El Barça, a punto de tirar la toalla con el cuarto delantero
Ante las reiteradas negativas y el estado del mercado, la secretaría técnica del club valora dar por cerrada la plantilla sin un relevo para su tridente.
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La opción de dar por cerrada la plantilla del Barcelona sin fichar a nadie más empieza a tomar cuerpo en las oficinas del club blaugrana. La situación ha cambiado radicalmente en los últimos dos meses. A final de la pasada campaña, el fichaje de un cuarto delantero que aguardara turno para dar descanso o suplir en caso de urgencia a cualquier pieza del tridente de ataque que forman Messi, Suárez y Neymar parecía el primer objetivo de la secretaría técnica del club. A día de hoy, después de las calabazas que les han dado todos los objetivos prioritarios, desde el área técnica del Barcelona se empieza a valorar muy seriamente la posibilidad de dejar la plantilla tal y como está.
La opción de cerrar la plantilla, a falta de las bajas que puedan darse a jugadores que no entran en los planes de Luis Enrique, gana adeptos a cada momento. Falta, no obstante, convencer al técnico, que insiste en un cuarto delantero desde diciembre pasado, cuando pidió a Nolito y por motivos contables no se lo pudieron traer.
El City cerró el fichaje de Gabriel Jesús, uno de los pocos nombres que ponía de acuerdo a técnico y ejecutivos como para hacer un esfuerzo en su contratación. Esta operación, que se suman a las negativas de incorporarse al Barcelona de Dembelé, Correa, Nolito, Vietto y Gameiro dejan a los scouters del Barcelona ante un panorama de mercado muy complicado.
Ninguno de los objetivos en los que se fija el Barcelona en su lista actual de futuribles delanteros era remotamente prioritario hace sólo dos meses y además, los precios son prohibitivos. Ante la tesitura de pagar mucho en traspaso por jugadores que son una incógnita por su inexperiencia o abonar unas fichas elevadas para contratar a veteranos de vuelta de todo, la idea de moda en Can Barça es la de rectificar, no tocar nada y no fichar.
Desde la secretaria técnica se admite que ha sido un error colocarse una presión innecesaria en la búsqueda de un cuarto delantero, que no es una pieza fundamental para el futuro del equipo, pero que se ha vendido desde el propio club como poco menos que una obligación. Por otra parte, son todos conscientes de que este cuarto delantero jugaría muy poco y que si no llega, en partidos importantes, Luis Enrique podría, como ha hecho hasta ahora, variar su sistema de juego incorporando en ataque a futbolistas como Denis, Arda o Rafinha.
En las oficinas lo tienen claro, ahora falta que Luis Enrique acepte esos argumentos y el Barcelona tirará la toalla de manera oficial en la búsqueda de un cuarto delantero.