“La historia del Real Madrid no puede caer en el olvido”

Ariza presentó ‘En el corazón de la Primera Copa de Europa’. “Es el fruto de más de diez años de trabajo, la historia jamás contada”

Actualizado a 17 de noviembre de 2016 14:08 CET

Jesús Rubio / Diario AS

El fútbol va rápido. Hoy casi no hay sentimiento en él. Y el Madrid tiene una historia preciosa que no puede caer en el olvido porque nadie habla de ella. Este trabajo es el fruto de más de diez años de investigación. Ésta es la historia jamás contada. El duro camino a la conquista de la gloria”. Así explica el historiador madridista y malagueño José Antonio Ariza (9-7-1975) los motivos que le han llevado a escribir una obra imprescindible para todos los aficionados madridistas: “Real Madrid. En el corazón de la Primera Copa de Europa”. Con padrinos de excepción acompañándole (Bernardo Salazar, Alfredo Relaño y los veteranos Pérez-Payá y Santamaría), el autor repasó las vicisitudes del Madrid en la conquista de la Primera Copa de Europa (precisamente este año se han cumplido 60 años de su triunfo en París), pero con interés en un auténtico desconocido: Arthur Johnson. “Estuvo en el Madrid de 1900 a 1902. Luego se fue a Barcelona y en 1903 jugó con el Barcelona”, explica Salazar. A la vez que añade una hermosísima anécdota: “En 1905, el Madrid, campeón de Copa, fue a Valladolid una semana después de ganar el título. Pues bien, esa alineación juega contra unos seminaristas ingleses. Perdieron 7-1. Ésa es la prueba de que el primer sitio donde se jugó al fútbol en España fue en Valladolid”.

Relaño explicó la anécdota del primer partido del Madrid en la Copa de Europa. Bernabéu eligió al Servette como rival (otro secreto revelado es que en la primera edición de la Copa de Europa no hubo sorteo: todos los rivales eligieron contrincante) porque en Ginebra vivía la Familia Real. Don Juan Carlos era un chaval. Tenía 17 años. Saporta, que olía el futuro, en el descanso, le bajó a los vestuarios para que saludase a los jugadores. Di Stéfano que estaba enfadado, tenía las manos, que se le hinchaban, metidas en agua fría. Cuando Don Juan Carlos le hizo un comentario, éste le soltó: ‘Andá a cagar’. Luego fue Rey de España…