El Leipzig se sobrepone a todo y duerme líder en solitario
El conjunto revelación de la liga alemana continúa sin perder fuelle. Ante el Lerverkusen, el Leipzig fue perdiendo dos veces, pero logró siempre igualar y en un corner se llevó la victoria.
El Leipzig continúa de dulce en la Bundesliga. El conjunto revelación demostró, en un partido loco, ante el Bayer Leverkusen que sabe sobreponerse a los elementos y sufrir para acabar ganando. El nuevo líder en solitario de la Bundesliga, a falta del partido del Bayern de Múnich mañana, estuvo dos veces por detrás en el marcador, además, se sobrepuso a la lesión de su central titular y de un penalti en contra.
El encuentro comenzó frenético. El Leverkusen no quería relajaciones y se fue por el gol en la primera jugado, objetivo que consiguió. Kampl, recibió dentro del área y con un disparo cruzado fue el encargado de abrir el marcador. Sin tiempo casi para festejos, el Leipzig aprovechaba un saque de esquina para igualar la contienda gracias a un gol en propia de Baumgartlinger. Tres minutos y dos goles, el partido tenía un gran ritmo, pero pronto se tranquilizó. El Leverkusen tomó la posesión y durmió el encuentro, mientras el Leizpig confiaba su peligro a las contras.
Ritmo lento, muchos choques (con lesión incluida del central del Leipzig, Compper) y una historia que se repetía, pero en el descuento el Leverkusen cambió la película. Calhanoglu robaba en la salida de balón del Leipzig y ponía un buen pase para la carrera de Brandt, quién internaba en el área y ponía el 2-1. Revés importante para el Leipzig, que salió a la segunda parte con la misma dinámica. El cuadro local estaba cómodo, creaba más peligro y en el minuto 54 forzaba un claro penalti. Calhanoglu quería poner la tranquilidad, pero el delantero lanzó un penalti flojo y Gulacsi despejó la pena máxima.
En ese momento el Leipzig dio un giro en su planteamiento. Tomaron la pelota y se fueron a por el empate. El Leipzig dominaba, pero no lograba inquietar a Leno. En una jugada aislada, Keita robó el balón y la puso para Forsberg, quién recibió en la frontal y no dudó en pegarle. El tiro no fue muy duro, pero un grave error de Leno a la hora de atajar acabó con el balón en el fondo de la red. El tanto espoleó más aun al Leipzig y minó la moral del Leverkusen.
El partido era de los visitantes, quienes buscaban el gol. Un saque de esquina, en principio malo, acabó en el 2-3. Forsberg robó el cuero, puso el centro directo a la cabeza de Orban, quién libre de marca se sacó un cabezazo cruzado que supuso el tanto. Nueve minutos le quedaban al Leverkusen, quién tomó el control otra vez, pero el balón no fluía. El Leipzig estaba crecido, su defensa era un muro y el Leverkusen superado por los acontecimientos no logró ni siquiera inquietar a Gulacsi, quién corrió con el pitido final a abrazarse a la piña de sus compañeros. El Leipzig está de dulce, vive en una nube de la que no se quiere bajar.