1x1 del Atlético: sólo Savic se salva en un mal día general
Gabi, en la jugada del penalti que desequilibró el partido, resumió su encuentro y el del equipo: desorientado e impreciso. Al Atlético, además, le faltó agresividad.
Oblak. Resolvió bien, como siempre, el trabajo de intendencia, además salvó los muebles desviando un disparo buenísimo de Vela. Los penaltis fueron otra historia. En el primero trató de aguantar a Vela, pero el mexicano demostró una sangre fría fantástica, sin opciones para el portero. En el segundo decidió apostar por un lado y tampoco acertó.
Juanfran. Poco entonado en ataque durante los primeros 45 minutos y amenazado constantemente por Oyarzabal. No dio tampoco un paso adelante en la segunda parte, apagado y sin trascendencia.
Savic. Lo mejor del Atlético. Muy atento en la anticipación y al corte, vigilando muy bien la espalda de Juanfran. En el 17’ Oyarzabal creyó ganarle la partida para sacar el centro y el montenegrino se rehízo de forma magnífica. Al filo del descanso metió la puntera para interceptar una pared donostiarra que iba a dejar a William José ante Oblak.
Godín. Sin marca fija, dado que William José caía más hacia el costado de Savic, no tuvo que preocuparse en exceso. A los dos minutos ganó un córner en el área realista, pero su cabezazo se marchó. No sufrió, pero tampoco transmitió un dominio contundente de su zona.
Filipe. Vela le planteó dudas cayendo a su costado y jugando a pierna cambiada. En una de ellas dejó de perseguirle en su trayectoria al centro y el mexicano casi bate a Oblak de disparo lejano. Fue de los colchoneros que más kilómetros hizo, pero parece pesarle el peso de los minutos jugados. Atraviesa una curva descendente.
Saúl. Apenas hubo noticias de él hasta el minuto el minuto 25 cuando acompañó muy bien una jugada de Gameiro y apareció muy bien para recoger el rechace y exigir a Rulli. Sin embargo sigue sin aparecer la versión previa a la lesión. Falto de chispa y sin presencia, fue sustituido por Correa.
Gabi. El penalti cometido sobre William Jose fue el resumen de su partido. Desorientado, llegó tarde y estuvo fallón. No ayudó a que el Atlético se hiciera con el control del partido y tampoco supo descifrar el juego realista en zona de tres cuartos. El Atlético nunca organizó una presión efectiva y el capitán no tapó las líneas de pase como otras tardes. Empieza a reclamar algún descanso por la acumulación de minutos.
Koke. Hasta el minuto 20 la pelota apenas había pasado por sus pies y cuando lo hizo le costó dar con la decisión correcta. Sin toque ni acierto para encontrar un pase interior que superara líneas y aumentara la posesión colchonera. Las jugadas morían muy rápido. Se entonó algo en los minutos finales del primer tiempo, pero no tuvo continuidad en el segundo. No fue su día.
Carrasco. Apenas entró en juego por el sector izquierdo bien vigilado por las constantes ayudas donostiarras. Sin posibilidad de acelerar ni de montar contras a partir de robo, pasó a la derecha donde tuvo algo más de participación. Antes había estado listo para jugar rápido sobre Gameiro, en la jugada que terminó con remate al poste del galo. En la segunda parte dejó un buen derechazo que se marchó fuera y poco más.
Griezmann. Tuvo que retrasarse hasta prácticamente campo propio para entrar en juego en la primera parte. El atasco del equipo le obligó a ello, pero tampoco supo filtrarse de forma efectiva. Con todo se inventó la jugada del tiro al poste de Gameiro robando la pelota en campo contrario. Comenzó la segunda parte enchufado, dirigiendo un contrataque magnífico que terminó en disparo de Carrasco. Pero se quedó en eso, apariciones a cuentagotas, como el disparo que le sacó Rulli a poco del final.
Gameiro. El Atlético no construía de forma consistente como para que apareciera en el primer tiempo, pero se las apañó el solo para amenazar un par de veces a la espalda de Mikel González, una de ellas terminando con un centro peligroso que no encontró rematador. Ejecutó bien el mano a mano ante Rulli, pero el bote dirigió el balón hacia el poste. Su participación disminuyó y Simeone trató de revolucionar el ataque sustituyéndole por Torres.
Correa. Los cambios no fueron la solución del Atlético y Correa se equivocó al poco de saltar al campo. Torpe en el área colchonera, propio de un atacante, derribó de forma inocente a un Vela que le esperaba. Después trató de arreglarlo con alguna acción vertical de las que le gustan, pero sin el efecto deseado.
Torres. Salió al campo por Gameiro y no mejoró en nada lo que había ofrecido el francés. El Atlético no dominaba para que él pudiera pisar el área y su entrada fue intrascendente. Vio una tarjeta de pura desesperación.
Thomas. La Real tenía ganado completamente el centro del campo y salió por Gabi para aportar agresividad y llegada. No llegó a 20 minutos sobre el césped y el panorama con él tampoco mutó en exceso.