García Pitarch se juega todo el crédito en el mercado de enero
Rearmar una plantilla con lagunas, una clave para su renovación. En su tercera ventana de fichajes se juega su futuro, porque su contrato finaliza en junio. Valencia-Zaragoza
Cesare Prandelli no agotó los tres cambios contra el Granada. Tampoco contra el Deportivo. El italiano rehuye hablar en sala de prensa del mercado de invierno, aunque dice el refranero que a buen entendedor sobran las palabras. Prandelli aún está tomando el pulso a lo que tiene, un equipo al que todavía no le ha sacado el resultado esperado (5 de 15 puntos) si bien, también aguarda enero como los niños la Noche de Reyes. En ello está García Pitarch, en peinar el mercado para rearmar una plantilla limitada de efectivos (21, incluyendo tres porteros), de recursos (sin un goleador) y de liderazgo. El director deportivo se juega el crédito en su tercera ventana de fichajes desde que accediera al cargo y quizás su futuro, porque su contrato finaliza el próximo 30 de junio.
García Pitarch es poco amigo del mercado invernal (“los fichajes de enero son complicados; muchas veces es quitarle un problema a otro club y no necesitamos problemas”, decía precisamente el día de su presentación, época en la que le daba la razón a un Gary Neville que calificaba esta ventana de fichajes de “inútil”, aunque a última hora llegaron Cheryshev y Siqueira). Pero ésta vez ni se contempla lo de no acudir a por refuerzos y los que lleguen deben aportar más de lo que pudieron contribuir por sendas lesiones el ruso y el brasileño.
García Pitarch, como informaba ayer Superdeporte, estuvo el pasado fin de semana de nuevo en Italia presenciando encuentros de la Serie A. La lista de futbolistas que se han vinculado del país de Prandelli al Valencia es eterna. Se recaba información y se tantea la predisposición de los seleccionados. Pero de momento no han habido movimientos en firme. El director deportivo está pendiente de una reunión con Layhoon Chan (que hasta mínimo la semana que viene no regresará de Singapur) en la que le informe del margen de maniobra económico que tiene y de otra con Prandelli para definir el corte y confección de los fichajes. Y después decidirá Lim. Pero esta vez no hay margen de error ni tampoco tiempo que perder en la llegada de refuerzos. En enero hay 12 puntos en juego, más de los que hoy suma el equipo (11).
A medio hacer. La plantilla en verano se cerró a última hora (los dos centrales titulares, Mangala y Garay, no llegaron hasta el último día de mercado con la mediación de Jorge Mendes). Hasta los traspasos de Mustafi y Alcácer había una pérdida en la cuenta de resultados de 36 millones y ello condicionó la planificación. Aún así, en los últimos días, en consonancia con Pako Ayestarán, se decidió tirar con lo que se tenía y esperar a enero pese a la evidente falta de un mediocentro (solo cuatro en plantilla pese a jugar con un 4-3-3) y un ‘9’. De hecho, hubo opción de incorporar a Guidetti como refuerzo para la delantera, si bien, Pitarch lo descartó por sugerencia de Ayestarán, pese a que dos jornadas después del cierre le destituyó e incluso ya se había sondeado a Marcelino tras la derrota en Eibar.
García Pitarch, que en diciembre de 2015 firmó por lo que restaba de temporada y una más, en una apuesta personal de Layhoon Chan para reconstruir una estructura modificada con la salida de Rufete y huérfana tras el despido de Nuno, encontrará en la capacidad de Prandelli para reflotar la nave y en la suya propia de rearmar el equipo en el mercado de enero argumentos para ganarse o no la renovación.
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