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SPORTING DE PORTUGAL | LA INTRAHISTORIA

Bruno de Carvalho es un presidente con pasado ultra

Es un presidente-forofo, que no duda en atacar a los árbitros o a los rivales, a menudo al de la calle de enfrente, el todopoderoso Benfica.

Actualizado a
Bruno de Carvalho es un presidente con pasado ultra
EFE

Al presidente del Sporting de Lisboa no se le puede acusar de hacer negocios en el palco, él ve los partidos en el banquillo de los jugadores. Bruno de Carvalho (44 años), dirige el club desde marzo de 2013 y a nadie ha dejado indiferente: o se le odia o se le ama. Es un presidente-forofo, que no duda en atacar a los árbitros o a los rivales, preferentemente al de la calle de enfrente, el todopoderoso Benfica. El pasado año, por ejemplo, denunció que el Benfica daba a cada árbitro que les visitaba unos lotes-regalo que iban más allá del típico recuerdo. La denuncia se archivó. De Carvalho, apodado el presidente sin miedo, es entrenador titulado, ha dirigido a niños del club y también ha pertenecido al grupo Juventude Leonina, los ultras del estado de Alvalade. Al margen de las muchas polémicas del fútbol portugués, bajo su mandato el Sporting ha recuperado una ambición que antes no tenía. En las temporadas que lleva completas en el cargo, le ha quitado el segundo puesto al Oporto, ha ganado títulos menores y se le escapó la pasada Liga por muy poco, tras haber dado un golpe de mano espectacular: quitarle el entrenador al Benfica. Con Jorge Jesús, el Sporting ganó la ambición que le faltaba, pero ahora le faltan jugadores...