Szymanowski, suma y sigue, y el Granada sigue sin ganar
El extremo del Leganés marcó el gol de la victoria en una contra. Los de Planagumà mejoraron en defensa, pero no fue suficiente.
Se desangra el Granada y vuela el Leganés lejos de Butarque. La mano del interino Planagumà mejoró en prestaciones a los locales. No fue el Granada de mantequilla de los primeros seis partidos. Pero el resultado fue el mismo. Concedió una contra en 90 minutos y la penalizó Szymanowski para llevar al Leganés a los diez puntos. Tres victorias para los madrileños y las tres fuera de casa. Butarque es la siguiente asignatura de este ilusionante Leganés.
El Granada llegó al descanso habiendo tenido un 28% de posesión y sin haber pasado apuros atrás. Dos pruebas irrefutables de que la era Paco Jémez ya es pasado en Los Cármenes. El Leganés manejó el balón pero no encontró el camino hacia la portería de Ochoa. Planagumà no paró de dar instrucciones y cambió el guión. La receta ha de ser crecer desde la confianza y el déficit de seguridad que arrastra el Granada es alarmante. La nueva propuesta cerró las vías de acceso al Leganés, pero también limitó el caudal ofensivo. Ponce fue una isla en la primera parte. El delantero argentino se pegó todo lo que pudo y más con Medjani y Mantovani. Pero siempre estuvo en clara desventaja.
El Leganés, con el Granada bien parapetado atrás, buscó hasta la extenuación la cabeza de Gabriel. El brasileño no solo juega todos los balones que toca con un criterio exquisito. También es el destinatario de todos los envíos largos de su equipo. En el bando local el único aviso lo dio Carcela a los cinco minutos. Luego el marroquí, muy desasistido, desapareció.
Es el de Garitano un equipo maduro, capaz de asumir el balón y también de jugar agazapado. Y es esa madurez la que busca este Granada, que aumentó la intensidad y pisó más área rival en la segunda parte. Pero hace falta algo más que intención para doblegar al Leganés, muy seguro, fiel reflejo de su técnico. Tuvieron paciencia los madrileños, aguardaron su oportunidad y esta les cayó en el único regalo defensivo del Granada en toda la tarde. En una acción a balón parado favorable a los rojiblancos tuvo el origen el único tanto del partido. El Leganés armó una contra de libro tras el rechace y Szymanowski, una bala, le puso el lazo a los tres puntos.
Ya a la desesperada, Kravets quitó de la cabeza a Krhin el balón del empate y el Granada acabó con las dos rodillas sobre la hierba. El dibujo del interino Planagumà mejoró algo al Granada. Pero hay mucho trabajo por hacer aún en el vestuario rojiblanco. Lizhang, Pere Guardiola y Piru avanzan en el casting para elegir entrenador. Ya erraron el tiro con Paco. Ahora están obligados a acertar. La afición, mientras tanto, responde con pañuelos.