ESPANYOL | SIETE AÑOS SIN DANI JARQUE
Chica: "Dani merece todos los homenajes del mundo"
A la espera de equipo, Chica lleva un mes entrenándose en la Ciudad Deportiva que lleva el nombre de su tristemente fallecido amigo, al que ha rendido un sinfín de tributos. Hoy se cumplen siete años sin él.
—Lleva usted desde el 4 de julio entrenándose en solitario en su casa, Sant Adrià.
—Sí, y debo dar las gracias a los responsables del Espanyol que desde el primer momento me han dejado utilizar las instalaciones para mi particular pretemporada. Desde Eloy Pérez, el director de la Ciudad Deportiva, a Álex García, responsable del Campus, y el director deportivo, Ángel Gómez.
—Cuando usted dejó el Espanyol, la Ciudad Deportiva aún no se llamaba Dani Jarque. Y ahora usted se ejercita aquí.
—Me parece que Dani merece todos los homenajes del mundo. Que su figura sea recordada para siempre. Con la gente del Espanyol no tengo duda de que así sucederá, porque ya se está viendo en todos los detalles que le dedican no ya anualmente, sino en cada partido.
—Usted también le ha ido rindiendo multitud de homenajes. Como cuando al fin marcó un gol, hace dos años en el Betis contra el Rayo, y sacó la camiseta con su imagen.
—Es cierto, llevaba muchos años con la camiseta arriba y abajo porque obviamente no soy un goleador. Me la ponía siempre debajo de la camiseta oficial hasta que lo prohibieron, y entonces decidí dejarla en el banquillo partido tras partido, ya fuera en casa o a domicilio. Así que me imagine lo contento que me puse cuando en Vallecas al fin pude dedicarle un gol.
—Otro tributo fue ponerse sus iniciales, DJ, sobre el dorsal...
—Sí. Llegué al Betis y el 21 lo llevaba Cañas. El 2 también estaba ocupado. Y no iba a pedir un dorsal. Hasta que se me ocurrió lo de ‘DJ’ y le pregunté al utillero si habría problema. Me hizo ilusión homenajearle así, al no poder hacerlo con el dorsal, y yo creo que seguiré llevando sus iniciales hasta el día en que me retire.
—Además, se compró usted un barco y le puso el nombre de 'Eterno'.
—Tenía que matricularlo y ponerle un nombre. Y como a Dani le gustaba mucho ir a pescar y tenía su propia lancha, tuve la idea de ponerle ‘Eterno’. Con los amigos, tenemos un grupo de Whatsapp que también se llama así. Hace cuatro o cinco años nos fuimos de vacaciones por calas. Con Eterno, siempre.
—Esa metáfora es bonita.
—Es que cualquier homenaje es poco. A mí me sigue dando mucha pena cada vez que lo recuerdo, por él y por su familia, por cómo pasó. Por todo en general.
—Pues, si le parece, cambiaremos de asunto, con Dani en el recuerdo. ¿Cómo le va esta pretemporada tan singular?
—Sabía que la situación iba a ser complicada porque tengo 31 años y, aunque me encuentro muy bien, los clubes miran mucho la edad. Y encima la temporada no fue buena en el Valladolid. Sabía que iba a ser difícil, aunque no esperaba que tanto. Aun así, estoy tranquilo porque estoy haciendo un buen trabajo, con la cabeza calmada y a la espera de que llegue alguna propuesta que me guste.
—Sonó para el Cádiz.
—Lo del Cádiz era una posibilidad pero entiendo que yo era una segunda o tercera opción porque al final firmó Carpio. Rechacé una oferta de Turquía, y tuve cosas de Chipre, Polonia… Ahora mismo no me acaba de convencer, así que espero algo de aquí o alguna propuesta atractiva de Inglaterra, Francia o Alemania, algo así, ya que me gustaría más. O fuera o cerca de casa. Esa es mi ilusión. No me gusta cambiar mucho de equipo, como he demostrado durante mi carrera.
—Da la impresión de que no ha tenido suerte en las salidas.
—Del Espanyol me tuve que ir porque no me quisieron renovar habiendo jugado 35 de 38 partidos, mi mejor año después del primero de la UEFA. Aquella salida me apenó porque llevaba 15 años en el club. En el Betis, con un descenso, la gente se te echa encima y siempre hay jugadores que pagan los platos rotos; ése fue mi peor año futbolístico porque lo pasé mal. Y en el Valladolid se pensaban que iba un tío problemático pero acabaron muy contentos conmigo, así me lo hizo saber sin ir más lejos el presidente. Hice méritos para seguir pero no pudo ser.
—¿Y cómo está viendo a este nuevo Espanyol?
—Poco lo he podido ver por televisión (ríe). Pero sí he hablado con compañeros de aquí y me han dicho que Quique sabe de fútbol, sabe lo que quiere. Me da buena espina. No ya por los fichajes, que te pueden gustar más o menos, aunque ya es mucho que sean de confianza del entrenador, sino porque es muy importante que el técnico no tenga dudas ni las genere.
—¿Y Chen?
Lees tanto sobre los cambios del Espanyol que piensas “¡ya no es nuestra casa!”. Pero qué va, llegas aquí y te das cuenta que sigue siendo lo mismo, un club familiar y cercano. Están haciendo la mayor inversión de la historia. Chen ha llegado con las ideas muy claras, más que proclamar cosas las ha hecho. Si queremos éxitos, se supone que con el dinero pueden llegar.
