PSV EINDHOVEN 0 - GRONIGEN 0
El PSV no pasa del empate a cero ante un colista con diez
Los de Phillip Cocu no pudieron ante el Gronigen pese a jugar con uno más desde el minuto 32. Además, De Jong falló un penalti en el primer tiempo.
El PSV Eindhoven cosechó su primer pinchazo en esta Eredivise. Los de Phillip Cocu no pasaron del empate a cero frente al Gronigen en el Philips Stadium y pierden el liderato de la liga holandesa en favor del Feyenoord.
En esta cuarta jornada, el PSV no fue capaz de marcar al último clasificado de la Eredivise, que aún no había sumado puntos tras perder sus tres primeros partidos desde el arranque liguero y sacó un valioso punto del estadio del hasta ahora líder.
La hazaña tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que el Gronigen jugó más de una hora de partido con un hombre menos tras la expulsión del joven Juninho Bacuna que vio la segunda amarilla en el minuto 32.
El PSV Eindhoven salió 'dormido', probablemente dejándose llevar por la hora matutina del partido, siendo consciente de que las ocasiones iban a llegar. La necesidad de marcar, más aún frente a diez hombres, provocó que el partido fuera un monólogo desde mediada la primera mitad.
Los locales realizaron 37 disparos (apenas seis a puerta) y tuvieron un 73% de posesión pero fueron incapaces marcarle a un Gronigen que defendió el resultado con uñas y dientes.
La ocasión más clara del partido llegó al borde del descanso, cuando el árbitro señaló penalti tras una entrada de Hateboer, que pecó de inocente ante Narsingh y le derribó claramente con una entrada por detrás.
De Jong fue el encargado de lanzarlo pero su disparo fue un gran resumen de lo que acabó siendo el partido: lanzamiento centrado y flojo, que Padt detuvo sin problemas tras quedarse en el centro de la portería.
La segunda parte tuvo el mismo guión. El PSV atacó casi más por necesidad y obligación mientras veía como se iban agotando los minutos y el Gronigen defendía el resultado con todo lo que podía.
Primer pinchazo del PSV en esta Eredivise que le vale al Gronigen para estrenarse en su casillero y, de paso, abandonar la última plaza de la liga holandesa.
