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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 22 DE JULIO

Kopa se convierte en figura publicitaria (1959)

Kopa se convierte en figura publicitaria (1959)

Raymond Kopa fue el primer gran jugador francés, precursor de Platini y Zidane. Su apellido real era Kopaszewsky y era hijo de emigrantes polacos, mineros en Noeux-les-Mines. Él mismo había sido minero desde los diez años, empujando vagonetas, y había perdido dos falanges del dedo índice de la mano derecha en un accidente en la mina. Fue jugador primero en su pueblo, poco después en el Angers y de ahí saltó al Stade de Reims. Este paso fue su primer choque con una realidad que no le gustaba nada: se enteró entonces de lo que era el derecho de retención, de que era propiedad del Angers de por vida, y de que solo por un gran traspaso podría irse. El traspaso hizo que el Stade de Reims le pudiera pagar mucho menos a él de lo que hubiera esperado. Bernabéu le enroló para el Madrid en la temporada 1956-1957 y jugó tres años en el club blanco. En los tres ganó la Copa de Europa.

Bernabéu le ofreció una renovación por cinco temporadas, pero Kopa tenía nostalgia de Francia, acrecentada cuando en el Mundial de 1958 el equipo del gallo fue tercero, con él en el eje del ataque, como animador e inspirador del juego de la delantera. En el Madrid, la presencia de Di Stéfano le obligaba a jugar de extremo, donde se defendía por su habilidad, Pero no se sentía protagonista. El Madrid cargaba más el juego por la banda de Gento y acudía a él cuando el partido ya estaba ganado para que entretuviera el balón con su regate. En Francia, por otra parte, se le añoraba. El Anderlecht belga también se interesaba por él y pagaba mucho. El Stade de Reims deseaba repescarle, pero los ingresos que le proporcionaba el Madrid eran inalcanzables para el equipo de la región del champán.

El asunto fue tema de debate en Francia e incluso en España, hasta que finalmente apareció la manera de completar sus ingresos: un industrial de Angers le propuso dar su nombre a una bebida refrescante y un fabricante textil le ofreció lo mismo para una línea de ropa deportiva, a la que se añadirían botas. Así que había camiseta Kopa, calzón Kopa, medias Kopa, botas Kopa y un refresco para después del partido llamado también Kopa. La afición al fútbol, siempre tradicional, vio de forma desigual esta nueva actividad de su jugador, con el que los públicos se volvieron más exigentes. Ganó de nuevo dos campeonatos con el Stade de Reims, pero empezó a tener problemas con el seleccionador. Al tiempo, cobró un notable liderazgo entre los futbolistas franceses, en lucha contra el sistema excesivamente autoritario de la época. Provocó un gran estallido cuando el 4 de julio de 1963 publicó en France Dimanche un explosivo artículo titulado: «Los futbolistas franceses son esclavos». La Federación le cita, y como él se ratifica en todos sus conceptos, le suspende por seis meses. Algunos, por defenderle, tratan de explicar el estallido como producto del mal período que estaba pasando, por enfermedad grave de un hijo, lo que le encolerizó aún más. Kopa acude a la justicia ordinaria, pero los directivos de su club le convencen para que retire el pleito temerosos de que le suspendan de por vida. Cumple la sanción, durante la cual el Stade de Reims baja a Segunda. Ya no volverán al primer nivel ni él ni su club. Con los años, su lucha se entendió mejor, dio lugar a la creación del sindicato de jugadores franceses y su figura se fue agigantando. Su regreso a Francia había servido para abrir nuevas inquietudes y nuevas soluciones al jugador francés, hasta entonces acobardado por el sistema. Con el tiempo, y en un momento de apuros económicos, Kopa sacó a subasta algunos de sus premios y recuerdos, entre ellos el Balón de Oro que ganó en 1958. El Madrid compró algunos de esos objetos.