El Athletic ya gana en Europa
Un solitario gol de Beñat en el 58' sirve a los de Valverde para evitar el pinchazo en San Mamés y cicatrizar las heridas sufridas en Sassuolo.
El Athletic sigue colista de su grupo de la Europa League, que está ahora con cuádruple empate, pero le supo a gloria el triunfo de anoche ante el Rapid de Viena. Porque un tropiezo en San Mamés le ponía en una situación delicada, cuando por calidad debe quedar primero. Beñat, fino como la seda y fuerte como un león, marcó las diferencias en el juego y en el marcador. Un voleón tremendo suyo al filo de la hora valió la victoria, que no fue más grande por el notable partido del guardameta Strebinger.
Los de Valverde mandaron en el encuentro desde el principio y ya tuvieron ocasiones claras para irse al descanso por delante: otro disparo de Beñat desde la frontal que anunciaba que enfrente había un portero, un cabezazo de Yeray al poste y otro testarazo de Aduriz. Los vieneses apenas se asomaron en un contragolpe de Joelinton que mandó inocente a las manos de Herrerín. Sólo provocarían inquietud al final del choque cuando su técnico mandó arriba a peinar balones a su central Schosswendter, que es tan largo como su apellido.
Lío arbitral. El colegiado francés Tony Chapron enervó a San Mamés en la última jugada de la primera parte, en la que primero dio gol de Williams, luego pitó penalti a Aduriz y terminó, se supone que alertado su cónclave de tres colegiados por alguien de fuera, señalando falta en el área, cuando lo punible que hubo en rojiblanco fue fuera de juego de Williams 15 metros atrás de donde marcó la infracción. Hubo una bronca de las gordas.
Segundos después de meter Valverde en el campo a San José y Muniain, Balenziaga colgó un balón, Raúl García lo dejó de cabeza atrás y Beñat dio la gran dentellada. Aduriz tuvo el 2-0 de seguido tras otro pase de Raúl y Williams, que no ve puerta, falló un mano a mano final a pase de Rico. Justo triunfo, pero muy corto.