Repóker histórico de Aduriz
El Athletic ganó su segundo partido de la fase de grupos con cinco goles del delantero donostiarra. El Genk puso en aprietos a los de Valverde hasta el final.
Espanyol - Athletic Bilbao en directo
Aritz Aduriz no tiene techo. Se supera a sí mismo cada día. Ya tiene una noche como las de Bata, Zarra y Gaínza, pero en el fútbol moderno. Anotó camino de los 36 años cinco goles, tres de penalti, de una sola tacada. Lo hizo en Europa, donde ya es el león máximo realizador de la historia (21 tantos). Fue una manita de lo más oportuna para que los leones sigan dependiendo de sí mismos. Ganando al Sassuolo en casa lo tendrán hecho si el Genk hace lo propio en su feudo contra el Rapid. Fue un triunfo loco, un 5-3, y es que el Genk sólo es una perita en dulce atrás. Tiene dos futbolistas, Pozuelo y Bailey, que están para jugar en campeonatos mayores.
Los tres goles del donostiarra en el primer acto permitieron a los aficionados de San Mamés comerse el bocadillo antes del descanso con algo de relajo, porque los belgas fueron un trago difícil de digerir, con gusto por el balón y como cuchillos tras las pérdidas rojiblancas.
Txingurri había pedido marcar primero. Y así fue. Aduriz lideró una jugada hacia Balenziaga, que colgó la pelota a la cabeza de Raúl García. El ex del Atlético tiró del radar que tiene para notar que Aduriz llegaba desatado. Tocó lo suficiente para marcar y darse un buen golpe contra el poste. El Athletic encontró una vía de agua por el lateral Castaigne y le castigó con Muniain, que provocó un penalti de libro en el minuto 20 que anunciaba una noche más plácida de la que fue. Aduriz, con un golpeo más potente de los que estila en la suerte, hizo el 2-0.
Sin embargo, los belgas se colaron de nuevo en el partido gracias a un balón perdido de espaldas por Susaeta, que había dejado en el banquillo a Williams. Pozuelo habilitó al rayo jamaicano Bailey, que hizo su cuarto gol en el torneo. Los leones empezaron a pasarlo fatal, sin balón y a expensas del bético que rozó el 2-2 con un zurdazo.
El Genk pecó de pardillo y su central Colley cometió un penalti absurdo al derribar de manera escandalosa a Raúl García. Aduriz cambió de lado en el lanzamiento, suave y colocado. Una bendición su acierto.
El Athletic pareció más centrado en la salida de la segunda mitad, pero le condenó el enésimo gol de este año en contra a balón parado. Ndidi, solito, soltó un cabezazo de manual. Vuelta a empezar, porque si la victoria corría peligro y era trascendental, también se trataba de equilibrar la desventaja de dos goles de la ida para posibles empates. Aduriz tuvo dos ocasiones de hacer el cuarto, pero no llegaría hasta una gran invención de Yeray, que leyó de fábula un desmarque del guipuzcoano. Se plantó ante Bizot y le batió por bajo con la zurda.
San Mamés, alborotado, ya coreaba su nombre sin parar. Y de repente, Bailey tiró de fintas jamaicanas y Susic hizo el 4-3 a falta de once minutos. Sabin Merino tuvo dos ocasiones para hacer el quinto y, cómo no, llegó de penalti en el último suspiro. Ndidi derribó a Williams y Aduriz fue al punto fatídico para batir por bajo a un Bizot que ya hipnotizado ni si quiera se tiró. Cinco goles como cinco soles. Son ya 131 tantos como león y es el décimo de la historia, superando a Unamuno I.