NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

GRUPO H | SEVILLA 1 - LYON 0

Ben Yedder marcó y Nasri abre la puerta grande del Pizjuán

El francés, excelso en la segunda parte, guía al Sevilla a una victoria que firmó el delantero. Vietto falló un penalti y los de Sampaoli pudieron golear tras un mal primer tiempo.

Ben Yedder marcó y Nasri abre la puerta grande del Pizjuán
Toni RodriguezDIARIO AS

A lomos de un imperial Nasri que sacó el libro del fútbol y dio un clínic en la segunda parte, el Sevilla ganó al Lyon en un partido en el que el marcador (1-0 con gol de Ben Yedder, valiente en el remate), se le quedó cortísimo para los méritos que hizo. Vietto falló un penalti (69’), se encontró con Lopes en un mano a mano y se quedó a un milímetro del gol en otro. Iborra, Vitolo, Ben Yedder... Todos perdonaron.

El Sevilla, rarezas del fútbol, rompió a jugar después de una primera parte caótica en la que los grupos futboleros de whatsapp echaban humo para descubrir qué dibujo se había inventado esta vez Sampaoli. Pareció un 3-2-3-2 con Escudero (en forma) de central y Vitolo y Mariano de carrileros. Quizá un 3-5-2, un 4-4-2.... No lo sabían ni los jugadores. El Sevilla no ocupó bien los espacios, generó silbidos y hasta estuvo a punto de irse en desventaja al descanso. Fekir, buen zurdo, de lo mejor que enseñó el Lyon junto a Darder, disparó al larguero.

Del más absoluto desconcierto, el Sevilla pasó a ser una máquina perfecta. Nasri pidió el balón y tomó los mandos. Se juntó con Nzonzi, gigantesco, y Vitolo, un jugador ya superior. Así arrollaron al Lyon. La segunda parte se jugó a lo que quiso el Sevilla, que le puso fútbol y pasión. La combinación enciende al Sánchez Pizjuán, que lo detectó y empujó a este Sevilla irregular y volcánico hacia el gol. Lo encontró en una feliz combinación de Vázquez, Nzonzi, Vietto y, finalmente, el menudo Ben Yedder.

El Lyon, poco experimentado, no puso freno al vendaval de fútbol del Sevilla, que demostró piernas e ideas y, sobre todo, un talento. Aparentemente frágil, Nasri no sólo juega fino. También cabalga y tiene una zancada que parece pesada pero es inalcanzable. Tiene estilo y abarca metros. Nada mejor se puede decir de un futbolista. El Sánchez Pizjuán le abrió la puerta grande por primera vez. Eso no es fácil.