366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 1 DE JULIO
El Sevilla lanza un himno (2005)
Este año el Sevilla cumplía los cien. Había salido de un túnel oscuro de deudas, empezaba a manejarse bien, pero los clásicos añoraban los tiempos en que tuvo gran protagonismo en el fútbol nacional. Su último título databa de 1948, mucho más lejano que las dos últimas copas del Betis. En busca de un feliz relanzamiento, Manuel Vizcaíno, director de marketing del club, propuso una buena campaña del centenario al presidente Del Nido. Incluía la creación de un nuevo himno, que se encargó a Javi Labandón, el Arrebato. El nuevo himno será presentado con todos los actos del centenario el 1 de julio. Y es una bomba nacional. El encanto de su música y la poesía de su letra, teñida de sentido futbolero pero sin caer en cursilerías ñoñas ni en épicas vacías, cautiva desde el principio. Sobre su base se monta un vídeo con imágenes antiguas y modernas que emociona al aficionado.
El himno gusta en toda España más que haya gustado antes ningún himno de fútbol, en general, salmos ruinosos, y gusta aún más en Sevilla. Javi Labandón, que solo cuatro años antes había grabado su primer tema Poquito a poco, un éxito del que vendió 70 000 copias, ve relanzada su carrera y se hace célebre más allá del limitado ambiente del pop-rock sevillano en que se había movido. Todo el mundo conoce su rostro, todo el mundo se entera de que es sevillano, del barrio de La Juncal, todo el mundo sabe que el Arrebato es un apodo que le puso su abuela: «Este shiquiyo es un arrebato». Los béticos contraatacan diciendo que el Arrebato es bético, invocando una declaración en una revista de algún tiempo atrás. Pero nada para el efecto de este himno, que alcanza en poco tiempo 125 000 descargas en Internet. En 2006 el Arrebato hace una gira de cien conciertos por toda España con el nuevo himno al Sevilla como eje. El Sevilla empieza a tener aficionados en lugares donde antes nunca los tuvo.
Y en torno al himno se crea un embrujo que lleva al Sevilla a un plano en el que antes nunca estuvo. Es como si el viento artístico de ese himno singular empujara a este club a unos grados de excelencia en el campo deportivo que le elevarán a la máxima categoría del fútbol continental, que es como decir mundial. Y así gana de forma inmediata la Copa de la UEFA frente al Middlesborough. Los béticos tratan de quitar importancia a la gesta haciendo burla del formato de la Copa de la UEFA y hacen circular un sms que se hace popular: «Cincuenta años persiguiendo una Copa para que al final te den un paragüero de Ikea». Pero al «paragüero de Ikea» le siguen la Supercopa europea ante el Barça, la Copa de la UEFA de nuevo, ante el Espanyol, la Copa de España ante el Getafe y la Supercopa de España ante el Madrid. Un aura mágica envuelve al Sevilla, un aura que solo se rompe con el trágico fallecimiento de Antonio Puerta (véase el día 28 de agosto), en vísperas de una nueva Supercopa, esta vez frente al Milán.