Los sueños se cumplen
El Celta regresa al ruedo europeo diez años después (21:05, beIN Sports). Rossi, Pione Sisto y Bongonda llaman a la puerta del once.
Diez años y un día. Ese es el tiempo que hay que retroceder para encontrar al Celta en el mismo lugar que ahora. En Lieja, con el Standard enfrente y con la mochila llena de ilusiones. Atrás queda toda una década de pesadillas, en los que el club rozó el desahucio deportivo e incluso institucional. Muchas noches en vela, demasiados sueños rotos. Desde el cielo al infierno. Y ahora, de nuevo, en la gloria. Los célticos han estado durante mucho tiempo mendigando una buena tarde, un gol salvador o una parada a tanto infortunio.
El Celta se encuentra donde siempre soñó. Y ni el farolillo rojo en Liga le impedirá saborear este momento tan dulce. Berizzo vivió en primera persona la cal y la arena. Él sabe mejor que nadie lo que cuesta un triunfo de esta magnitud. Hoy arrancan en Lieja una fase de grupos peliaguda, con rivales de Champions. El Standard es quizás el equipo de menos renombre, pero en Vigo no se fían. Ya padecieron en la primera jornada ante el Leganés las consecuencias de la soberbia. Hay pecados que son capitales. Los jugadores entraron ayer en el Estadio Maurice Dufrasne a cámara lenta. Querían saborear cada segundo. Buscaban la consciencia en un momento único. Tienen la pluma preparada para firmar historia. La historia que está por escribir.
Novedades. El ajetreo de tres competiciones obligará a Berizzo a retocar su once. No desveló su secreto, pero Rossi, Pione Sisto y Bongonda llaman a la puerta del once. El trío que acompañará esta noche a Aspas es la gran esperanza celeste. Olvidar a Nolito es ya casi una obsesión.
El Standard se presenta a la batalla con una amplia sonrisa tras el cambio de entrenador. Jankovic ha cambiado la cara a un equipo que deambulaba por la Jupiler League. Ha transformado al conjunto valón en apenas unos días con un esquema más agresivo. La presión alta es una de sus características, por lo que el físico puede jugar un papel determinante. El Celta lo sabe y está dispuesto a combatirlo sin miedo porque los sueños se cumplen.
Se espera una pobre entrada en el Dufrasne
En Lieja no se respira ambiente de competición europea. Ni siquiera hay ánimo de partido. Las calles aledañas al Estadio Maurice Dufresne se encuentran en obras, el barrio está desangelado, totalmente al margen del fútbol. Para encontrar una imagen del Celta hay que bucear en los diarios deportivos belgas, donde el anfitrión Bongonda acapara los focos. En las paredes hay carteles anunciando eventos, pero ninguno es el duelo del Standard-Celta. Los medios locales incluso se muestran preocupados ante la poca afluencia de aficionados que habrá esta noche. Se calcula que únicamente acudirán en torno a 12.000 espectadores al Maurice Dufrasne, un estadio que cuenta con una capacidad para 30.000 personas. —C. G.
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