366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 24 DE NOVIEMBRE
«Os hemos ganado por Ortiz a cero» (1947)
Aquel lunes fue muy duro para los madridistas. El club había hecho un campo nuevo, pero el gasto en su construcción había impedido reforzar debidamente la plantilla y el equipo no iba todo lo bien que se desearía. Y en el club tenía gran poder un hombre de continuas iniciativas e ideas muy avanzadas, Pablo Hernández Coronado. Había sido portero del equipo en los tiempos de Bernabéu, fue depositario de los documentos del club durante la Guerra Civil y para entonces era secretario técnico, función que había inventado él mismo para sí mismo. Sus ideas avanzadas provocaban no pocas burlas en los sectores retardatarios del fútbol y de la sociedad y hasta se le había creado cierta fama de gafe.
Para la novena jornada de aquella temporada, Hernández Coronado decidió incorporar al Madrid la numeración en las camisetas, que había iniciado el Arsenal en 1929 y que poco a poco se había ido extendiendo primero a toda Inglaterra y luego a otros países. En España aquello todavía era desconocido, así que la salida del Madrid al campo fue un golpe. Jugaron: Calleja (portero, sin número), Clemente (2), Corona (3); Pont (4), Ortiz (5), Huete (6); Macala (7), Chus Alonso (8), Pruden (9), Molowny (10) y Cabrera (11). El partido no era cualquier cosa: se trataba del encuentro de «la máxima rivalidad», como se llamaba entonces a los choques entre equipos de la misma ciudad, hoy conocidos como derbis. Y era en el Metropolitano. Y era ante un Atlético de Madrid que esos años tenía un gran equipo, rematado por su «delantera de seda», que se recitaba de memoria: Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero. El caso es que el Atlético ganó por cinco a cero, con goles de Campos, Escudero, Juncosa (dos) y Vidal. El estreno de los números, que había sido visto como algo pretencioso por parte del Madrid y de su singular secretario técnico, hizo que las cargas después de la derrota fueran mayores de lo habitual. Los atléticos celebraban al día siguiente la goleada, bien mostrando la manita, costumbre que nació ese día, bien aludiendo al que había llevado el número cinco, Ortiz: «Os hemos ganado por Ortiz a cero». Ortiz era natural de Basauri, había jugado en el Athletic de Bilbao justo antes de la guerra y también después y había llegado al Madrid, ya como jugador veterano, después de pasar también por el Celta y el Racing de Santander. Cuando fichó ya tenía los treinta, no resultó caro y se valoraba su experiencia para un medio campo desastroso. Solo jugó en el Madrid esa temporada, aunque cumplió bien (veinte partidos en total), para irse luego al Zaragoza y retirarse finalmente en el Baracaldo. Un jugador más, pero la iniciativa de Hernández Coronado dejó su nombre ligado para muchos años a las discusiones entre madridistas y atléticos.
El Madrid acabó undécimo aquella temporada, la que más cerca estuvo nunca del descenso (jugaban catorce). El Atlético fue tercero. Acabado aquel partido, Bernabéu se enfadó con Hernández Coronado y quiso quitar los números, pero este le convenció. Y al principio de la liga siguiente, la de 1948-1949, la Federación dispuso que todos los equipos numeraran sus camisetas para mejor identificación de los jugadores por parte de público y árbitros. Una satisfacción para Hernández Coronado, el hombre de las iniciativas revolucionarias.