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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 14 DE OCTUBRE

Una prueba con luz artificial (1878)

Inauguración de la luz artificial del Camp Nou.
Diario AS

Según se fue extendiendo el fútbol en Inglaterra y fueron creciendo las asistencias, se planteó la conveniencia de poder utilizar también los días de entre semana para los partidos, pero fuera del horario laboral. Para eso hacía falta iluminar los campos, y tan temprano como en 1878 se hizo la primera prueba, en el Brammal Lane de Sheffield, en un partido entre dos equipos de la ciudad. Se instalaron cuatro postes de nueve metros, en lo alto de los cuales se balanceaban por el viento unos focos de nueve mil candlepowers, que enviaban una luz azulona sobre el campo. La asistencia decepcionó un poco a los organizadores, que esperaban 20 000 personas y se quedaron con 6000. El experimento se repitió alguna vez más en otros campos, pero la Federación inglesa no lo admitió para partidos oficiales, tanto por su corto rendimiento como porque se produjeron algunos accidentes, con caída peligrosa de los focos, o apagones bruscos que dejaban el partido a medias.

Más serio fue el experimento que se hizo ya en 1920 cuando el célebre equipo femenino Dick, Kerr’s Ladies se enfrentó al Resto de Inglaterra, en partido organizado para recaudar fondos de ayuda para ex combatientes de la Primera Guerra Mundial. Se instalaron focos de la lucha antiaérea y los 12 000 asistentes al partido, que ganó el Dick, Kerr’s Ladies por 4-0, salieron en general satisfechos. A partir de eso, Chapman insistió durante años a la FA para que autorizara los partidos con luz artificial, sin conseguirlo, e hizo varias pruebas. Al menos, vería desde arriba cómo, cuando por fin la FA aprobó el uso de la luz artificial, el primer equipo en instalarla fue el Arsenal. El estreno tuvo lugar con la visita a Highbury del Hapoel de Tel Aviv, el 19 de septiembre de 1951. (Ganó el Arsenal 6-1.) En 1954, el Wolverhampton Wanderers (los legendarios Wolves) dio un empujón a la luz artificial con sus dos célebres floodlit friendles (amistosos iluminados), los dos partidos que jugó bajo luz eléctrica ante el Spartak de Moscú y el Honved, y que dieron lugar a la idea de la Copa de Europa (véase el día 13 de diciembre).

La Copa de Europa fue el impulso final para la iluminación de los campos, porque creó la necesidad de jugar entre semana, ya que los sábados o domingos estaban ocupados por las ligas nacionales. En principio se buscaban días festivos entre semana para jugar, pero pronto se vio que la solución era la luz artificial. En España se hizo una prueba en el Metropolitano el 26 de junio de 1943, en un amistoso entre el Atlético y el Valencia, montado ex profeso para ello: no convenció, porque no se dio la potencia necesaria. El primero en instalarla de forma definitiva fue el Real Madrid, precisamente por su necesidad creciente de jugar partidos entre semana en la Copa de Europa. Fue el 18 de mayo de 1957, en un amistoso ante el Recife de Brasil. El partido empezó con luz natural, pero en el minuto 13 se encendieron 480 focos, provocando una gran ovación. Para mejorar la visión de los espectadores, a partir de la aparición de la luz artificial el Madrid comenzó a utilizar el balón blanco, y se puso las medias blancas, en lugar de azules o negras, como había llevado desde su fundación.