El colegiado sueco Jonas Eriksson no pitó un claro penalti a favor del Villarreal en la vuelta de la previa de la Champions. El conjunto castellonense puso un saque de esquina desde el costado derecho en el minuto 42. Ningún jugador del Villarreal llegó a rematar y el balón fue cayendo al corazón del área hasta que Raggi, lateral del Mónaco, cortó el cuero con el antebrazo de manera clara.
Los jugadores amarillos rápidamente levantaron los brazos reclamando la pena máxima. La jugada siguió y el Villarreal cejó en sus protestas, pero la repetición ofrecida por la televisión no ofrece duda. Claro penalti que el árbitro no pitó.
Más tarde, en el minuto 89 el colegiado volvió a pitar una acción en contra del cuadro español. Un balón colgado por el conjunto local fue despejado por Musacchio con la espalda, pero Eriksson entendió que había sido con la mano y decretó penal máxima. De nuevo los jugadores del Villarreal protestaron airadamente la acción,.