Cardiff pasa por Eindhoven
El Atleti debuta hoy (20:45, beIN) en la Champions ante un PSV con ganas de venganza. Simeone podría dar entrada a Giménez y a Gaitán.
Hace justo 180 días que esa frase asomó por primera vez en el Calderón: “Nunca dejes de creer”. Fue en el partido de vuelta de octavos, ante un rival, el PSV, contra el que, casualidad, el Atleti hoy comienza la Champions 2016-17. Aquella historia acabó en Milán, con un penalti que se fue fuera de Juanfran, héroe, precisamente, ante el PSV, con un penalti que se fue dentro y que al Atleti le abrió la puerta de los cuartos.
Pero aquello, todo, ya pasó. Esta es otra Champions, otra historia, otra meta. Y Cardiff pasa por Eindhoven. Es la primera parada de este Grupo D que al Atleti le tocó con PSV, Bayern y Rostov (viaje más largo de esta Champions). Un dèjá vudel pasado más reciente.
Viajó a Holanda Simeone tranquilo, después de que Griezmann sacara su capa en Vigo y apagara el conato de crisis por el mal inicio. En su avión, 19 futbolistas y un once similar al de Balaídos con alguna duda. La primera, atrás: ¿Giménez o Lucas? El francés está fuerte pero el uruguayo tiene algo que le hace único, carácter y garra. La temporada pasada era un fijo, pero ésta aún no ha jugado un minuto.
La otra duda del Cholo es en la banda: podría jugar Carrasco, como en Vigo, o Gaitán, un fichaje bajo el Síndrome Griezmann. Simeone está aplicando con él la misma terapia que con el francés cuando llegó. Ni era fijo ni jugaba. Se lo tuvo que ganar. El resultado dos años después es un futbolista superlativo.
Enfrente, Grizi, su capa y todos los demás, se toparán con un PSV que recuerda al de hace seis meses pero mejorado. Y no por fichajes (Cocu tuvo dos y ninguno juega) sino por dos jugadores que entonces estaban pero a medias: Guardado salía de una lesión y Luuk de Jong no jugó la ida, sancionado. Hoy ambos están.
Y ellos, la solidez de Propper y Hendrix y cinco defensas (sacrificando a Narshing) son nombres propios de un equipo que no concede espacios y que ha jugado seis partidos este año y está invicto. Al rival de hoy, el Atleti, le tiene ganas: fue quien le echó de la última Champions, en aquella noche de marzo en la que el “Nunca dejes de creer” asomó por primera vez para convertirse en Credo rojiblanco.
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