridas no entrase en el diccionario de a bordo de la expedición. No cabe más que trabajo duro, remar y remar sin mirar atrás.
Hay que seguir trabajando para buscar la primera victoria porque creemos que hay tiempo suficiente para salir de ahí”, insistió el técnico del Granada, consciente de que las matemáticas y el tiempo todavía le dan la razón, y repitiendo una y otra vez que a pesar de no haber ganado un partido en lo que va de campeonato la permanencia sigue estando a menos de dos victorias de diferencia. Y “aunque está claro que vamos con bastante desventaja”, tal y como reconoció Alcaraz, todos anhelan el primer triunfo y sus efectos terapéuticos y motivadores para subirse a la chepa de los rivales en un santiamén.
“Nosotros tenemos que pensar así. No podemos pensar en lo difícil que están las cosas sino en mejorar cada día y conseguir triunfos”, avanzó Alcaraz a modo de hoja de ruta para las semanas y los partidos que se aproximan. Mantener la intensidad en el vestuario, que los jugadores sigan trabajando al mismo nivel y compitiendo entre ellos, será una prueba diaria de que el Granada sigue con ganas de revancha.