La decepción de Griezmann enciende todas las alarmas
El francés dijo en Leganés que este Atleti pelearía por el descenso. Simeone no asumió riesgos de inicio ante Alavés y Leganés.
Simeone duda. La decepción de Griezmann enciende las alarmas en el Atlético. El punta aseguró tras el 0-0 en Butarque que de seguir así el equipo rojiblanco luchará por evitar el descenso. Su desilusión es la de todos los atléticos, que han visto cómo los de Simeone no han podido ganar a dos recién ascendidos, dos equipos que plantearon un muro defensivo frente a su portería. Tanto Alavés como Leganés pusieron diez jugadores por delante de su portero y al Atlético le costó mucho doblegar esas dos defensas pobladas, llenas de ayudas y que intentaron cerrar los ataques por dentro y por fuera. Y en los dos partidos el once inicial estuvo compuesto por un doble pivote defensivo (Gabi y Tiago ante el Alavés) y Gabi y Augusto ante el Leganés). Saúl y Koke acompañaron a los dos en ambos partidos. Ante rivales que apenas pasaron de medio campo, Simeone rectificó sobre la marcha. Tiago fue cambiado en el minuto 45 y Gabi en el 58 ante el conjunto vitoriano. El Atlético acabó con Gaitán, Correa, Torres y Gameiro en punta y avasalló al rival. Ante el Leganés el planteamiento fue parecido: Gabi y Augusto también fueron cambiados y el Atleti acabó con Torres, Gaitán, Carrasco y Griezmann. La sensación que le queda al seguidor del Atlético es que el equipo repitió en este segundo partido errores del primero. Y que salió muy timorato ante rivales que se emplearon a fondo a defender. Alavés y Leganés sólo tiraron una vez a puerta.
26 tiros, un gol. El Atlético empezó con un planteamiento ambos partidos y acabó volcado ante la portería rival en ambos casos. Pero los rojiblancos no atinan. El Cholo pide concentración y calidad en el remate en los entrenamientos, pero la pelota no entra. Entre los dos encuentros el Atlético tiró 26 veces y marcó un gol, de penalti. Es un mal que viene de antaño: si el Atleti no abre la lata pronto, acaba pasándolo mal. “El fútbol son goles”, dijo Simeone tras el partido de Butarque. Pero estos no llegan.
“Nos falta precisión. Por eso no estamos ganando los partidos”, aseguró el técnico del Atlético. Ante el Leganés el conjunto madrileño se topó una y otra vez ante la defensa rival. Faltó ese último pase que pusiera el balón en condiciones a los atacantes. Lo tuvo Griezmann, pero su espectacular remate lo sacó Serantes. Lo tuvo Torres, pero remató flojo. Filipe y Juanfran llegan bien por las bandas, pero luego falta ese centro mortal definitivo. Simeone quiere que sea al primer palo, donde más daño hacen los atacantes a los defensas. Al Leganés le fue relativamente fácil defender a los rojiblancos. Se necesita más velocidad y a Koke en plenitud. Muchos se preguntan dónde está ese jugador capaz de romper partidos con un pase determinante de cara a gol. Gabi tampoco ha aparecido.
Llegó el deseado Gaitán, pero jugó poco más de media hora ante el Alavés y un cuarto ante el Leganés. Vrsaljko no ha jugado (Juanfran sí está a un buen nivel) y Gameiro, fallón en el primer choque, parece que va de menos a más. Cuando daba la impresión de estar en su mejor momento fue cambiado en Butarque. El Atleti necesita ese dinamismo y entusiasmo de años anteriores. Y le sobra ansiedad.
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