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INGLATERRA | PIRES

"La final contra el Barça fue el peor momento de mi carrera"

Robert Pires, exjugador del Arsenal y Villarreal, afirmó que la derrota en la final de la Champions de 2006 es el peor momento que ha pasado.

Pires en la final de Champions.
PASCAL PAVANIAFP

Robert Pires, legendario internacional francés, consideró que el "peor momento" de su carrera fue la final de Liga de Campeones perdida ante el Barcelona en el 2006 (2-1), cuando el entrenador del Arsenal, Arsène Wenger, le tuvo que cambiar en el inicio de ese encuentro.

En declaraciones a L'Equipe', diario que homenajea hoy al francés Wenger por sus 20 años en el banquillo del Arsenal, Pires evocó los mejores y los peores momentos que vivió durante los seis años que convivió con el veterano técnico (entre el 2000 y el 2006).

El más duro fue la final de Champions del 2006, cuando fue cambiado en el minuto 18 para dar paso al portero español Manuel Almunia, que sustituía al expulsado Jens Lehmann.

"Me acuerdo como si fuese ayer cuando me quitó del campo. 'Titi' (Thierry Henry) me dijo: 'Rob, eres tú el que sales'. Me doy la vuelta y veo el número '7' en el panel del cuarto árbitro. Y me digo: 'Es imposible, ¿por qué yo?'", recordó.

"Estaba tan enfadado con Arsène que ni le miro a la cara, y él a mí tampoco, porque sabía mi cabreo (...) Esa noche no pude dormir. Se trató del momento más duro de mi carrera", agregó.

Sin embargo, Pires recordó que hicieron las paces cuando le anunció que abandonaba el Arsenal, con el que acababa contrato en junio del 2006.

El día que me despedí Wenger él me dijo: "Quiero que sepas que hacerte salir en aquella final, fue la peor decisión que he tomado hasta ahora".

Robert Pires, campeón mundial en 1998 y exjugador del Villarreal (2006-2010), consideró que Wenger es un técnico "muy racional, muy cuadrado" y que pocas veces entraba en cólera.

"Arsène es muy tranquilo, pero cuando estalla, estalla de verdad", contó el exfutbolista, quien evocó una dolorosa derrota por 1-6 ante el Manchester United.

De hecho, la única vez que ha visto a su exentrenador perder los papeles de verdad fue en el 2014, en un tenso cara a cara en el campo con el portugués José Mourinho en un partido ante el Chelsea.

"Me sorprendió bastante porque él controla muy bien sus emociones. En ese momento se embaló. Creo que el portugués le debió provocar muchísimo", concluyó.