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VALENCIA

Un Valencia sin personalidad, sin gol y con guerras internas

Prandelli y el mercado de invierno, clavos a los que agarrarse la afición blanquinegra. Enzo Pérez dijo que el Valencia “tocó fondo” contra el Granada.

Un Valencia sin personalidad, sin gol y con guerras internas
DAVID GONZALEZ

Sevilla vs Valencia en directo

Sin calidad. Decía Enzo Pérez que el Valencia “tocó fondo” contra el Granada. Pero es la enésima vez desde 2015. Su mal es endémico. Hace precisamente casi un año Peter Lim tomó su decisión más estrambótica: sustituir a Nuno con Gary Neville. Desde entonces el Valencia, en lo deportivo, se ha metido en un bucle del que no sabe salir. Se le ha olvidado ganar. En parte por su falta de calidad defensiva (no deja su portería a cero desde abril), ofensiva (un gol cada 6,6 remates) y también por sus limitados recursos (Prandelli no encontró nada en su banquillo como para realizar un tercer cambio contra el Granada con el que creyera que algo podía cambiar). Por ello, “la situación real del Valencia es pelear por salir de abajo”, como dijo Prandelli. El italiano, pese a que su efecto se ha visto que no es un ‘crecepelos’, es el único bastión al que agarrarse la afición. A él y a que García Pitarch acierte en el mercado de invierno, algo que genera dudas por las peculiaridades de esta ventana de fichajes y por la confección de la plantilla realizada por el mismo director deportivo.

Sin mentalidad. “Cuando el equipo encuentra una dificultad recuerda el pasado”. La frase la dijo Prandelli el domingo. Pero su discurso ya lo empleó en su día Nuno, Neville y también Ayestarán. El Valencia está huérfanos de líderes. Tampoco es nuevo. El último fichaje con personalidad fue Otamendi y también el primero en ser traspasado. Además los que están llamados a serlo están señalados, como Parejo por la afición o Enzo Pérez y Diego Alves por el club (hasta la última semana de agosto estuvieron en el mercado). Otros, entre los veteranos, no tiene ese talante, como Garay o Nani, que se dice son más bien de poco diálogo. Ni tampoco hay un núcleo duro de gente de la casa que sepa realmente el sentir de la afición, solo Gayà y Jaume y éste no juega.

Sin planificación. El Valencia se confeccionó tarde y mal. Nada tuvo que ver lo que se hablaba en mayo en Singapur a lo que se quedó a 31 de agosto. El Fair Play Financiero marcó el verano, cierto, si bien, se traspasó a futbolistas mirando solo la cuenta de resultados y, el gran error, sin tapar como se debiera su hueco; mientras que permanecen en plantilla futbolistas a los que no se quería ni ver en cromo en julio: como Santos o Abdennour. Ventas como la de Alcácer o André Gomes las cerró Lim sin apenas consultar con Pitarch, quien por ejemplo en las horas previas al traspaso del portugués negociaba con el Real Madrid para que incluyera a Nacho, Kovacic o Asensio en la operación, cuando el Barcelona sabía desde días antes que jugaría en el Camp Nou.

Guerras internas. El Valencia no solo tiene grietas en el césped. En verdad el césped es un espejo del club. El Valencia transmite un desgobierno que inquieta a los viejos del lugar. Hay una protección al futbolistas compulsiva, hasta se les libera de actos y promociones no fueran a molestarse ellos. Mientras los ejecutivos se pasan la pelota sobre quién ‘bunkerizó’ Paterna y no se encuentra solución al silencio de la ‘CurvaNord’.