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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 3 DE SEPTIEMBRE

Cuando las relaciones entre el Madrid y el Barça eran otras (1956)

Actualizado a
Encuentro entre Real Madrid y Barcelona de la temporada 1956-1957.
Diario AS

Ahora resultaría increíble, porque los tiempos son otros, y además cada vez que se reúne la selección catalana hay una cierta mirada de incomodidad desde otros puntos de España, particularmente desde Madrid. Pero no siempre fue así. Tras ganar la primera Copa de Europa, el Madrid recibió la invitación para jugar un partido en Les Corts, el viejo estadio del Barça (el Camp Nou entraría en funcionamiento al año siguiente), contra la selección catalana. Entonces los calendarios no estaban tan recargados y eran frecuentes partidos amistosos de cierto tronío. El de este caso tenía como fundamento rendir homenaje al Madrid, por su éxito, y nada menos que en Barcelona.

La selección catalana jugó con Ramallets; Argilés, Biosca, Gracia; Bosch, Vergés; Tejada, Villaverde, Sampedro, Moll y Arcas. Argilés y Arcas eran del Espanyol, los restantes, del Barça. El Madrid jugó con Berasaluce; Atienza II, Marquitos, Lesmes II; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Kopa, Di Stéfano, Rial y Gento. Kopa estaba recién incoporado y no podría jugar partidos oficiales hasta que Di Stéfano adquiriera la doble nacionalidad, porque entonces solo podía jugar un extranjero en partidos oficiales. Los dos equipos se retrataron mezclados antes del partido, que resultó un espectáculo soberbio, con victoria del Madrid por 7-3. Diez goles bajo los focos de Les Corts y ante 60 000 espectadores.

La prensa catalana se vuelca después en elogios: «Entre lo mucho y bueno que vimos hay algo que no puede silenciarse: la eficacia y la belleza del juego que practica el equipo blanco (…)». «Dentro de diez años se podrá hablar de esa delantera madrileña de septiembre de 1956, como ya hablamos de aquel San Lorenzo de Almagro que nos visitó, por vez primera, del Barcelona de las tres finales en El Sardinero o, en otro estilo, de aquella gran delantera bilbaína en los dos años de plenitud del extraordinario Panizo (…).» «Ha sido un gran homenaje en el que ha quedado reflejada la admiración y cariño con que se han seguido las gestas del equipo merengue en Europa (…).» «Creemos que sería una estadística muy curiosa realizar un estudio de los kilómetros que corre en cada partido Di Stéfano (…).» «Di Stéfano es un futbolista colosal. Realiza diabluras con el balón –se hizo un pase a sí mismo, de espuela y con efecto, que puso al público en pie–, ordena el juego, distribuye balones y además baja a defender su portería en momentos de agobio (…).» «Kopa, como si hubiera jugado toda la vida con sus nuevos compañeros, encajó perfectamente en el engranaje de la máquina blanca y desde el primer al último minuto funcionó estupendamente (…).» «La mejor semblanza que puede buscársele a esta máquina de hacer fútbol que es el Madrid actual es la de los maravillosos negros del “Harlem Globetrotters”. Igual que aquel mosaico de fenómenos que hacen diabluras con el balón en las manos es este conjunto madridista, solo que los malabarismos los hacen sus vedettes con los pies, lo que indudablemente es más difícil y tiene más mérito.»

A su vez, el Boletín del Real Madrid se volcaba en elogios a la afición de Les Corts y expresaba el agradecimiento del club por este homenaje. Otros tiempos, desde luego. rio.) En 1982 se introducen los desempates a penaltis en el Mundial. El de España fue el primero. La final del Mundial de Estados Unidos en 1994 se resolvería por este sistema, con victoria de Brasil sobre Italia.