España busca esta tarde tener más gol en un cuento de hadas
Diego Costa o Morata, hoy (20:45 tve1) ante la mejor Albania de la historia. Sergi Roberto está casi descartado y Thiago podría jugar.
El fútbol es un asunto de estado para Albania. En el regreso de la Eurocopa, cuya clasificación quedó como el mayor logro de la selección nacional junto a la Copa de los Balcanes conquistada en 1946, esperaron a los héroes al pie del avión el presidente del país, Edi Rama, y la ministra de Educación, Lindita Nikolla. La carretera que une el aeropuerto con Tirana se cerró durante horas a cuenta de la fiesta. El alcalde de la capital concedió las llaves de la ciudad a los futbolistas, a los que el Gobierno prometió un premio extra de un millón de euros. Probablemente no hubo mejor campaña para fortalecer la candidatura del país a integrarse en la Unión Europea como el dignísimo papel de su selección en Francia.
Vale esto para explicar que España se encontrará hoy con un rival con más orgullo que futbolistas (sigue el partido en directo con AS.com). Orgullo importado por Gianni de Biasi, un técnico que dirigió once equipos, entre ellos aquel heroico Levante de los impagos y tres veces al Torino, y que se marchó asqueado del fútbol italiano, al que prometió no volver. “Allí te tratan como un zapato viejo”. Ahora vive en Albania, recorre el país en bicicleta en los veranos y asegura que su trabajo le ha devuelto “a la niñez”. Una felicidad inesperada para un técnico que reconoce que la primera noche que durmió en Tirana colocó una silla tras su puerta.
El resto de la historia es conocido. Buscó futbolistas con ascendencia albanesa fuera del país en un insólito rastreo por la red. “Sólo somos tres millones en Albania, hay siete más por el mundo. Eso lo entendió bien el seleccionador”, dice Cana, histórico capitán y hoy sin equipo.
El reclutamiento. Llegó tarde para captar a las figuras (Behrami, Mustafi, Januzaj, Shaqiri o Granit Xhaka), pero convenció a los de segunda fila. En la lista ante España hay trece nacidos fuera del país, la mayoría en Kosovo y Suiza. “Ahora tenemos llamadas de muchos representantes ofreciéndonos futbolistas”, presume orgulloso el técnico.
Así ha armado una selección cooperativa, que anuncia una especie de intifada frente a España: “Serán las piedras contra los kalashnikov”, anuncia. Su gran mérito ha sido convertir a futbolistas “desordenados e instintivos” en un grupo bien ensamblado en torno a ese 4-1-4-1 elástico que, con la pelota, puede derivar en un tridente en ataque. El plan le ha llevado al puesto 40 del ránking FIFA, por delante de potencias como Suecia, Dinamarca o Serbia. Y lidera el grupo premundialista con dos victorias en dos partidos.
Hoy llenará el segundo estadio del país, el Loro Boriçi, con capacidad para 17.000 espectadores, ante una España con más fútbol que remate. Lopetegui tocará poco, casi lo imprescindible. Puede repetir Diego Costa o jugar Morata, que aquí sí defiende su candidatura con los datos: ha jugado más o menos lo mismo que su compañero (832 minutos frente a los 857 del hispanobrasileño) y ha marcado casi el triple de goles (8 a 3). Sergi Roberto, que parecía un refresco seguro, está casi descartado y el seleccionador medita tocar el centro del campo, soberbio en Turín, pero que dio muestras de fatiga al final. Thiago es la primera opción si decide cambiar en un partido con curvas. España es mejor, pero tendrá la agobiante sensación de que juega contra un país.